En 1974 Milton Friedman, lidero la transformación capitalista más audaz que se haya realizado en algún país. Sus conocimientos fueron aprovechados, para aplicar después del cruento golpe militar contra el gobierno de Salvador Allende, un paquete de medidas y hacer de Chile un país de economía neoliberal: reducciones de impuesto, libre mercado, privatización de los servicios, recortes en el gasto social.
El país austral fue la gran probeta del nacimiento oficial del llamado capitalismo del Schok, que en términos generales expresa que “solo una crisis, - real o percibida-, da lugar a un cambio verdadero”.
En términos del impacto geoeconómico y de las posibilidades reales de expandir su doctrina económica, Friedman, requería un país más grande y con mayor riqueza que sirviera para exponer y convencer a un sector de la élite depredadora estadounidense que el llamado capitalismo del desastre podía aplicarse legalmente.
Los técnicos del FMI y el Banco Mundial, muchos de ellos discípulos suyos en sus cátedras de economía, ofrecieron un compendio de países árabes que por su valor energético lucían llamativos. El ojo de águila de Fridman, y sus garras que en definitiva eran las mismas del Tío Sam, se posaron en un pequeño país, descrito como la vitrina democrática de América del Sur.
Casi 15 años demoró la ruta trazada por el Tío Milton, para la prueba de fuego de su Doctrina económica. Durante el trayecto sus ayudantes se vincularon al líder con mayores posibilidades de conducir la crisis y aprovechar el cambio.
A finales de los ochenta Venezuela era un país donde el modelo de acumulación y distribución de la renta petrolera estaba en crisis la tendencia a la ruptura de los vínculos sociales era evidente. El vínculo de participación electiva estaba roto lo cual impedía a los ciudadanos a oponerse o aliarse contra su enemigo natural: La dictadura de los partidos.
El análisis sociológico de la sociedad venezolana fue detallado minuciosamente a la nomenclatura de los Chicago Boys. La rotura de los vínculos sociales fue determinantes para que desde las oficinas de los técnicos del capitalismo del desastre, se tomara la decisión de evitar la aplicación gradual del llamado paquetazo neoliberal, e imponer todas las medidas en tiempo muy corto y de una sola vez.
Sin embargo el criterio economicista de los profesionales del Shock, no valoro en su justa dimensión, la agudización de las pugnas inter burguesas, y el conflicto de orden político económico entre la burguesía tradicional abrazada como rémora al liderazgo de Carlos Andrés Pérez, y la emergente oligarquía financiera agrupada alrededor del tristemente célebre grupo Roraima.
Con el conocimiento de la receta neoliberal la desaparecida RCTV, y el nacional, al servicio de la oligarquía financiera, diseñan una campaña alarmista, tratando de lograr una mejor tajada en la repartición del botín de la renta petrolera.
Los economicistas que hicieron el trabajo sucio a Friedman, no esperaban y aún hoy a 24 años no han logrado comprender la reacción del pueblo que en las calles y en abierta confrontación, y gracias a esa reacción logró vencer el primer intento mundial por implantar el llamado capitalismo del Shock por las vías legales. Sin duda que la hazaña del 27 de febrero de 1989 no ha sido estudiada y entendida en la dimensión histórica de lo que representó para los pueblos del mundo, porque debe haber logrado Milton, su cometido sin duda ya muchas naciones estuvieran bajo un régimen de servidumbre y de esclavitud como no ha conocido la humanidad.
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