Y esta tarde cuando venga Noel, entonces…

Y cuando vengas Noel, cuando vengas, ojalá te reciban con el corazón, ojalá haya mucha conciencia. Soy pesimista, quizá porque he visto más chaquetas que conciencia, pero pese a ello, estoy seguro que habrá gente buena y noble esperándote, gente que ha sufrido, no como tu sufristes y ni se diga de tu viejita Zenaida, gente que estará contigo de corazón y conciencia, de palabra y alma sin ninguna aridez en la ternura. Estos, como diría Bertol Brecht serán los imprescindibles, los otros solo …expertos en actos públicos, oportunologos de siempre. Los primeros, camarada, los primeros, entenderán los huesos como lección, coincidirán con el trovador y su trova y descubrirán que en el calcio del hueso / hay una historia / desesperada historia / desmadejada historia / de terror premeditado /que habrá que contar. Ellos, los del corazón, los del alma, los del sentimiento de verdad, verdad tendrán una especie de monte sacro interno y juraran buscar la conexión íntima entre tus huesos y la urgente necesidad del aire puro para que sobreviva el abrazo solidario, el beso fiel, la flor, la oración armada…”en el lugar preciso de la cicatriz”. (http://www.youtube.com/watch?v=cEV1J0IJBIg)

Los segundos Noel, aquellos que se han hecho expertos de las ocasiones, sólo sentirán la necesidad de figurar y entenderán lo óseo sencillamente en la simple vista como sólo huesos y sospecharán de todo aquel o aquella que hable del séptimo mandamiento, o del sexto, o del octavo, o de alguno. No entenderán el calcio y harán sólo lo que mejor saben hacer … ”perfumar la mierda”.

Que los que hablen de ti, camarada infinito, que los que hablen de ti lo hagan más allá de la lírica metafísica, es decir, sin dejar al margen todo lo que te ha pasado y lo que hemos vivido para que todavía a estas alturas nos supure Yumare, Cantaura, Puente Llaguno como una llaga viva pero con la esperanza descubierta ya –gracias a un tal Hugo Chávez Frías- de que no hay mejor rifocina que el gigantesco corazón de un pueblo, de la patria ternura y por sobre todo de una madre como la tuya hecha con pedacitos de luna, un poco de arcoíris y pequeñas dosis de brillo de sol, de brillo de mar con una pizca de nuestras selvas y montañas.

Tus huesos camarada, tus huesos nos muestran hoy en los tuétanos hasta donde tenías internalizado el amor, el compromiso y la militancia de verdad, verdad. Amabas hasta los tuétanos, -porque tiene que amar todo aquel que da su vida por los demás- luchabas hasta los tuétanos y por eso de huesos presente haces justicia sobre el ”adiós no reclamado”, “el horror no solventado”.

Ojalá, ojala que los que te hagan guardia de honor tengan honor o por lo menos un poquito de honor, o por lo menos más honor que dinero –estos serían los verdaderos ricos-. De lo contrario, yo sé que hasta los cirios no podrán contenerse en su metástasis de fuego para ser un signo de tu tiempo que diga alma adentro como invocando a aquel carajo grande de paraguana que se atrevió a cantar “no hay distancia, ni tiempo cuando el cariño es sincero” y reclamará allí AMOR SINCERO.

Habrá de todo Noel, habrá de todo, unos irán a ver si realmente estás muerto, otros comprenderán que vida tan grande nos has dejado como para repartirnos y que alcance para todos, y tu viejita, tu viejita nunca estará tan acompañada como nunca, ni nunca como siempre, tan acompañada que nos asaltará la sospecha porque Zenaida en su vía crucis no tuvo tantos tan cerca como ahora y pensar que tan sola la dejamos con un sufrir tan larguirucho de tanto tiempo. Y entonces se comprenderá realmente la diferencia entre lugar físico y lugar espiritual, entre yeso y Jesús histórico y los que se arrecharon con Dios hace cuarenta años revalorizaran el concepto de Dios desde el significado del cristo roto para hacer convulsión la esperanza en un credo por Noel más allá de la consigna y del partido en una bienaventuranza militante, una especie de sermón de la novena –para ser alusión a aquella carrera de El Tigre, aquella esquina de donde nunca te fuiste: Bienaventurado aquel que asuma a Noel como militante infinito en la madre buena y en corazón de los hombres y mujeres que creen en el surco y la semilla, porque de ellos será el socialismo que viene, de ellos la patria buena.

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Nelson España

Miembro del Frente Antiimperialista de la Zona Sur - Anzoátegui

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