En algún punto del camino, entre la empresa o industria que produce el alimento hasta que llega a los anaqueles de los supermercados, el sistema se corrompe. Surge el mercado negro y con él, empieza el desabastecimiento y la especulación con los precios de ciertos productos.

Desde hace meses se ha hecho difícil conseguir en los supermercados alimentos con precios regulados como: El arroz blanco, aceite vegetal, harina PAN, azúcar, margarina, pañales para bebé, pasta y pollo. Sin embargo, sí están presentes, pero con un sobreprecio que, en algunos casos, triplica el costo oficial del producto en los mercados.

La problemática del desabastecimiento y la especulación ha sido tan grave que el propio Gobierno Nacional tomó cartas en el asunto y lanzó el Plan Nacional Contra el Acaparamiento y la Especulación.

La escasez de varios rubros se debe al acaparamiento de alimentos por parte de las grandes empresas, y algunas de esas ya han sido sancionadas, luego de que se comprobara que almacenaban comida.

En este sentido, cada camión cargado de alimentos sale de una determinada empresa del interior del país sólo cuando la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (SADA) le otorga la Guía de Movilización, la cual se refiere a la única ruta que el vehículo debe seguir para llegar a su destino, sea un supermercado u otro establecimiento autorizado por el Gobierno Nacional para expender los alimentos.

Una empresa llena un camión con ocho toneladas de harina de maiz, cantidad que será entregada en un establecimiento específico. Pero resulta que en el lugar destinado deja sólo cuatro toneladas, y la otra mitad del cargamento la lleva, de manera fraudulenta, a otros sitios.

Además, algunos medios de comunicación han promovido una campaña de desabastecimiento, en el sentido de sostener la falta de algunos rubros, con el propósito de generar zozobra e intranquilidad en la población.

Algunas denuncias de supuesta escasez que salen en los medios de comunicación están relacionadas con la opinión particular de un sector privado, se está enfrentando a una situación en que la expresión particular trae una afectación al público, la intención es generar una campaña de alarma para que se adquieran alimentos en mayor cantidad.

El Gobierno Bolivariano seguirá intentando garantizar el abastecimiento de productos al pueblo a través de la cadena de comercialización del Estado y las diferentes ferias que se realizan en todo el país.

Ahora bien, se puede afirmar con seriedad que se desaparecen productos de las bodegas y supermercados, afectando la seguridad alimentaria objetivo primordial del Gobierno Bolivariano.

Para derrotar la corrupción causante del desabastecimiento se debe incrementar el abastecimiento en los Mercales, abastos y supermercados Bicentenarios y Pedevales, así como las diferentes ferias que se realizan en todo el país.

Todos aquellos alimentos cuyos precios el Gobierno Bolivariano ha regulado para hacerlos más accesibles a la mesa del pueblo brillan por su ausencia. Es triste ver con impotencia cómo los dueños de medios de producción de algo tan delicado como los alimentos de todo un pueblo pueden sabotear y hasta constreñir a todo un pueblo, un gobierno y sus funcionarios para ejercer presión en detrimento de los ciudadanos, con la única intención de tener el poder económico, y político. De manera que; lo peor de todo, es que este saboteo viene ocurriendo en época de elecciones o ahora en la recuperación de la salud del Presidente.

El abastecimiento es un tema político y no económico, hay quienes pretenden, a través de la economía influir en la política, en el mes de enero mostró un comportamiento atípico en el consumo al registrar un alza del 30 % en la compra de productos puntuales de la canasta básica, el Gobierno debe tomar medidas para asegurar el suministro de alimentos a los venezolanos, esa hegemonía que existía en los años 2002 y 2003, cuando paralizaron la venta de alimentos para causar una desestabilización política, ya no la tiene y no lo pueden volver a hacer, por otra parte, se está enfrentando una situación en que la expresión particular trae una afectación al público, de forma que, generan una campaña de alarma para que se adquieran alimentos en mayor cantidad.

Pero también es justicia señalar el extraordinario esfuerzo que realiza el Gobierno Bolivariano Nacional y Regional para garantizar la seguridad alimentaria.


Profesor Titular de la UNERG

luischacinchacin@gmail.com