Ya es tiempo que los economistas, ante lo determinante para el futuro de los pueblos, en que se ha convertido la crisis económica del mundo capitalista, no se anden por las ramas y utilicen su habilidad y estudios a divulgar los verdaderos orígenes de la crisis.
Los consumidores, hoy tenemos más conciencia de los hechos políticos y sus consecuencias. Debemos admitir que del factor económico y su diversidad tenemos muchas debilidades. Porque es todo un sistema – del cual somos parte fundamental, pero no lo asumimos – que funciona interconectado a valores monetarios que aplican la lógica del conocimiento, motivo, renta de quien espera lucrarse de su fuerza laboral. Si a todo esto se suma las distorsiones en el circuito productivo y la tergiversación de la razón comercial del producto de su trabajo, se entenderá que el también consumidor, que también paga la inflación, le resultara nada fácil racionalizar el por qué de los hechos llamados económicos.
Los consumidores esperan que los economistas expongan la verdad económica de por qué después de 150 años de iniciado el proceso de industrialización, existen desequilibrios comerciales que se convierten en económicos ¿Cuál es la causa? ¿Cuáles son las consecuencias?
Como no se puede separar objetivamente lo político de lo económico (comercio) esperamos que sus análisis no sean solo interpretaciones mecánicas de los hechos. Los problemas que se generan al producir y distribuir bienestar con justicia social y riqueza, evidencia que la razón lógica de los pueblos, que la equidad, que el deber con la justicia natural y que la letra de la leyes, han estado ausente en las relaciones de explotación de los recursos naturales, producción y comercialización. Expliquen cual es la causa del desequilibrio, seria de mucha utilidad para la conciencia político económica de todos, para comprender por qué después de más de 100 años de exportar petróleo, los empresarios no invirtieron en diversificar la industria de bienes.
Las crisis económicas (comercio) van apareadas a crisis política o viceversa. Se han resuelto con guerras, con fusiones de grupos económicos, en corporaciones trasnacionales, con auxilios financieros de Gobiernos (Banco Central) al sistema económico, pero que al final de las cuentas no resuelven el origen de la crisis, porque lo que se genera es una mayor deuda a esos Pueblos-Naciones, que se ve reflejada cada año con un incremento en el déficit fiscal, lo que se traduce en desmejora en todos los servicios de salud, educación, desempleo, inflación.
En nuestro caso, Venezuela, el consumidor conoce la participación activa de industriales y grandes comerciantes en el Golpe de Estado a la industria petrolera en el 2002, desconociendo la nueva realidad política desde 1998. Fracasado su intento, se dedicaron a cerrar empresas, reducir personal, sacar dinero del país, originando escases de productos básicos, acaparamiento y especulación.
No le dejaron al Gobierno otra alternativa que incrementar el gasto público y masivas importaciones ante la paralización de la producción de alimentos por los privados. Estos hechos demuestran que no es el gasto publico el origen del acaparamiento, de la especulación, de la deslealtad con el País cuando se ataca el valor del Bolívar en el llamado mercado paralelo, ocasionando su devaluación sistemática.
Responsablemente el presidente Chávez, tuvo que recurrir a regular los precios y el mercado cambiario; al subsidio de los alimentos básicos (Mercal – Pdval)
Para finalizar le hare a los economistas otra pregunta: ¿es lógico que si en New York o en Inglaterra o Alemania existiera control de cambio, sus Gobiernos tolerarían un mercado paralelo?
Yo, como simple consumidor opino que no es lógica su existencia. Estos empresarios que han estafado al estado con dólares de CADIVI y SITME para venderlos en el mercado paralelo, son los mismos que tienen en el exterior cientos de millones de dólares. Queda evidenciado que es falso que el Banco Central no abastece suficientemente el mercado cambiario.
El origen de la crisis es otro. Ellos están conscientes del daño que ocasionan a la economía del país.
Los consumidores debemos tener confianza, que se va a ser más eficiente en el nuevo ajuste cambiario, al ser integrado y automatizado. Que se fiscalizara el uso de los dólares, se evitara la estafa continuada que sufría el Estado. Así como debemos comprender que es urgente ser más rigurosos para que las ayudas económicas sean para los y las necesitadas.
Igual, el pueblo en general comprenderá la necesidad de sincerar progresivamente el precio de la gasolina.
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