El Socialismo es la construcción de una sociedad bajo leyes y ejercicios del aprendizaje muy determinantes, lo que implica que todo el aparataje político debe estar al servicio de las comunidades más débiles para contrarrestar el neoliberalismo. De allí, la lucha de Carlos Marx contra el neoliberalismo y las calamidades que trae a los grupos como unidades familiares.
Una de las claves del marxismo es la lucha de clases, auténtico motor de la historia, cuyo legado fue dado a conocer en 1848 en uno de los textos más influyentes de todos los tiempos y que sigue reeditándose como es el manifiesto comunista. La tensión entre el Capital y el trabajo, como los servicios comunitarios ha dado lugar a otro legado, el del Comandante y presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien trabajó arduamente por unos de sus deseos más anhelados, la industrialización de Latinoamérica con una plusvalía ajustada a una realidad económica y, que los sindicatos y partidos políticos de trabajadores puedan incrementar sus beneficios ajustándose a un tope de salarios, un sistema tributario distributivo y desplazamientos del poder político para evitar codicias e enriquecimiento ilícito.
Es necesario sembrar conciencia. Hacer un nuevo esquema estructural del Estado, romper grietas y corregir arrugas, una transparencia total hacia un equilibrio de la justicia, donde la conciliación es necesaria para dibujar el gran país que soñó el presidente Chávez. La disciplina debe ser institucional, para entender los procesos de cambios que visualiza el Estado.
Hay que impulsar las reformas necesarias para impulsar nuestra economía y flexibilizar los calendarios de importación agroalimentaria, según las estaciones climáticas para mantener una macroeconomía ajustable, sin excesos por el consumismo, los números deben ser exactos, todas estas aplicaciones se encuentran en los viejos registros de la COPRE, y que el Comandante Chávez Frías actualizó para beneficio de la s comunidades.
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