No cumplió lo que ofreció que si perdía llamaría al presidente Chávez y, lo que hizo fue, tirarse un discurso sin guáramo y con poco guiso de tolerancia y reconocimiento a su contrincante que se mostró más superior que él políticamente hablando y, más bien se expresó pensando que mañana mismo le va dar vuelta a la manzana y, volverá al ruedo político tras de los seis millones y algo que votaron por él y, al reelecto Chávez, jamás lo nombró y, lo felicito con desdén rabioso y, como pudo lo evadió descaradamente, dejando al descubierto su rencor como el candidato mediocre de la burguesía que fue y, seguirá siendo, pues él piensa que le queda mucho futuro por delante, ya que éste cubre el pasado, eso está por verse .
Lo que sí hizo en su quejumbrosa despedida fue revolverle las tripas de las miserias antigobierno al auditorio colmado de antichavistas, quemando los últimos cartuchos de la escopeta del “paquetazo” que esperaba dispararnos y se le quedó frío envuelto en un olvido de rabia y tristeza total hasta que otro como él salga a la palestra rescatarlo y, ampliarlo dentro de seis años en una nueva faena electoral presidencial.
Ganas de todo le inflaron el yoismo y, no es para menos que con esa buena votación quedaron exquisitamente sorprendidos, aunque no pudieron agarrarse el coroto con todo el realero que gastaron y, despilfarraron a manos llenas movilizando gente y, atapuzándonos de publicidad por donde quiera a ver si nos metían en el autobús de su progreso, pero se le espicharon los cauchos del futuro.
No fue honesto consigo mismo ni con los presentes en su despedida de derrotado al no referir y reconocer la cantidad de errores cometidos en contra de la condición humana de sus opositores y, se agarró de su alma como una buena referencia que lo hiciera el líder humanista que no es ni piensa ser, hay mucho odio por dentro y ahora más con su primera perdida como líder aspirante a cargos de elección popular y, lo más seguro es que no se va a retirar, pues no sabe hacer más nada para ganarse la vida que económicamente la tiene resuelta y, por tanto, sólo le queda aspirar a gobernador o a alcalde cuando mucho y, siempre en Miranda, porque fuera de él no tiene opción de alcanzar el cargo.
Estuvo aburrido, cansón y siempre repetía lo mismo, lo que no dijo es que definitivamente Venezuela cambio y, no a favor de ellos y, eso los debe tener bien preocupados que el Comando Venezuela no enseñó el rostro de la derrota y, más ahora que se acercan otras elecciones y, de acuerdo a lo informado en la página del CNE, solamente perdimos en el Táchira. Así que el desconsuelo debe arder y doler no para el ex aspirante, sino para los demás majunches que vienen ahora buscando de que flotador agarrarse.
Querían una oportunidad y se les dio para que hicieran su campaña con toda libertad y, consiguieron el apoyo que buscaban, aunque hicieron de todo dentro del desorden de una guerra sicológica que no les dejó los dividendos deseados y en lo adelante el blablá será su arma de defensa por meses –aunque Ramos Allup se mandó a coser la boca.
Sólo resta decir que Capriles se acabó, por más que trate de buscar oxígeno solidario –perdió- el candidato Chávez lo derrotó con todas las de la ley y, simplemente repite como presidente y, sabemos que el piche que es va a venir por la goma con recta dura por el medio del mandato, ya que hay unos cuantos infiltrados –jodiendo- dentro del gobierno.
Bye bye Capriles y despierta que todavía andas dormido montado en una nube de sudor incierto
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