Abril: un acto de fe

Los seres humanos somos creadores, creando desde el interior de nuestras propias creaciones, dice Gregg Braden; y es por ello que, según nuestra paleta de creencias, juicios, emociones, sentimientos y valores, nos encontramos por la vida. Recordando esto y teniéndolo siempre presente debemos acudir en masa a ratificar en un acto de fe la cita del 14 de abril próximo.

Aun sobre la tristeza infinita que nos produce la muerte de Chávez, por él y en él debemos acudir a esta convocatoria. Nadie debe quedarse en casa. Pues abril evoca momentos muy duros por la muerte de los compatriotas caídos por las balas asesinas de francotiradores traídos para este trabajo, para con ello después desde los medios de incomunicación, y mediante una puesta en escena burda, que la orden la había dado el Presidente Chávez y así justificar el golpe de Estado.

Nadie creía que podía revertirse aquel golpe de Estado. Estábamos paralizados e impactados: llorábamos la pérdida del líder a manos de los fascistas, sentíamos su rencor y sus ansías de revanchismo. Sin embargo el pueblo armado de conciencia plena de su papel histórico y en un acto de fe ciega acudió en masa y sucedió lo imposible: Rescatamos a Chávez y con esto a la posibilidad de que el proceso revolucionario avanzara a estadios superiores que aún hoy, están por alcanzarse.

Tenemos una habilidad y debemos usarla: la fe y la esperanza inquebrantable en que este es el camino. Intencional y creativamente debemos ejercer la tarea divina que nos tocó jugar, y empoderarnos de este sentimiento y esta conciencia, para ello hay que tener claro este momento histórico. El universo así nos lo reclama. Todos debemos concentrarnos para alcanzar nuestra meta, nuestros más profundos deseos y nuestros más elevados sueños por conseguir un mundo mejor, evocando el ejemplo inquebrantable de Chávez, el gigante Chávez, el faro Chávez, siempre Chávez.

Este 14 de abril fecha significativamente importante para la revolución bolivariana, pues un día como ése rescatamos la esperanza de un pueblo, debemos construir una profunda red de energía positiva en la cual el amor, la fe, la lealtad y la solidaridad sean los protagonistas para que con Chávez a la cabeza ratifiquemos nuestra voluntad de seguir por el camino de la construcción del socialismo y siga ganado la opción redentora de la revolución encabezada por Maduro. Eso solo podremos alcanzarlo si elevamos nuestro nivel de conciencia pura.

Teniendo plena sabiduría del momento, podremos mediante ejercicios de fe absoluta enfocarnos energéticamente, aplicando estas buenas vibraciones y acciones como una especie de tecnología sentimental hacia dentro, que nos permitirá irradiar y permear a todo el país y conseguir un nuevo triunfo: hermoso y contundente. Esa es la verdadera esencia del poder que tenemos, para con ello cambiar nuestras vidas y el mundo.

Este 14 de abril, frente al dolor de la pérdida del mayor Guerrero de luz, todos conectados energéticamente y movilizados en el amor más grande y en honor a su sacrificio de vida debemos en un acto de fe masivo, salir a votar por la esperanza y la certeza que Chávez nos dejó de que existe un camino distinto y posible para vivir en un mundo mejor.

Diría Amaury Pérez: … acuérdate de Abril, recuerda… y que ese sentimiento colectivo tejido en red energética con nosotros mismos, el universo y con Chávez desde su descanso eterno; en un acto de fe masivo, nos conduzca al triunfo.


alecucolo@cantv.net


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María Alejandra Díaz

Abogada constitucionalista y representante del Estado ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Vicepresidente de la Comisión de Justicia y Tutela Efectiva de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (2017).

 @MariaesPueblo

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