El derecho de réplica consiste en que si alguien es aludido en un artículo, noticia o reportaje, en una forma que considera inadecuada, mentirosa, calumniosa, manipuladora, el aludido tiene derecho a aclarar en un derecho de réplica lo que considera es su verdadera situación. Si nadie es aludido directamente no se aplica el derecho de réplica, sino la elaboración de artículos en los que se muestren sus desacuerdos. Réplica es la que yo he hecho y hago, porque en los artículos señalados lo que se hace es insultar, ofender, calumniar, tergiversar, sin existir argumentos de ningún tipo. Estos inquisidores del presente, y que defensores del socialismo del siglo XXI, se valen de la impunidad que existe en el país para ofender a quien sea, siempre y cuando lo haga el gobierno o sus simpatizantes. No responden por la difamación ni por las injurias, están protegidos y en estos casos hasta los cobardes se envalentonan.
En el caso de Mayorca, insiste en torcer mis palabras y acomodarlas a sus intereses, quizás no totalmente políticos. Primero me dedicó una sarta de improperios, a los que llamó “réplica”. Mucha gente me escribió para saber de qué se trataba, pues de su lectura no se podía saber qué era lo que le habían dicho que no le gustó. Ahora, más recientemente, vuelve con el mandado de continuar sus descalificaciones y comienza por la mejor para sus inocentes intereses. Decir que estoy descalificando a Maduro en esta coyuntura electoral, a pesar de que en el artículo objeto de su encono dejé claro que mis observaciones no tenían carácter electoral, pues no tengo opción en las venideras elecciones. Sin dudas que algo he dicho que no ha gustado a gente importante, no necesariamente en el Gobierno sino alrededor del mismo, donde se hacen los negocios.
No voy a repetir lo que ya he dicho, voy a señalar las interpretaciones desviadas y las derivaciones hechas a su conveniencia por este ejemplo del pluralismo y el respeto. Primero: no me ofende colocándome como partidario de la meritocracia, pues esto lo que significa es que creo en los méritos de las personas y las califico de acuerdo a los mismos. Valoro en la gente sus cualidades, virtudes, decoros y valías, independientemente de sus posiciones religiosas, ideológicas, políticas o económicas. Para otros, la posición política es lo más importante o la religiosa o la pertenencia a un círculo de mafiosos. Para mí no es así. Lamento mucho si algunos no me acompañan en esta opinión, pero es mi opinión y tengo todo el derecho a sostenerla y defenderla.
Descalifica cuando dice que nada he aportado al país. Posiblemente no he hecho los grandes aportes del señor de marras, pero eso nada tiene que ver con mi artículo ni con la supuesta réplica a mis planteamientos. Demuestra su condición humana e intelectual cuando saca a relucir un hecho noticioso que ni conoce ni sabe sus orígenes, para utilizarlo ante la carencia de argumentos para rebatir opiniones que le irritan. Simplemente trata de destruir lo que pone en evidencia sus limitaciones ante los demás. Eso sí, como lo dije, bajo la protección de la impunidad existente.
Si no fuera por mis firmes convicciones ideológicas, morales y éticas, y el respaldo de mi esposa, mis hijos y familiares, amigos e incluso desafectos políticos, a lo mejor me hubieran destruido, pues los intereses detrás de esta conjura, todavía presentes y al acecho, son muy poderosos. Pero éste es el tipo de situaciones y personajes con los que hay que lidiar, cuando uno se mete en el pantano, por decir lo menos, de la política venezolana.
Tomé en mi segundo artículo, la nota que me envió un camarada que conozco desde hace muchísimos años, pues la consideré digna de una respuesta y así lo hice. No entiendo como esas consideraciones le han merecido a Mayorca las expresiones: “analista chapucero”, “mediocre científico”, “delirante reconcomiado”, “médico de pacotilla” y otras más, productos de su envidiable intelecto, para las cuales no dio ni un solo argumento ni presentó pruebas. Este tipo de seres son los que más daño le han hecho a todo este proceso desde su inicio y señalarlo ha sido el principal estímulo para esta réplica. No escribo para ellos, escribo para gente distinta, para seres humanos verdaderos.
Termino diciéndoles que así como varios han saltado o los han hecho saltar a escribir en esta forma tan agresiva y descalificadora, nada que ver con el “hombre nuevo socialista” y si con el agavillamiento pandillero, así mismo muchos otros me han escrito respaldando mis planteamientos. Tantos comentarios algo significarán. No me referiré más a este tema.
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