Las profecías humanas también se cumplen

Las investigaciones científicas sobre la causa de la muerte de nuestro Presidente Eterno, Hugo Chávez darán resultados que, de ser ciertas las razones que se han esgrimido de que su enfermedad fue inoculada, no habrá lugar que no sea explorado hasta dar con los culpables materiales e intelectuales de tan horrendo crimen.

Queremos y apostamos por la paz, pero para que la haya, debe haber justicia y justicia terrenal.

Tenemos catorce años luchando por una patria sana. Chávez abrió las compuertas y dejó salir como un raudal, a un pueblo oprimido, adormecido, ignorante, que lo mantuvo en catalepsia. Nos dio las herramientas necesarias para la construcción y defensa de nuestro país y mas allá, siguiendo los pasos de nuestro Libertador Simón Bolívar nos dio Moral y Luces.

No quiero pensar en esos que no han debido nacer lo que les espera, en el fondo dan lástima.

A continuación, transcribo la última estrofa del poema que Argimiro Gabaldón le compuso a Julián Torres, dirigente sindical larense, asesinado cobarde y despiadadamente por las bandas armadas de AD, como muchos otros, en el año 1961.

“Pasen señores, pasen, aquí no ha muerto nadie, apenas estamos velando a Julían Torres, señores, cuando se vayan díganle a los asesinos que la muerte de Julián ya se la hemos cargado a la cuenta y que la iremos a cobrar, que no hay plazo que no se cumpla, que olviden la palabra clemencia, y la deuda completa han de pagar”

monicahernandez007@hotmail.com


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Mónica Hernández


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