Estimados camaradas socialistas; estando yo, en esta linda mañana de marzo, en mi casa, escribiendo poesía como casi todos los días, y teniendo mi cuenta twitter abierta, leo lo que he puesto como primera parte en el título de mi artículo y les he de confesar que se me ha subido la sangre de una manera tan fuerte y tan caliente a la cabeza que no pude más que ponerme a escribir estas pocas líneas para, no solo dejar mi punto de vista al respecto, sino también dejar más que claro el camino a seguir por todos los que amamos a esta revolución.
Empezaré por decir que esta es una elección entre el candidato de la nada (no vale la pena darle nombre propio a tan infame ser) y nuestro querido Comandante y líder Hugo Rafael Chávez Frías. Es así de claro camaradas y no nos engañemos, es el espíritu de nuestro líder, es el amor de nosotros por él lo que se esta midiendo el próximo 14 de abril, no es una elección política nada más, es una demostración de gratitud y amor; y teniendo más que claro esto se entiende, muy bien, tanto mi calentera, como el título, un tanto largo por cierto, de mi artículo.
Otro punto que no puedo dejar pasar es la elección de 7 de Octubre pasado, que si bien fue una nueva y contundente victoria para nuestro invicto líder, no es menos cierto que quedamos en deuda, que defraudamos, en cierta medida, a ese líder que dio hasta su vida por nosotros; y es así de claro compañeros, lo defraudamos, ya que fuimos incapaces de darle, de cumplirle su mayor sueño, su gran anhelo, su ideal político, que no era otro que el de obtener 10 millones de votos.
Recuerdo esa noche como si fuese ayer, cuando la rectora del CNE decía el nombre de nuestro amado líder y Comandante en primer lugar (signo inequívoco de su victoria) mi corazón empezó a palpitar de inmensa alegría, solo para recibir un baldazo de hielo penetrante tan solo un segundo después, cuando decía 7 millones y pico...me quedé helado, estupefacto.
Reconozco que yo no creía posible llegar a los 10, significaba una gesta suprema y no veía la clara intención en el ambiente, pero 9 millones o en su defecto 8 millones muy cerca de los nueve era una obligación mínima, así que cuando escuché 7 y algo me quede frío...y solo me podía imaginar como se estaría sintiendo nuestro líder ante tamaño fallo de nuestra revolución, de nosotros mismos para con él, y esa, mis queridos camaradas, es la cruda verdad, cualquier otro análisis es mentirnos descaradamente.
Con todo esto entenderán porqué ahora, cuando nuestro líder prácticamente se inmoló en puro amor por nosotros, me sienta tan dolido cuando todos los factores revolucionarios solo vean en las venideras elecciones una continuidad del proceso, tan solo una reafirmación a la revolución, cuando debería ser (y por obligación) una gran muestra de amor por nuestro líder y Comandante, debería ser la gesta, el regalo, la añoranza, que en vida fuimos mezquinos para cumplirle; deben ser -y repito- por obligación, 10 millones por el buche.
Estimado camadas, no nos mintamos, es el legado, el espíritu del Comandante el que está en la palestra electoral, así que a votar y a votar masivamente, los 10 millones es lo mínimo que podemos hacer por la memoria del líder y dejar ya de decir tan solo de los labios para afuera: “amor con amor se paga” y hacer como hizo el creador de esa frase, hacerlo de corazón.
Y ya finalizando solo recuerden una cosa: pobre no vota por rico.
pito0726@hotmail.com