En mi modesta opinión como ciudadano común del pueblo llano que soy, siempre he creído que a esos dirigentes o lideres políticos académicamente bien preparados y a sus seguidores de igual nivel intelectual y social, se les debe tener mucha cautela cuando manifiestan públicamente que respaldarán al candidato presidencial de izquierda socialista, cuya proyección estadística indica que ganará incuestionablemente las elecciones presidenciales muy próximas; fundamentalmente cuando proceden a inscribirse en la organización política en el cual milita el candidato presidencial, quien cuenta con un altísimo y abrumador respaldo popular; ya que existe una vieja predica que plantea: “Cuando no logres vencer al enemigo ideológico por la vía electoral o de otra naturaleza, únete a él y destrúyelo a lo interno de la organización política que lo respalda” a ese tipo de conducta ideológica se le conoce con el mote de “Esquirol”; es relevante destacar que cuando un ciudadano o ciudadana humilde del pueblo abandona a su líder u organización política en la cual a militado y ha creído durante cierto tiempo de su vida, por lo general lo hace porque se da cuenta de que ha sido vilmente engañado y utilizado para fines políticos inconfesables, en consecuencia esa actitud política asumida por el pueblo económicamente débil, no representa peligro alguno para los partidos políticos que los inscribe; este es hoy por hoy el caso del PSUV, ya que a esa organización política han ingresado una abrumadora cantidad de personas que desde la década de los sesenta en adelante hasta la década del 2000, militaron en AD, COPEY o en URD; pero al percatarse de que en el año 1.992, surgió un admirable y incuestionable líder “Político – militar” que asumió valientemente su responsabilidad por dirigir una “Asonada militar” aparentemente fracasada y en ese preciso instante aceptó su culpa por haber violado la Constitución y las leyes de la República, en consecuencia no se opuso a cumplir con la pena que le fue impuesta el cual pago con presidio en al cárcel de “Yare I”; en ese instante histórico el pueblo llano y un importante sector de la clase media de la sociedad, además de un significativo sector de las fuerzas armadas venezolanas, aprovechando el gran descontento social producto de la fuertísima crisis económica en cual estaba sumergida la patria, decidió seguir los pasos y respaldar el proyecto de gobernabilidad planteado por el Cmdt. Presidente Chávez y el equipo de ideólogos que lo han acompañado con dignidad patria y valentía hasta el día de hoy; pues el Cmdt. Presidente jamás ha defraudado a quienes lo han respaldado en los distintos procesos electorales en la cual ha salido victorioso, pues ha sido el único líder presidencial que ha cumplido con la palabra empeñada en la oferta electoral expuesta en campaña; se ha ganado su inmensa simpatía, popularidad y aceptación, a pulso, con mucho sacrificio ha expuesto todo por servirle a su Patria; e allí por qué el este domingo 7 de octubre una vez mas será electo por su pueblo para que continúe gobernando a su país que tanto lo necesita.
Por todo lo antes expuesto, es que creo que los oportunistas aventureros, en tiempos electorales son bien venidos; pero una vez alcanzado el contundente triunfo electoral del Cmdt. Presidente Chávez, se debe tener “Ojo pelao” con los “Tránsfugas ideológicos oportunistas” para que no se conviertan en peligrosísimos desestabilizadores y destructores del “PROCESO REVOLUCIONARIO SOCIALISTA” que tanto a costado construir.
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