Para cortar, por lo menos en lo que a mi respecta, la polémica surgida en relación con el artículo cuyo titulo “ CHÁVEZ TRAIDOR”. a nadie nos gustó, ni siquiera a aquellos que trataron de justificar las razones de la autora, obviando el titular, debo decir que releyendo el contenido del escrito y los diferentes de algunos que opinaron, el peso de la reacción fue por el titular, el cual por sí sólo causó escozor en quienes tenemos a nuestro líder en el más alto concepto, en quienes le queremos con sus virtudes y sus defectos, en quienes estamos seguros por sus ejecutorias que pasa airoso cualquier prueba a que se le someta y con seguridad en el balance lo positivo rebasará lo negativo bien largo.
Pueda que por alguna razón no estemos de acuerdo con alguna de sus decisiones, aunque por lo general, el tiempo se ha encargado desde el “por ahora” de darle la razón y cuando él considera que ha errado es el primero en plantarse frente a su pueblo, reconocerlo y rectificar.
La compatriota que con su articulo demostró su frustración, rabia y hasta dolor por la ratificación que el Comandante hizo del actual gobernador de Bolívar como candidato para la reelección en ese estado, tendrá sus razones, habrá vivido en carne propia alguna mala actuación del General-Gobernador, pero no es ese un motivo como para llamar Traidor a un hombre que ha demostrado hasta la saciedad su entrega, su sacrificio, la forma en que se está consumiendo por los excluidos de todo los tiempos, por los pobres, por los humildes y que sólo por ello se merece nuestra solidaridad, sin darle tantas vueltas a la cosa; pero es que además los resultados de la última elección en el estado en que Rangel Gómez es gobernador, no fueron tan malos como para pensar que su gestión pudiese haber sido la causa para un descalabro electoral como el de Mérida donde tenemos al frente un supuesto compatriota y donde se supone los resultados debieron ser otros.
Nada hacemos con actitudes poco maduras, justificables y respetables pues cada quien sabe qué pensar en cuanto a lo que pueda afectar o no, pero no como para salir a gritarlo a los cuatro vientos y quizá sin pro pronérselo darle al enemigo insumos para que los explote contra la Revolución y contra su líder.
Así que lo más que podemos hacer es lamentar que la compatriota haya sido víctima, según su criterio, de una mala decisión del hoy gobernador y de nuevo candidato para el 16 de diciembre, pero cuando se va a una nueva batalla de esta guerra que luce interminable contra un todopoderoso Imperio y sus lacayos de aquí, hay que echar a un lado nuestros propios intereses y sumar voluntades para garantizar lo prioritario, que no es otra cosa que el asegurar un nuevo triunfo y la consolidación de la Revolución, con miras al Socialismo Bolivariano.
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