Hermanos y hermanas. ¿Qué te hice para que me mires con tanto odio cada vez que nos vemos en la calle, cuando hace años que nos conocemos? ¿Solo por ser chavista y Revolucionario?
¿Por qué me tratase de arrollar con tu carro en la Plaza Bolívar durante la apertura de la campaña electoral, cuando estábamos todos reunidos, vestidos de rojo, cantando y bailando, mujeres, hombres, ancianos y ancianas, y niños, uno que casi arrollaste?
¿Por qué me lanzas piedras, qué te hice a ti? Casi me mataste un día en Santa Inés, ¿te acuerdas? Durante el paro del 2002, tú y alrededor de 100 de tus amigo, con palos, gritando, “¡Los vamos a matar a todos!”. ¿Será que te volviste loco? Solo quería pasar por tu barricada para llevar a mi suegra al hospital. ¿Te recuerdas?
¿Por qué, el otro día, cuando hacías tu cacerolazo, enrabiado, allí con tus vecinos, todos llenos de odio, y tú en tu moto, me la tiraste encima? Además, yo andaba en muletas, y hace años que nos conocemos. ¿Qué te está pasando hermano?
¿Por qué tus compatriotas le escupieron a mi amiga que trabaja en el CDI? ¿Qué les hizo ella, y además la conocen muy bien, porque tus amigos utilizan los servicios y medicina gratis del mismo CDI? ¿Y por qué me lanzaron huevos al portón de mi taller, y me escribieron “pato pato?” No entiendo.
¿Qué te hice a ti, hermano?
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