El ex presidente venezolano Hugo Chávez Frías demostró durante su mandato que cuando existe interés político para cambiar la situación de pobreza que durante siglos han experimentado muchos pueblos de Latinoamérica por la acción de otros países más poderosos que saqueaban sus riquezas, la situación económica y social de la mayoría se puede revertir hacia condiciones mejores.
Unas de las primeras medidas que tomó poco tiempo después de llegar al poder en 1999, fue la nacionalización de la empresa petrolera PDVSA y de los sectores eléctricos y telecomunicación lo cual permitió recuperar la soberanía energética y garantizar al pueblo el acceso a los fundamentales servicios.
Recordemos que durante el llamado período de apertura petrolera que tuvo su auge en 1990 gran parte de los recursos energéticos pasaron al control y administración de las compañías extranjeras las que sacaron del subsuelo miles de millones de barriles de crudo, y el enorme capital obtenido fue a parar a manos de ricos empresarios nacionales y extranjeros.
El desfalco de la principal riqueza venezolana fue fabuloso pues los convenios estipulaban regalías del 1 %, sin abonar impuestos. Las empresas extraían el crudo con un costo de producción entre 4 y 6 dólares y lo vendían al Estado venezolano a unos 25 dólares.
La República Bolivariana tiene actualmente reservas probadas de crudo por 316 000, de estos 235 000 millones en la Faja del Orinoco.
Con las utilidades obtenidas del crudo y para diversificar su desarrollo económico, se han creado o en proceso de construcción más de 300 fábricas entre las que se encuentran, pastas alimenticias a base de arroz y de maíz, aglomerado de madera, artículos de higiene del hogar, balanzas métricas, tractores, aviones, autobuses, botes, calzados, camiones, celulares, envases de vidrio, medicinas, motocicletas, motores diesel.
También se construyen industrias de motores para electrodomésticos, piezas sanitarias, plantas para asfalto, tubos plásticos, transmisores, televisores, computadoras, videos, utensilios de cocinas, ensamblados de ascensores, tejidos de puntos, tarjeta impresa y productos troquelados.
Con una tasa de crecimiento en 2012 de 5,5 % del Producto Interno Bruto (PIB), ese aumento va en constante correspondencia con el bienestar de vida de su población debido a los innumerables programas sociales que se han puesto en acción.
Uno de los índices más destacados es que la tasa de pobreza general bajó según la CEPAL del 60 % al 26 %; y la pobreza extrema de 29 % a 7 %.
Pese al intento de golpe de Estado ocurrido en 2002; al sabotaje contra la industria petrolera entre diciembre 2002 y febrero de 2003; a la crisis económica mundial iniciada por Estados Unidos en 2008 y a las campañas difamatorias de la derecha venezolana, destaca otra cifra por encima de esas acciones: El PIB por habitante pasó de 4 100 dólares en 1999 a 10 810 dólares en 2011.
Numerosos son los logros sociales alcanzados por el gobierno de Hugo Chávez. Se lanzó la Misión Barrio Adentro para la cual se instalaron 6 700 módulos de atención primaria, alrededor de 500 centros de diagnóstico integral, más de 550 salas de rehabilitación y unos 40 centros de alta tecnología.
La atención médica gratuita se hizo asequible a toda la población (aunque no se eliminó la privada). Se han ofrecido 534 millones de consultas y se han salvado más de 1 700 000 vidas en los últimos ocho años. Solo la Operación Milagro devolvió la visión a 1 500 000 venezolanos.
La tasa de mortalidad infantil bajó de 19,1 por mil nacidos vivos en 1999 a 10 por mil en 2012 y con la extensión de los programas sanitarios continuará bajando según los expertos. En ese mismo período la esperanza de vida pasó de 72,2 años a 74,5 años.
Como parte de un programa de distribución de alimentos subvencionados, 4 000 000 de niños y adolescentes reciben alimentos en las escuelas y liceos, lo que ha permitido reducir la desnutrición infantil en un 40 %. Además, 2,100 000 ancianos reciben pensión de por vida.
En los últimos 13 años, se han edificado alrededor de 700 000 viviendas; se llevaron los servicios de electricidad, agua potable y alcantarillado a miles de hogares con mínimo costo para sus habitantes.
Las nuevas construcciones de fábricas, viviendas y empresas de servicio permitieron reducir el desempleo a 6,5 % bien lejos del 16 % existente en 1999.
El acceso a la educación gratuita facilitó que se alfabetizaran más de millón y medio de personas y que la UNESCO declarara en 2005 a Venezuela como libre de analfabetismo.
Otras misiones como Robinson II ha posibilitado a cientos de miles de personas alcanzar la enseñanza media y las denominadas Ribas y Sucre abrieron masivamente las puertas a jóvenes y adultos a la enseñanza superior donde hoy estudian 2,3 millones de personas.
Los éxitos alcanzados en tan poco tiempo, posibilitaron que Venezuela obtuviera el primer lugar del Coeficiente de Gini, o sea, el más bajo índice de desigualdad en América Latina, según la Encuesta de Hogares por Muestreo (EHM), aplicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El informe del INE explica que la reducción del Coeficiente de Gini en Venezuela durante los últimos años, pasó de 0,4865 en 1998 a 0,3908 en el 2011, debido al incremento del salario mínimo, aumento de los pensionados, reducción del desempleo y la gratuidad de todas las misiones sociales lo que se traduce en el mejoramiento de la calidad de vida de los venezolanos.
En las zonas agrícolas se han entregado más de 4 000 000 de hectáreas de tierra a campesinos y a los pueblos aborígenes lo que ha sido factor decisivo para incrementar las producciones del campo y elevar el poder adquisitivo de los trabajadores.
Pero la Revolución Bolivariana no se quedó anquilosada en una urna sino que también extendió su brazo solidario hacia otros países del área. Chávez decidió en 2005 fundar PETROCARIBE que desde entonces entrega cuotas de combustible subvencionado a los 18 miembros del grupo lo que posibilitó aliviar los gastos económicos para esas pequeñas economías.
Un año antes, en diciembre de 2004 los presidentes de Cuba y Venezuela se reunieron en La Habana para fundar el ALBA como forma de integración y unión de América Latina y el Caribe basada en un modelo de desarrollo independiente con prioridad a la complementariedad económica regional, que permitiera la voluntad de promover el desarrollo de todos y fortaleciera la cooperación mediante el respeto mutuo y la solidaridad.
Estas son, a grandes pinceladas, algunas de los logros económicos, sociales y políticos obtenidos durante los 14 años de gobierno Bolivariano. Tratar de negarlos se hace imposible pues como dice el viejo adagio: No hay peor ciego que el que no quiere ver.