¿Hasta cuando vamos a seguir callados?

Es así como entiendo nuestra historia. Primero llegaron los españoles, a esta tierra donde los Pueblos vivían en armonía con la naturaleza, sin que nadie sea dueño de alguna tierra – el concepto de la propiedad no existía. Los españoles vinieron con la idea de “la propiedad” y por la fuerza, la matanza y la esclavitud, se apoderaron de nuestras tierras, y se declararon dueños.

Después, los hijos de los españoles e Indígenas, y los criollos descendientes de los españoles, decidieron que los españoles eran ladrones, acaparadores, injustos, terratenientes, abusadores, etc., y decidieron montar una rebelión para sacar a los españoles del poder y mandarlos de vuelta a España o a cualquier otro lugar que no sea Venezuela.

Así, me parece, fue nuestra historia hasta ese momento, y es cuando apareció Simon Bolivar, quien tenia en el corazón, en la mente, y en sus sueños no solamente de enfrontar los abusos de los españoles y de la élite criolla, sino que él se imaginaba un Pueblo unido, sin que existiera una oligarquía criolla que remplace la élite española y que siguiera dominando al venezolano y venezolana común y corriente.

Pero así no fue, a Simon Bolivar los “vivos” criollos lo traicionaron.

Se habían dado cuenta que al sacar a la élite española, ellos mismos podrían acapararse de las tierras, pero también se dieron cuenta que al acapararse de las armas, municiones y fuertes de los españoles en territorio venezolano, los Indígenas, a quienes se les había robado las tierras en primer lugar, no se atreverían a montar una rebelión. De todas maneras, sabían que se había asesinado a miles de Indígenas, y que la mayoría de ellos se habían ido a vivir en las montañas y a los campos lejanos por temor de ser esclavizados, torturados, violados y asesinados. Les salio bien a estos “vivos” criollos y sus descendientes – y así fue – hasta que llegó Chávez y las cosas empezaron a cambiar, después de más de cien años de sinvergüenza.

Tuve un “amigo” que votó por Chávez en 1998, porque pensaba que con Chávez todo le iba a salir mejor, pero a partir del 2003, empezó a odiarlo, arrepentido de haber votado por Chávez. ¿Por qué? Este “amigo” mio, ya mayor, siempre fue un Adeco y un Copeyano, tenia los dos carnets. Nunca en su vida trabajo, sino que siempre, a través de “contactos” y palanca adeco-copeyana, encontró la manera de ser más “vivo” que otros, y así cobrar nominas paralelas donde pudiera.

Este miserable todavía anda en esto, pero hoy sí tiene que “trabajar” porque no le rinde el dinero robado. Este miserable “vivo” adeco-copeyano, ladrón, malandro, siempre andaba, y todavía anda bien vestido, con ese “look” de Humphrey Bogart, creyéndose superior a la “chusma” de su barrio, donde creció y todavía vive, forzado, porque ya no cae dentro de las nominas paralelas de las cuales vivía jugando caballo, tomando whisky importado, yendo a burdeles, y manejando “su” Grand Cherokee, mientras que nunca llevaba un centavo de comida a la casa – y mientras que el dinero que se robaba de las gobernaciones y alcaldías, o de cualquier otro lado que pudiera, estropeaba y destruía las vidas de los que verdaderamente trabajaban en esas entidades.

Hablo de esto porque me impresiona como esa malandra “viveza criolla,” que viene existiendo desde hace más de 100 años, todavía existe, y por alguna razón que no entiendo, y que creo nadie entiende, todavía andan por allí esos ladrones de carrera. Miren lo que se está descubriendo en Zulia y en Táchira, y en todos lados donde andan los politiqueros de la cuarta. Es increíble. Mientras que estos sinvergüenzas andan robando miles de millones de bolivares de los bolsillos de los trabajadores, nosotros, los “indios” andamos escondidos en las selvas de la sociedad, con ese temor de abrir nuestras bocas para denunciar esta tremenda vagabundearía.

http://www.aporrea.org/contraloria/n221844.html

Tengo un amigo aquí en el barrio que trabajó durante más de 25 años para la gobernación del Táchira como chófer, y en varias ocasiones no pudo cobrar la mensualidad de su jubilación, porque dentro de la gobernación del ladrón que estaba allí, Cesar Perez Vivas, había muchísima gente cobrando nominas paralelas. Por suerte, ahora con Vielma Mora, su equipo está investigando y limpiando la lista de nominas, pero eso también retrasa los pagos al los trabajadores. Lo que quiero decir es que todos esos malandros que andan robando el dinero de los trabajadores son gente sin almas. No les importa un carajo que un trabajador como mi amigo, quien no es nada de rico, y es honesto, tenga que hacer sufrir a su familia a causa de la “viveza criolla,” la cual es simplemente otra expresión para legitimar el robo.

¿Hasta cuando vamos a seguir callados?

oscarheck111@yahoo.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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