Patria y más patria

El candidato de la Revolución Bolivariana ha realizado una campaña realmente emotiva. En cada lugar visitado durante estos días la respuesta popular, masiva y entusiasta, ha servido para ratificar que nuestros compatriotas han convertido el fuerte golpe que ha significado la desaparición física del Comandante Supremo en una fuerza arrolladora y victoriosa. La mejor manera de cumplir con la sagrada solicitud de convertir a Nicolás Maduro en Presidente de la República.

Hasta el último minuto antes del cierre de la campaña el candidato perdedor pretendió convertir la mentira en carta fuerte de su obsesión. ¡Patas cortas!, dice el dicho popular. Su irresponsabilidad es evidente cuando no fue capaz de ir personalmente a inscribir su candidatura ante el CNE. Peor aún su pretensión de asumir un discurso popular, no acorde con lo que realmente haría en el supuesto negado de ganar las elecciones. ¿A quién pretende engañar este fulanito?.

¿Qué se puede decir de un aspirante a la presidencia que no asume esta responsabilidad ante un compromiso tan trascendente? Indudablemente que esta inexplicable pifia tiene mucho que ver con lo que ha sido su trayectoria de político al servicio de los intereses extranjeros. Recuérdese que su partido nació financiado. Asaltante de embajadas, represor y perseguidor de revolucionarios en los fatídicos hechos de abril 2002. Obsesionado y frustrado desestabilizador. Candidato perdedor. ¿Qué se puede esperar de este guarimbero de oficio?

A partir de este lunes 15-A la historia inaugurada por nuestro eterno Comandante Chávez seguirá su ruta victoriosa. Con los sueños y la esperanza que poco a poco hemos convertido en una agradable realidad, seguiremos por un caminito que codo a codo y palmo a palmo estamos convirtiendo en una gran carretera. La Venezuela de hoy nos presenta un ciudadano armado con una Constitución que pasó todos los exámenes de consulta popular. La Venezuela de hoy ha sobrevivido a partir de 1998 a los más crueles y feroces ataques oligárquicos, al límite de prácticas fascistas. También debemos decir que a partir de 1998, millones de compatriotas comenzaron a sentir los avances en las políticas sociales, como consecuencia de “sembrar el petróleo” de verdad.

Para seguir en la ruta de la reivindicación popular, la elección del compatriota Nicolás es plena garantía de continuación y profundización de la Revolución Bolivariana. Significa continuar con la bandera de la dignidad y la soberanía como legado de nuestros libertadores y de nuestro Comandante Hugo Chávez, a quien le dedicamos la victoria de este domingo 14-A.


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Juan Azócar


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