Se desentraña la razón del odio a Chávez: Un trabajo de investigación

Vencerá el amor al odio

De la envidia nace gran parte del odio: se envidia al que triunfa, al que se arriesga, al que ama con locura, al valiente, al que lo apuesta todo por principios, por nobleza, humildad y amor a la patria. Todo esto se envidia.

Hay un cuento de Óscar Wilde en el que un samaritano está llorando porque llevar a crucificar a Jesús, y se le acerca un devoto del Señor y le dice: “No llores, que el resucitará de entre los muertos”; contesta en pobre: “-Yo no lloro por eso, lloro porque quisiera ser Jesús y sé que no podré serlo”.

Pero ésta es una envidia noble, creativa, digna.

Pero la de los escuálidos en es una envidia hedionda, que supura peste y maldiciones por todas partes.

Es una envidia degradante que causa estragos en todos ellos.

Chávez despertó en ellos una envidia demencial, incontrolable; por un lado la oligarquía: “¡Un negro, un mulato en Miraflores!”.

Teodoro Petkoff odia a muerte a Chávez porque Petkoff fue toda la vida un redomado farsante que trabajaba para la CIA, y al ver este soldado surgir de lo más hondo de los campos de Barinas, no le perdonó nunca que mandara a la mierda a todos los filósofos de cafetín que aquí vivían hablando pendejadas de revolución.

Chávez fue a los hechos y desnudó a todos esos farsantes. Porque además, todo en los escuálidos es pura hipocresía, puro egoísmo, puro disimulo y falsedad.

Ayer leía una información que traía la agencia EFE sobre filósofo José Pablo Feinmann, quien dice que las mujeres que odian a Cristina Fernández de Krichner lo hacen por envidia, resentimiento o incluso “porque posiblemente no estén contentas con sus vidas (…) posiblemente se den cuenta de que no tienen la inteligencia que ella tiene, ni podría hablar en las Naciones Unidas como lo hace ella sin leer un solo papelito e hilando de un modo realmente deslumbrante”.

Todo ese odio es idéntico al que destilan los majunches contra Venezuela. No se le perdona a Chávez la deslumbrante memoria que tiene, ni su cultura, su clarividencia e inteligencia; ni su coraje para vivir y desafiar todas las adversidades que se le han puesto en su camino. Ni su amor por la patria. Ni su decisión de mandar a la mierda a los poderosos gringos y a los ilustrados comemierdas de las Europas.

Y ese odio contra Chávez también es producto del odio que cierta clase siempre trató inculcarle a los pobres, negros e indios para siempre se sintieran inferiores. Y hay que reconocer que existe gente que se odia a sí misma, y que por eso mismo también odia a Chávez.

Todos los acomplejados del país sienten un odio irresistible contra el Comandante.

Según Feinmann, ese odio contra Cristina viene porque ella es una mujer fuera de su alcance, como las actrices Charlize Theron, Scarlett Johansson o Natalie Portman.

“Para usted es tan imposible Charlize Theron o, si viviera, Marilyn Monroe, como Cristina Fernández. Está totalmente alejada de sus posibilidades”, insistió.

“Usted sabe que está totalmente alejada de sus posibilidades porque es brillante, porque hizo una carrera política brillante, hizo una carrera más brillante que la mayoría y que todos los políticos que están en acción en este momento”.

Y por la misma razón con que odia a Chávez y Cristina, también se odia a Fidel, al Che, a Evo, a Correa, a Daniel Ortega. Fue la misma razón con la que se odió tanto a Bolívar, a Sucre, Morazán, Morelos, San Martín, Martí, Artigas, Dorrego, José Eloy Alfaro…

El 7 de octubre el amor tiene que vencer la locura de ese odio retinto y enfermizo de los escuálidos.

jsantroz@gmail.com


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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