A comienzos de siglo XX, la población de Venezuela era mayoritariamente rural. Poco a poco, con la llegada de la renta petrolera producto de la instauración del modelo capitalista en Venezuela, practicado en el mundo occidental, comienza a desarrollarse una fuerte modernización de algunas zonas urbanas y la creación de fuentes de empleo y en mayor medida de subempleo, que incentivan la movilidad migracional de grandes números de población campesina, quienes se desplazan a estos centros urbanos ubicados en la zona norte costera.
Este proceso migratorio desordenado excedió la capacidad de las ciudades venezolanas para recibir estas masas campesinas y proletarias, que no estuvieron preparadas para absorber sus necesidades y demandas debido a la falta de interés de la oligarquía dominante de entonces en crear la infraestructura necesaria, por lo que se fueron asentando en zonas excluidas de atención, servicios y seguridad, congestionando, hacinando y creando focos de conflictividad social, que van desarrollando sus propios sistemas de organización, opinión y comunicación popular e ideológica, configurando de este modo, un submundo urbano de barrios de población cesante y masas obreras, que marcaron el panorama social en la Venezuela del siglo XX.
La distribución desigual de la riqueza, la exclusión social, la ausencia de servicios fundamentales como luz, agua y aseo, la violencia urbana y la corrupción de las instituciones públicas son la principales características de este submundo urbano venezolano del siglo XX, el cual no ha cambiado de manera radical con el advenimiento de la Revolución Bolivariana del Siglo XXI.
Solo tímidas medidas de tipo social y económicas, como las Misiones Socialistas, el control de algunos medios estratégicos de producción y de servicio y algunas obras de tranporte como el metro cable, ha podido implantar el gobierno revolucionario, pero sin poder superar definitivamente las enormes deficiencias que adolecen esas masas de humildes seres humanos.
El Proyecto Nacional Simón Bolívar, la hasta hoy masa inútil de papel, conceptualiza una solución a corto, mediano y largo plazo: La Nueva Geopolítica Nacional, la cual plantea la modificación de la estructura socio-territorial de la República Bolivariana de Venezuela y persigue la articulación interna del modelo productivo, a través de un modelo desarrollo territorial desconcentrado.
Lamentablemente, todavía hoy el Gobierno Bolivariano insiste en concentrar mas población en Caracas y otras zonas urbanas, sin que se avizore una luz que permita adelantar el primer Proyecto Socialista Simón Bolívar antes referido.
Afortunadamente, una cantidad muy importante de electores de estos sectores populares, acudieron a votar por Chávez para salvar a la revolución y sus escuálidos logros. Votaron fundamentalmente por mantener las Misiones Socialistas ya arraigadas en ese submundo, con todas su deficiencias, pero sin conocer en profundidad los beneficios que pudieran lograrse si en Venezuela se instaura definitivamente un Sistema Socialista.
"Que vote 81% de la población del padrón electoral es conmovedor", dijo el jefe de la misión de UNASUR. Pero mucho más conmovedor fue el voto popular que finalmente terminó de darle el triunfo a Chávez, un voto que significa esperanza de una vida mejor para la masas necesitadas de la población del Submundo Urbano.
Solo esperamos que el Gobierno Revolucionario se haga merecedor de esa confianza y refunde y reimpulse la Revolución y sus Instituciones Públicas con la contundencia necesaria, a fin de llevar a cabo las acciones que posibiliten la recuperación definitiva de estos submundos urbanos y su conexión con la Venezuela Civilizada. El Pueblo Humilde, el Pueblo de a Pie lo Merece.
¡Por una Patria Socialista e Independiente, Viviremos y Venceremos!
El autor es: Trabajador Jubilado del MPPCTII
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