$400 la hora o nada

Recién tuve una revelación, o mejor dicho, un “flash.” Estaba pensando en dos de mis muy buenos amigos de la juventud, quienes somos casi como hermanos, y que viven en Canadá. Uno es un “famoso” director de películas, programas y publicidad televisiva estadounidense, y el otro es un “famoso” tipo financiero con algo como 5 títulos y que cobra un mínimo de $400 la hora por el trabajo que hace evaluando (business valuation) empresas y corporaciones internacionales, particularmente en lo relacionado con la venta y compra de las empresas y los litigios millonarios en este aspecto. En un día él se gana el equivalente de lo que yo gasto para vivir en un año, para que vean lo que el capitalismo ha creado en este mundo tan necesitado. Imagínense que él, siendo (o fue) miembro de la directiva de MENSA, la organización de “genios” del mundo capitalista, un día invitó a un gran amigo nuestro, un verdadero genio, a la casa del presidente de MENSA para una reunión con otros miembros de esa organización, porque quería que nuestro amigo sea ingresado a la fila de los otros “cocos” gringos. Yo también los acompañé.

Durante la reunión, que fue afuera en el patio, con parrilla y cerveza, y con la presencia de alrededor de 30 miembros, el presidente de MENSA distribuyó un rompe cabeza muy complejo para ver quien pudiese encontrar la solución. Nuestro amigo, medio borracho, fue el único que pudo resolver el problema en menos de 5 minutos, y cuando el presidente le preguntó si podía hacerlo al revés, nuestro amigo le dijo que sí, y dentro de unos 10 segundos, lo hizo. Todos estos “cocos,” doctorados, maestrías, y profesionales capitalistas quedaron espantados, aún, avergonzados - poca gente son admitidos en esta organización de la élite intelectual norteamericana, y aún menos un tipo como nuestro gran amigo, un autodidacta sin títulos, disléxico, sin casa, sin carro, e incapaz de trabajar como empleado de nadie. El se negó la invitación a ser miembro, mandándolos todos al diablo, fue bastante cómico verles las caras de sorpresa y rabia a esos miembro “élite” de MENSA.

¿Por qué ocurre esto?

Nuestro amigo, me acuerdo muy bien, se había dado cuenta a una muy joven edad de la manera que el mundo occidental funciona, de como el capitalismo esclaviza las mentes, siempre por ganancia, para la explotación, es decir, explotan a las “mejores” mentes para usar sus grandes ideas para enseguida explotar a la mayoría de la población, es decir, a los “estúpidos.” Pero, por ser tan inteligente y por haberse negado de ser esclavo mental de los capitalistas, a este “coco” el gobierno de Canadá y Estados Unidos lo persiguieron toda su vida, hasta hacerle la vida casi imposible. Le ofrecieron pagar sus estudios universitarios y trabajar para las más grandes empresas del mundo, lo buscaron para trabajar para el NSA, y para los servicios secretos, pero el se negó a todo, mandándolos al diablo cada vez que se acercaban. A lo largo, porque nuestro amigo empezó a hablar demasiado, vulnerando el sistema capitalista, sus ilegalidades, engaños, estafas, esquemas de asesinatos al nivel internacional, etc., trataron de matarlo, una vez dejándolo por muerto. Pero sobrevivió, y vive ahora más o menos tranquilo, escondido en las montañas, lo más lejos posible de la maldad capitalista.

La gente en su entorno, y aún su familia, siempre le decían, “Pero si eres tan inteligente, deberías ser multimillonario. ¿Qué te pasa?,” pero casi nadie lo entendía, porque la gran mayoría de la gente piensa que la inteligencia equivale al dinero. Eso es el esclavismo mental del colonialismo capitalista, y es una gran maldad hacia la humanidad. Imagínense cuantos miles de otros “cocos” como nuestro amigo existen a través del mundo, que no tienen títulos universitarios, que son pobres, excluidos, marginados, o que se suicidaron.

Nuestro amigo nos ha enseñado varios conceptos de como generar energía/electricidad de manera que necesite relativamente, a largo plazo, poca inversión, infraestructura y mantenimiento, pero si se atreve a tratar de desarrollar esta nueva/vieja tecnología, lo asesinarán, de verdad, así como poco a poco mataron a Nicola Tesla, quien “invento” el sistema de electricidad que conocemos hoy en día, y muchas otras cosas que hoy en día se usan.

Tantas ideas, principios científicos, y tecnologías ocultadas por el sistema capitalista se han ido al gran cementerio del capitalismo salvaje, cuando esta tecnología pudiera haber salvado millones de vidas.

Le preguntamos a nuestro amigo, “¿Y porque no te empatas con científicos reconocidos que trabajan en este ámbito?” y su respuesta fue muy contundente y certera, “No, aún los científicos, lavados del cerebro por el colonialismo capitalista se burlan, y no se atreven. El tiempo para la apertura mental y creativa de la humanidad no ha llegado todavía. Mira las guerras, la destrucción, la muerte, el hambre, la explotación. ¿Como se puede desarrollar algo positivo para la humanidad cuando todo, absolutamente todo, la propiedad intelectual, la educación, las leyes, rodea alrededor del colonialismo capitalista salvaje? Nuestras mentes son esclavas, nuestros cuerpos, nuestras almas, nuestros deseos, y nuestros sueños aún. El tiempo no ha llegado.”

Yo soy escritor, y como nuestro amigo, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos también me han perseguido por tener una boca inmensa, exponiendo sus maldades al mundo. Mis dos amigos, el director y el financiero, a veces me preguntan por qué no regreso a Canadá, y cuando les explico por qué, se callan la boca, no lo pueden creer, pero sí lo creen, y los saben, ellos son esclavos, ricachones, del colonialismo capitalista salvaje.

Los “cocos” que no se subyugan al colonialismo capitalista salvaje son condenados a desaparecer aplastados, poco a poco, como nuestro amigo, como Tesla, y como tantos otros, campesinos, amas de casa, abuelos y abuelas, jóvenes, pobres, como Chávez, hasta que no les quede una gota de vida – a la nada - al cementerio mental del colonialismo capitalista salvaje.

$400 la hora o nada.

oscarheck111@yahoo.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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