Ni pájaro de mal agüero, ni boca e’ sapo, ni ningún otro epíteto que me puedan atribuir por invocar fatalidades. Es una posibilidad.
Desde que el comandante Hugo Chávez estuvo en campaña electoral en 1998, siempre lo vi sumergido en lo que el llamaba un “mar de pueblo”; desde ese mismo momento expuse mi desacuerdo con ese tipo de contacto tan pero tan cercano, que si bien era saludable y seguro para la gente, no lo era tanto para él.
Sé además, que yo no tenía la exclusividad de aquel sentimiento, muchas personas me expresaron la misma preocupación. Afortunadamente, nunca ocurrió algo grave (al menos que se sepa).
En cuanto a las recientes declaraciones que hiciera Nicolás Maduro sobre las informaciones, acerca de un posible atentado hacia la persona de Henrique Capriles, sobre eso, no voy a referirme porque ¿de que valdría que lo hiciera?
No es que no me importe la seguridad y vida del mencionado, -es un ser humano y si importa- sino que entre otras cosas, ¿que importancia, cual credibilidad, que peso en la palabra pudiera tener el hijo de la viejita Elena, o sea yo? ¿Qué atención pudiera darle el señor Capriles a las palabras de alerta de un “loco enfandanga’o como yo, que lo único que tiene para merendar es cambur, y no todos los días de paso? No, para eso dispone de verdaderos intelectuales, de respetados y reconocidos académicos; como Ibsen Martinez por ejemplo, entre otros, que sin duda son mucho más brillantes que yo. Eso se los dejo a ellos.
En este momento crucial para la república, me preocupa también y aún mas, la seguridad y vida del Presidente (E) Nicolás Maduro.
Todo esto me hace recordar, una oportunidad en la que me encontraba en playa colorada con mi familia. Mis hijos y yo nos bañábamos tranquilamente pero yo tenía la preocupación de los erizos, no fueran a pisar alguno pues habían muchos, les decía: Cuidado con los erizos, cuidado con los erizos y zas, lo pisé yo.
Bueno, eso es lo que quisiera que pensara Nicolás.
Es obvio, existen sobradas razones para intentar cualquier cosa y lograr así desestabilizar el país.
La posibilidad contra capriles de verse frustrada por las denuncias de Nicolas Maduro, pudiera re- direccionar la mira, hacia el otro objetivo de puede causar el mismo impacto, pero con la ventaja para ellos del “segundo pájaro”. Desestabilizar terriblemente el país y acabar también con “el nuevo lider”; el que Chávez escogió y al hacerlo, le aseguró el triunfo en las próximas elecciones. No es descabellado pensar en ello.
Muchos amigos opositores se preguntan y me han preguntado: ¿Por qué forzarían a Capriles a aceptar una candidatura, cuando está tan fresca la derrota del siete de Octubre? ¿Se aprovecharon de su necedad y ambición presidencial, para llevarlo a lo que evidentemente será una nueva derrota, que lo más probable es que lo inhabilite moralmente para aspirar nuevamente? ¿Es solo una jugada de los dinosaurios para sacarlo del juego? o ¿A Qué juega esa dirigencia opositora, la CIA, las trasnacionales? Es como para pensarlo.
Ahora bien, si se cae el plan A...
Aquí es donde vuelvo a manifestar mi preocupación y desacuerdo con la manera de actuar de Nicolás Maduro.
Es de alto riesgo que en esta coyuntura electoral, sobretodo considerando el vacío que tenemos por la reciente partida física del comandante Chávez, exponerse de esa manera –no por el pueblo chavista que lo quiere y lo cuida- sino por quienes saben, lo que significaría una fatalidad de ese calibre para el país en estos momentos.
No nos engañemos, aquí todo el mundo sabe quien va a ganar esas elecciones. Lo sabe EEUU, funcionarios, congresistas y hasta generales lo han dicho. Lo sabe la comunidad internacional, la nacional, la MUD, por supuesto lo sabe Capriles, lo sabemos todos. Entonces es evidente que algo tienen que hacer para cambiarlo todo drásticamente, aunque las nefastas consecuencias las tengamos que pagar el país todo, incluido por supuesto quienes les apoyan. Ya lo demostraron en Abril 2002. Tan grave para el país sería atentar contra uno, que contra el otro.
Pero mucho más allá de los argumentos paranoicos del antichavismo sin causa (que es la mayoría), de las palabras disonantes de una oposición zopenca que se niega a aceptar, a entender, a respetar; existe un país, un país de cuerdos, de un lado y del otro. Ese es el país que te reclama mayores cuidados Nicolás.
Todos sabemos que los motivos para una locura de ese tipo existen, están ahí, son nuestros recursos naturales, nuestro petróleo, que se quieren retomar y no precisamente para obras sociales, ni para solidaridades internacionales. Todos sabemos que a esta gente los mueve el odio por haber perdido el poder político y por ende el ecónomico-parasitario, de manos de un “negro”, los mueve el rencor por haber perdido sus privilegios e incluso, no en pocos casos, los mueve un absurdo complejo de superioridad.
No es descabellado pensar que atenten contra Nicolás Maduro. Tiene un respaldo mayoritario y eso nos tiene que llevar a pensar, hasta que punto los EEUU están dispuestos a “calarse” 14 años más a otro Hugo Chávez.
Otro Hugo Chávez que también le recibe el cafecito a la gente, el vasito de agua, la empanada y como le dijo Fidel al comandante: Tienes que cuidarte. No de tu pueblo sino de los infiltrados de EEUU, de su tecnología.
Así mismo lo digo yo: Tienes una responsabilidad demasiado grande como para que te expongas de esa manera. El pueblo sabe comprender y entenderá que los cuidados tienen que ser mayores, la realidad y las circunstancias así lo exigen.
Cuidado Nicolás, Cuidado y te matan a ti es la vaina.
El país no lo resistiría.
Dios te proteja.
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