La era del Chavismo como doctrina política Bolivariana Latinoamericanista no podía insurgir de otra manera: desde el ojo del huracán, agudizando contradicciones históricas de clase, generando controversia y notoriedad a escala mundial.
El 14 de abril se enfrentaron en elecciones democráticas automatizadas claras y transparentes- según los acompañantes internacionales de todas las organizaciones posibles- dos candidatos que representan dos modelos antagónicos no reconciliables, los que apoyan la opción de la construcción del socialismo del siglo XXI y los que optaron por volver al neoliberalismo, digo mas; se encontraron los mas patriotas y los menos patriotas en términos estrictos de la defensa de la soberanía y la autodeterminación.
Los resultados de la voluntad de la mayoría del pueblo, expresado a través del voto parece no ser suficiente para la dirigencia del sector no favorecido, envalentonados insisten en realizar reconteo de voto a voto –asunto que saben que no se puede hacer, pues las auditorias son al momento del cierre- el líder de la minoría violenta sigue llamando a desconocer al ganador –Nicolás Maduro Moros- y al los poderes públicos constitucionales del Estado Venezolano, el doble discurso del excandidato opositor –Henríquez Capriles Radonski- es realmente incendiario e irresponsable, cargado de mediatintas acomodaticias y de ambigüedades sobre la paz del país, esto nos hace entender que se adelanta la muerte política de este cuadro de la derecha y del partido que le apoya llamado Primero Justicia, por eso es el desespero. El camino de la violencia y golpes de estado fascistas para alzarse con el poder, es altamente rechazado por los venezolanos, lo que obviamente defrauda a los electores que depositaron confianza en Capriles. Para presentar desacuerdos al Consejo Nacional Electoral CNE hay canales regulares y canales irregulares.
Por otra parte, nunca antes la oposición ha estado tan cerca de ganar, para esta contienda –indeseada- han obtenido un crecimiento coyuntural electoral exponencial, y aunque se encuentren unidos para la candidatura, para nadie es un secreto las contradicciones de fondo con el excandidato que, para octubre pasado había invisibilizado a la mayoría de los sectores opositores dando a entender que la oposición estaba liderizada por su partido, con dos oportunidades perdidas, esta será la última elección a la que Capriles se pueda presentar como candidato de la oposición que sería para el 2019.
Hasta ahora el resultado del plan del excandidato es de siete personas muertas del lado chavista –condolencias a las familias enlutadas-, quema de centros asistenciales de salud CDI y Mercal, quema de casas del Partido Unido Socialista de Venezuela PUSV, quema de vehículos, toma de avenidas de alta circulación, cacerolazos, guarimbas -quema de basura y cauchos cerca de semáforos- al parecer les gusta el fuego. Este es el libreto del 2002, cuando se crearon las condiciones de calle e internacionales para fraguar el golpe de estado patronal, financiero y petrolero que derrocó por horas el gobierno del Comandante Chávez, los venezolanos recordamos esas horas aciagas que nadie quiere repetir, hoy las condiciones no son las mismas.
Por más que hayamos analizado el escenario de ganar con una ventaja estrecha, no se esperaba tan apretado, para nosotros, que hemos estado acostumbrados –en Venezuela- a ganar con Chávez de manera holgada y contundente. Precisamente esta elección estuvo marcada por la ausencia reciente del Comandante Chávez; por el impacto y dolor por la muerte inaceptable, por el legado –incluido el cuadro de relevo- y testamento político de este gigante reconocido como el mas grande estadista de principios del siglo XXI, por el aprovechamiento vergonzoso por parte de el excandidato de la oposición de los logros de la revolución y por algunos desatinos con el manejo público de la enfermedad del líder de la revolución que generaron rechazo al gobierno.
La Brecha Cerrada de 1,77% es un fenómeno electoral multifactorial, que requiere un análisis en detalle, que merece un artículo completo. El primer acercamiento se centra básicamente en una campaña sumamente corta sin el líder fundamental que presenta a un candidato conocido por la oposición llamado Capriles y uno no conocido por el chavismo llamado Maduro. Asimilar el estilo de Maduro sin compararlo con Chávez fue muy difícil para muchos compatriotas. Nos adelantamos a decir y repetir que el tema de la formación ideológica del pueblo entero tiene tanto peso, que puede mover la balanza.
Nicolás Maduro es el Presidente fenómeno también, pues solo desde marzo encabezó la gesta heroica de la era chavista, empezó muy bien. Empezó ganado las elecciones con el reconocimiento de los poderes públicos nacionales y de todos los países aliados y de algunos no tan aliados, con el paso del tiempo todos le reconocerán. Era de esperarse y debe ser así que los estados del boque unipolar tengan sus reservas, así como siempre debemos tenerlas de ellos.
La nueva etapa de politización y repolarización del sistema estatal Venezolano debe manejarse como el motor que haga avanzar y profundizar nuestra hegemonía. Tenemos un Programa de la Patria que contiene las líneas de acción y un método conocido como las tres erres 3R para revisar, reimpulsar y rectificar los que haya que radicalizar y un legado del Comandante Chávez que presentó a nuestro país como un propia voz y voto en el concierto internacional.
Venezuela se encuentra pariendo el Chavismo con todas las situaciones difíciles y complejas que implica un parto prematuro; se rompió la fuente en el momento menos apropiado, las parteras estaban poco preparadas, la angustia y el ahogo invaden a la mujer preñada, mucha gente a la expectativa nerviosa e intrigante, el nene sano y robusto viene con fuerza y la madre mira al cielo pujando y sudando cierra los ojos para dar a luz.
¡Colectivo Siembra! GPP
Cultivando Conciencia Crítica
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