En las elecciones presidenciales realizadas desde el año 98, ha existido un común denominador: El triunfo del Comandante Presidente, por amplio margen. En todos los procesos electorales, la oposición se ha presentado unida con diferentes nombres y matices, sin lograr una victoria presidencial.
El triunfo electoral del presidente Chávez en Falcón, el 03 de diciembre del año 2006, en todos los municipios fue arrollador; incluido el Municipio Miranda, donde la victoria, se ubicó en casi el cincuenta y nueve (58,57) por ciento.
Al revisar los resultados para la gobernación, en el proceso del 2008, se puede observar, que para la opción bolivariana, la votación en el Municipio Miranda, llegó al cuarenta y ocho (48%); convirtiéndose en un Municipio perdedor, con un diez por ciento (10%) por debajo, si se compara el resultado, con las elecciones presidenciales del 2006.
Para hacerse un panorama mas objetivo, con los resultados electorales presidenciales en los Municipios Carirubana, Miranda, San Francisco, Federación y Dabajuro, ubicados geopolíticamente, en los epicentros de los ejes geográficos del Estado; arrojan una tendencia a la baja porcentual desde el 2006 al 2012; encontrándose, que los porcentajes obtenidos por la Gobernadora Stella Lugo de Montilla, están entre los que logró el Presidente Chávez (2006-2012), con la excepción de Miranda, donde Stella perdió las elecciones.
La situación induce a pronosticar, que la esperanza en los resultados para el 16-D, se ubicará, ligeramente, por debajo de los resultados obtenidos por el Presidente Chávez, el 7-O, y que en Miranda, la situación se observa mas critica, lo que indica, que hay que reforzar el trabajo político y organizativo, en caso contrario, insurgiría un liderazgo emergente, por encima del porta avión de Chávez, encarnado por Stella.
Lo primero que debe analizarse, son muchos aires de triunfalismo que propagan algunos voceros, incluidas declaraciones emitidas por medios impresos y audiovisuales. El primer cuestionador del triunfalismo es el Jefe de la Revolución Bolivariana. Hay que ubicarse en el escenario de doblar esfuerzos, como si se estuviera perdiendo, para culminar victoriosos.
Se hace necesario, partir del análisis de resultados, para el ensamble de una campaña electoral, que conduzca a la victoria del 16-D.
El PSUV y los partidos aliados, deberían activar sus estructuras de cara al pueblo. Deben volver a las actividades en el seno del pueblo, reunir las asambleas populares calle por calle; no basta estar en los estudios de una emisora o una televisora. El pueblo reclama la presencia de los dirigentes, en su sector. Hay una queja colectiva que desmotiva al electorado, que es la distancia que se ha venido imponiendo, entre el pueblo y su gobierno o sus dirigentes.
Deberán revisarse el histórico de los resultados electorales por centros de votación, para que cada uno de estos centros, se conviertan efectivamente en la base de la organización popular.
La campaña electoral debiera aprovecharse, para impulsar el poder popular. Muy poco se hace para que el nuevo Estado insurga de las ruinas del Estado Burgués. El tratamiento que se les dá a las organizaciones de base del poder popular, no es muy lejano, al que se le daba a la asociaciones de vecinos; existe un sentimiento popular, que todavía la Cuarta no se termina de ir, pero la Quinta, tampoco termina de llegar.
Próximamente, comenzaremos en el IUTAG la ejecución de un proyecto, que culminará con la conformación de siete (07) comunas. Los escenarios que se avecinan en el marco de ese proyecto, abrirán las compuertas para el encuentro fraterno y revolucionario con el poder popular; allí estaremos como un solo hombre batallando hacia la victoria del 16-D; serán los momentos propicios, para que el pueblo, le exprese a sus dirigentes y a sus gobernantes lo que siente, le manifieste sus angustias y sus resentimientos; pero los dirigentes y gobernantes, deberán mentalizarse para ese encuentro, que al finalizar cada uno de ellos, predominarán los abrazos fraternos de camaradas.
Todos a buscar el triunfo revolucionario. La revolución, será el fin que busca el poder popular, para que la Quinta República termine de llegar, y la Cuarta, se vaya definitivamente. Sin la participación popular no habrá revolución. “El Camino es duro, difícil… pero es el Camino…”, decía Argimiro Gabaldon, Mártir de la Revolución Venezolana.
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