Amigo Néstor, si le prestara atención a quienes, compartiendo con usted este portal, escribimos con cierta frecuencia, -el único medio, por cierto, con que disponemos para poder expresar nuestras dudas, angustias y hacer del conocimiento de otros nuestras propias reflexiones- se daría cuenta de que la crítica y la autocrítica no se pone "de moda" cada vez que Chávez habla de ellas. Si bien es cierto que en muchas oportunidades el presidente ha llamado la atención al respecto, la crítica ha sido una constante en este portal. Es más, luego de efectuadas las elecciones del siete de octubre y conocerse los candidatos del PSUV a las gobernaciones, la cantidad de artículos críticos ha sido tan abrumadora que, me cuesta creer que los mismos no hayan tenido alguna incidencia en la famosa reprimenda (famosa, digo, por lo de espectáculo televisivo, nada más), aún cuando muchos digan que este portal no lo lee nadie y Aristóbulo haya recomendado ignorarlo.
La infeliz (por decir lo menos) expresión de "la moda" en la autocrítica, no deja de ser un puñado de tierra a los ojos de la gente, una forma de desviar la atención descalificando a todos los que, angustiados por los que consideramos desaciertos del proceso, hemos pedido rectificación a riesgo de que nos digan, como lo han dicho, contrarrevolucionarios y payasos. Si usted cree que la orientación de las 3R al cuadrado fue una moda que "se vendió en todas sus salsas", no pregunte en qué quedó, sino ¿Qué hice al respecto? Porque si no, entenderíamos que es usted uno de los que no hace nada a la espera de que el presidente abra la boca.
Usted, señor Francia, al igual que aquel a quien cita con tanta deferencia, pero diferente al resto de todos nosotros (criticones de oficio) tiene acceso a la televisión, los llamados Medios Públicos, dígame que ha hecho, ¿sólo morirse de tristeza? Los que morimos de tristeza somos los "usuarios" de esos medios con ciertos programas que no logran superar el nivel de mediocridad.
Amigo, le recomiendo no hacerle el favor a nadie, hagámonos, todos, un favor; no democraticemos nuestras limitaciones u olvidos. Nadie en su cabeza puede tener todo cuanto en este proceso se ha dicho o hecho, pero en Aporrea se ha hablado de todos esos conceptos que nombras y muchos más. Y debo decirte que, aún estando en desacuerdo con muchos, ninguno, que recuerde, ha tratado alguno de esos temas con tal desprecio que lo considere "pura paja".
Habría mucho que discutir sobre su artículo, tan lleno de "ideas", pero hay una en particular que no podría pasar por alto y es precisamente esa particular forma de escribir, que tiene tanta similitud a las expresiones de los funcionarios públicos de cualquier rango, que logra el distanciamiento necesario con eso que tan genéricamente llaman pueblo. Pareciera que basta con pasar a cobrar por nómina de algún ente estadal para automáticamente dejar de ser pueblo y utilizar expresiones como: "mucha gente del pueblo aún no entiende muy bien la idea" Bueno, aceptemos el distanciamiento (el que se va, no hace falta, decía mi abuela), pero, no sé, en esa expresión me siento aludido. ¿Será que las sabias instrucciones de Chávez no se han implementado por que nosotros, el pueblo -brutos que somos- no las entendemos y no participamos o participamos poco en su desarrollo?.
No lo has notado Néstor, pero tú mismo has respondido a la duda. No entendemos por que si ésta es una revolución y además revolución Siglo XXI, que se supone no debe repetir errores del pasado, que debe ser hechura del pueblo, cómo este mismo pueblo está condenado a ser un ente pasivo que debe conformarse con lo que viene de arriba, acabado y perfecto, ideas salidas del cerebro de Chávez, cual Atenea de la cabeza de Zéus (por utilizar el lugar común intelectualoso que seguro te gusta), y ha aceptarlas sin chistar so pena de ser acusados de ingratos criticones de oficio. Nosotros, amigo Francia, creemos en lo que se nos ofreció PARTICIPACIÓN Y PROTAGONISMO, queremos ser partícipes y protagonizar, APRENDER a gobernar como pueblo en esta revolución que está llamada a ser diferente y a permanecer en el tiempo. Creemos en aquella idea sencilla y profunda del maestro del Libertador y de todo el pueblo venezolano: O inventamos o erramos.
Saludos.