¿Quién es el bruto? ¿Quién es el inculto? ¿Quién es el que come cuentos?)

Quién es el bruto? ¿Quién es el inculto? ¿Quién es el que come cuentos? No son locos, no son imbéciles, ni siquiera son ingenuos, pero en contra de lo  que  pareciera  lógico  o  racional,  tienen una capacidad increíble de tragarse   cualquier historia que le cuenten sus líderes y si la misma es repetida  por los medios de comunicación, se convierte en santa palabra. Ni que  el  mismísimo  barbudo  baje del cielo los convence de que lo que dice Pablo  Pérez  o  Capriles  Radonski  (por  nombrar  sólo a dos) y que avala Globovisión y el Nacional (por también nombrar sólo dos) es mentira.

El nombre del líder de turno va cambiando con el pasar de los años; una vez fue  Frijolito, otra vez Rosales, en algunos casos es Pocahontas Machado en otros  Leopoldo  López,   pero  la  conducta  de  la masa es la  misma y la racionalidad  de ella más escasa Si ellos lo dicen y los medios lo repiten es una verdad incuestionable.

Esa  gente  se  comió  el cuento de que la constitución que hoy dicen amar, respetar  y  defender  (por qué así lo dicen ahora sus líderes) promovía el aborto;  era  antidemocrática;  atentaba  contra  el  Estado Federal porque eliminaba la  Cámara  del  Senado;  dejaba en desventaja a los Estados más pobres  y  pequeños  por  tener  menos diputados;  le  daba  derecho a los indígenas para crear una república independiente hasta la llamaron la mal nacida.

Nunca   dudaron   que  del  espíritu  democrático,  del  respeto  por  las instituciones  y  del  amor  por  la patria de un ser como Carmona. Jamás aceptaron  que  la  oposición planificó y justificó un golpe de Estado. Los líderes  le dijeron que se trataba de un vacío de poder y eso era más que suficiente para darlo por cierto. De  igual  manera  les  metieron  en la cabeza que el sabotaje petrolero se ejecutaba  por el bien de la patria las pérdidas de hoy son abono para el futuro  fue  más  o  menos  el  discurso  que  se  tragaron con facilidad increíble.  Hasta les pareció divina y divertida la idea de hacer tres días de cola para comprar algunos litros de gasolina.

Los  cubanos  son  espías, no son médicos, van a matar a millones porque lo que  hacen  es  política  bajo un disfraz de médico fue el discurso que se tragaron  con  la  facilidad  de  quien  se  toma  un  vaso de agua. Muchos colaboradores  cubanos  fueran agredidos, insultados y hasta asesinados por una masa cuyo cerebro funciona de manera bien extraña.

Las  captahuellas  violan  el  secreto  del voto y el CNE no es garantía de imparcialidad  dijeron  algunos de esos genios que dirigen la oposición  y ¿recuerdan lo que pasó? ¿Cómo  podríamos  definir  esa actitud, sobre todo ahora cuando le dicen lo contrario y lo aceptan con la misma sumisión que lo hicieron con la primera versión? Se  negaron  por  miles  a  recibir los bombillos ahorradores que regala el gobierno  para promover  el  ahorro  de energía porque tienen una camarita adentro,  a través de la cual Fidel Castro, en persona, espía a cada uno de los venezolanos.

Manuel  es un candidatazo dijo uno de esos dirigentes que más envenena la mente  del  sector  sobre  el que hoy escribimos y contra toda lógica se lo creyeron  y lo hicieron su ídolo. El tercio era un analfabeto funcional que decía  que  él  no  creía en cuentos de ballena y que no se le podían pedir peras  al  horno; pero  esta gente lo amaba, lo seguía y lo consideraba el hombre ideal para dirigir el país.

Capriles se convirtió de repente en hombre de verdad verdad, en político de izquierda, en  el  defensor de las misiones y en un mago que resolvería el problema de las cárceles en seis meses, que acabaría con el desempleo en un año  y  que  acabaría  con  el déficit de viviendas en un abrir y cerrar de ojos.  Dudan  que se lo creyeron? Allí están más de seis millones de votos para demostrarlo. Las  expresiones  de odio de los últimos días reflejan la frustración de no haber  podido  conducir  a  la  presidencia  al  salvador  que  les habían seleccionado.  

La  mentira  de  que  Capriles  le  estaba  ganando a Chávez independientemente  de  lo que decían las encuestas es otra demostración de la facilidad con que comen cuentos esta gente. Ahora,  lo  peor  no  es que crean en pajaritos preñados. Lo peor es que a pesar  de  ellos  se  creen  los  inteligentes,  los intelectuales, la raza superior,  los  que  actúan guiados por su conciencia y su sapiencia. Ellos califican  a los que no se tragan las mentiras ya mencionadas como brutos e ignorantes.

¿Quién es qué? me pregunto ¿pueden ayudarme a encontrar las respuestas?

arellanoa@pdvsa.com



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Alexis Arellano


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