Ahora que le hemos demostrado a Europa que sí somos cultos, que sabemos interpretar a Mozart, Mahler, Stravinsky, Wagner, Chopin, Verdi, etc., que ya no distraemos muchos recursos en la música popular y que si nuestros pemones siguen tocando maracas, en vez de los violines que bien les enseñamos a tocar, es cosa de ellos y no de nosotros, los que estamos anhelando ser una potencia y salir, al fin, de este tercermundismo.
Ahora que todo se ha trastocao como en el viejo tango de Discépolo y la tortilla se ha vuelto con reyes pedigüeños y pueblos ricos hasta ayer pobrísimos.
Ahora que parece que hemos tomados decisiones más maduras y menos traídas por los cabellos
Ahora que a los latinos se nos enfrían los dientes por los felices que somos y no hay amenaza (“se acabó la regaladera”) que nos entristezca.
Ahora que, después de tanta espera, por obra y gracia de la ONU se han exorcizados nuestros diablos y se han asimilados al socialismo y Fidel está “completamente de acuerdo si a eso le llaman cristianismo”
Ahora que ya casi no nos quedan estados azules para pintar de rojo-rojito ni razones que esgrimirle a Obama para convencerlo de que los venezolanos no estamos sometido por ninguna dictadura y sí votadera y que no se preocupe tanto por nosotros porque se va a poner más flaco de lo que está.
Ahora que todo el mundo da clases magistrales y saben lo que hay que hacer para acomodar este país, que hay cristianos condescendientemente marxistas y marxistas rabiosamente cristianos, que hasta Carola habla de comunismo y diserta sobre política de la buena.
Ahora que la derecha en este país empieza a reflexionar y a respetar al presidente, atemorizados por el conjuro de Maduro.
Ahora que los empresarios parecen verle el queso a la tostada de Unasur, Alba y demás organismos de integración regional que les hace lucir una mirada radonskiana.
Ahora que al fin se prohibirá la venta libre de armas en Gringolandia y se acabara para siempre los asesinatos masivos de niños y jóvenes escolares, porque los maestros estarán armados hasta los dientes para matar a cualquier niño o joven escolar que ose matar a los otros niños y jóvenes escolares.
Ahora que nos sentimos cada vez más seguros en la medida que las gobernaciones son asumidas por militares y ex ministros de defensa.
Ahora que todo el mundo espera una solución a lo Deus ex machina y sueñan con que para el último momento de la proclamación en Enero se aparezca Chávez contento y orondo para satisfacción de todos (los chavistas, por supuesto) y a enmendarle la plana a todos los que desde el 16 no hacen más que sacar cuentas y contar los días que faltan para que el CNE convoque nuevas elecciones.
Ahora… ¿por qué no dejamos de lado los rezos, dejamos tranquilo a Chávez y le damos el tiempo necesario para que se recupere del todo y asumimos nuestras responsabilidades de una buena vez, empezamos a discutir lo verdaderamente importante y necesario para que este proceso no retroceda, para sentar las bases teóricas que permitan dilucidar nuestras metas, la caracterización de esta revolución que nos ilumine el camino a seguir y cómo salvar los peligros que nos asechan, discutir, por ejemplo, cómo lograr nuestra verdadera participación, como pueblo, en la construcción del socialismo?
¿No estaremos acostumbrándonos a que nuestra rol en este proceso solo sea una apuesta constante de ganarle a la oposición elecciones mientras se trata de resolver los grandes problemas del país a punta de billete?
Jutor2000@gmail.com
Valencia, 20 de diciembre de 2012