Dos años han transcurrido de la partida del gran amigo y camarada Guillermo García Ponce, sin dudas un pensador y teórico, estratega y analista político de gran envergadura y pieza fundamental del proceso revolucionario. Todavía no se ha hecho un recuento biográfico de la vida de este importante revolucionario, se le debe al país, al movimiento socialista y comunista, al movimiento popular, porque si alguien acumuló vivencias y experiencias en la política contemporánea venezolana fue Guillermo, conocimientos y saberes de la teoría socialista, aportes fundamentales para la construcción del socialismo del Siglo XXI.
Desde la fundación de la Juventud Comunista en 1947, pasando por la lucha clandestina en la lucha contra la dictadura de Marcos Pérez y la extraordinaria y estratégica representación del PCV en la construcción de la Junta Patriótica – acertada resolución política del XIII Pleno del PCV en la clandestinidad– aunque lamentablemente no fue el presidente de la misma, lo que era estratégico tanto por su trayectoria como por su madurez y garra política, lo que hubiese redimensionado aquel instrumento de lucha popular en la lucha por alcanzar el poder político después de la caída del dictador.
Pero donde Guillermo García Ponce alcanza su verdadera robustez y madurez política fue durante los años de la lucha armada, en el período en que el sátrapa Rómulo Betancourt y los partidos de la Ancha Base –AD, Copei, URD– y los dictados y órdenes de los gobiernos norteamericanos de turno al presidente servil, le imponen al país, desde el Estado, una guerra civil que cobraría miles de víctimas no sólo del campo revolucionario sino del pueblo llano; política represiva, autoritaria y criminal que se extendería por 40 años bajo el dominio del llamado Pacto de Punto Fijo, esa gran mentira histórica.
A la nefasta orden betancourista de: Aislar y segregar a los comunistas y Disparen primero y averigüen después. A la política de represión en masa, agresión policial, militar y paramilitar a las marchas y manifestaciones populares y de los trabajadores, golpes sistemáticos a la libertad de expresión, la rebaja de los salarios de los empleados públicos, el drástico aumento del costo de la vida, entrega de las riquezas y de la soberanía del país, el movimiento comunista y socialista venezolano –PCV y MIR, izquierda de URD– le dieron como respuesta y como auto defensa el empuñar las armas y combatirlo desde las montañas y las ciudades.
Allí, en la organización de la lucha armada es donde se creció en buena medida Guillermo García Ponce. De él es la creación de la fábrica de armas de El Garabato, en Los Teques. La fabricación de ametralladoras, granados y explosivos de creación propia, venezolana, bajo la conducción del genio español e internacionalista García Ucejo, vilmente asesinado.
Ya ese solo hecho, que contaba con el apoyo de aguerridos combatientes altamente preparados y organizados militarmente, le da a Guillermo una estatura de comandante militar poco conocida, como poco conocidos son los logros y avances que llegó en esa época a adquirir el movimiento armado venezolano, al punto de tener una fábrica de armas de enorme envergadura en las misma narices del gobierno de turno (Raúl Leoni).
Imaginamos que Guillermo, en esos espacios de tiempo libre que le permitía tantas actividades y proyectos de enorme envergadura como la creación del diario VEA o las tareas del Frente Patriótico, de la fundación del PSUV, tuvo tiempo para ordenar sus memorias, el recuento de su vida política desde la perspectiva de un revolucionario, de un comunista que ha sido parte significativa de la historia venezolana contemporánea. Esa Memorias deben haber quedado escritas, porque Guillermo era un hombre sumamente organizado, como buen conspirador que fue siempre.
¿Cuánto no hubiese aportado Guillermo al debate de las ideas y a las propuestas políticas programáticas en la presente campaña electoral donde tanto se juega nuestro pueblo? Sin dudas que hubiese enriquecido con sus ideas el debate, y no pocos aportes hubiese sugerido o hecho en los debates dentro del movimiento popular.
No queríamos dejar pasar esta fecha luctuosa en la que el camarada Guillermo García Ponce partió en un momento en que era fundamental su presencia, su experiencia, sus enseñanzas, sin hacer público nuestro recuerdo del apreciado amigo. Insisto en lo referente a las Memorias, a la biografía, incluso a la preparación de la edición de las obras completas por parte de las editoriales del Estado revolucionario.
Libros magníficos, verdaderos aportes en el orden histórico, político, teórico marxista, en la organización política, en el plano del periodismo. Un verdadero trabajo ciertamente pero que debe organizarse a partir de la iniciativa de su familia: Servando, Tania, Carlos Servando y los demás hijos e hijas, Sergio. Esos son libros necesarios que deben estar al alcance del pueblo, de ese pueblo que hoy está en un proceso de búsquedas de sus raíces políticas e históricas y en esas investigaciones hay valiosísimas informaciones.
Llegue a esa familia amiga, a los camaradas y amigos de Guillermo esta recordación del gran compañero de luchas y estas preocupaciones que aquí expresamos.
(humbertocaracola@gmail.com) (Con Chávez y la revolución bolivariana y socialista, todo) (Miembro del Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios MoMAC) (Libertad ya para los 5 héroes cubanos presos injustamente en las mazmorras yanquis) (Hacia el gran triunfo del 7 de Octubre, por diez millones de votos)