Si hablamos de dos propuestas, proyectos y programas para el país, queda bien claro que nos estamos refiriendo a lo que cada candidato representa para el país y para el elector. Por un lado un candidato de la burguesía que se afinca en los preceptos capitalistas, concretamente en el neoliberalismo que se ha venido concretando en muchos países con los recetarios y fórmulas del Fondo Monetario Internacional, FMI. Ingrato recuerdo para los venezolanos que tuvieron que salir a las calles en febrero de 1989 para frenar y derrotar el empobrecedor paquete de medidas económicas del estrenado gobierno del difunto Carlos Andrés Pérez y su acolito, Miguel Rodríguez. Recuérdese que fueron miles los venezolanos asesinados por un gobierno entreguista y antinacional que prefirió obedecer a los dictámenes imperialistas.
El otro proyecto de país es el que estamos presenciando con innegables logros en los diversos órdenes en la vida del venezolano. Hablamos de significativos avances y logros en la educación, salud, ciencia y tecnología, vivienda, alimentación, deporte, cultura y política internacional, entre otros. Un país que según estudios internacionales goza de un alto nivel de felicidad y en el cual destaca la inclusión social. Por si fuera poco, la Venezuela de hoy goza de un creciente prestigio internacional y ello es posible al liderazgo del Presidente Chávez quien no ha dudado en cumplir con su palabra para que la calidad de vida de nuestros compatriotas sirva de soporte a la hora de exportar solidaridad hacia nuestros hermanos latinoamericanos. Estamos en presencia de una Venezuela próspera y con un futuro mucho mejor.
Ahora bien, para que nuestro país siga mejorando todos los indicadores de prosperidad y evitar que vuelva a caer en el túnel de una oprobiosa derecha, lo que nos queda es ratificar el liderazgo de nuestro presidente. Con la mano en el corazón y con la hidalguía que caracterizó a nuestros libertadores, vamos a votar este domingo 7 de octubre por el Candidato de Patria, Hugo Chávez.
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