El Presidente Maduro, hace varias semanas, anunció un Sacudón en el proceso revolucionario. De inmediato, surgieron conjeturas sobre el alcance del mismo. La oposición se imaginó un regreso a sus postulados del neoliberalismo. Algunos analistas políticos, entre ellos, jefes de encuestadoras (como el de Hinterlaces), opinaron que la expresión de Sacudón, no debiera ser utilizado por el Presidente; se inclinaban por hablar de la revolución dentro de la revolución o el de anunciar cambios para avanzar y profundizar el proceso. Se observó que en la oposición se profundizaron las divisiones; por un lado, el bloque denominado democrático, que hoy en día, reconoce que las guarimbas fueron impuestas por el grupo radical, encabezado por Voluntad Popular y la embajadora alterna de Panamá; en ese primer grupo, están Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, entre otros; mientras que desde su cautiverio, Leopoldo López, atiza las banderas de la violencia para buscar la salida del Presidente Constitucional Nicolás Maduro. En verdad, el Sacudón, comenzó con la guerra declarada al contrabando interno y al de extracción. En esa guerra, de inmediato, en la Guajira cayó en el cumplimiento de su deber un miembro de la Fuerza Armada Bolivariana; por otro lado, se comprobó la existencia de algunos miembros de la Fuerza Armada Bolivariana, involucrados en el negocio con las bandas y contrabandistas, quienes entre otras acciones de apoyo ayudaban a restituir las trochas destruidas; esos que quedaron al descubierto ya están tras las rejas, esos apátridas, deberán recibir castigos ejemplarizantes.
Otro elemento del Sacudón, es la implementación de las capta-huellas, cuestionadas por la oposición, en abierta actitud oposicionista a cualquier iniciativa implementada por el gobierno; experiencia implementada por supermercados privados con resultados positivos; se busca, en pocos meses precisar a quienes hacen compras que no se ajustan a sus necesidades y a minimizar las colas; para esta misión, salió como bateador designado Andrés Eloy Méndez, quien tiene una gran responsabilidad, y pudiera decirse, que pone en juego su carrera política, porque si fracasa, sus aspiraciones a los cargos de elección popular, quedarán debilitadas; pero en caso contrario, sería victoriosa su elección, en donde se lance a competir electoralmente.
Sobre el anunciado Sacudón, salieron voces que alertaban que el Sacudón no es solo cambios de ministros, que es el comienzo de cambios profundos.
Llegó el día, se anunció una recomposición de la estructura del Estado, agrupando ministerios y creando vicepresidencias. Algunos ministros salieron, otros fueron cambiados y nuevas caras se incorporaron al gabinete, con la misión de acometer cambios estructurales y darle mayor eficiencia y eficacia al Estado. Se busca territorializar el socialismo. En esa misión, hay que atacar aquellas actitudes de apoyar la activación de gobierno popular, solo cuando hablan en público o están con el Presidente Maduro; aquellas actitudes que en la práctica sabotean el avance hacia el Estado Comunal; personeros que existen en abundancia en el mismo Ministerio de Las Comunas, en las Gobernaciones, en las Alcaldías, y en los diferentes organismos, los hay como arroz. En esta área, Elías Jaua, tendrá que poner las cosas en su lugar.
La oposición está decepcionada por el Sacudón. El Presidente Maduro, ratifica que el Sacudón apenas comienza, que vendrán nuevas medidas para sacudir de verdad las estructuras del viejo Estado que se niega a irse y a dar paso al nuevo Estado.
El Sacudón es lo que expresó Diosdado Cabello en un Programa con Carlos Croes: “…los medios que se utilizan para el contrabando tienen que ser confiscados de inmediato. O sea, si tu eres dueño de una finca, yo ando en eso debe confiscarse… …no debería ser solo la confiscación, sino la repatriación de los dólares que se le entregaron a una persona que se los llevó para comprar qué sé yo, medicinas y jamás y nunca trajo medicinas…”.
Esa posición de Diosdado es la correcta. Debería impulsarse a través de la Ley Habilitante, una ley similar a la que les garantiza a los ciudadanos y ciudadanas sus ahorros cuando los bancos son intervenidos; en donde, los bienes de éstos, pasan al Estado para garantizarles sus haberes a los cuentístas.
Cuando una persona natural o jurídica solicita dólares, en el entendido, que si no cumple con el objeto de la solicitud, vá preso, queda sin sus bienes y debe repatriar los dólares; se acabaran las trampas y control cambiario no hará falta.