Golpe de timón

Con el triunfo de Nicolás Maduro el 14A, se inició una nueva etapa en la revolución bolivariana, en la cual se pondrá a prueba su capacidad de construir un liderazgo colectivo, que garantice la cohesión de su base social y política conformada a partir del legado de Chávez y, la direccionalidad estratégica de la revolución.

No es casual que la última proclama del Comandante fuese similar a la que hizo El Libertador al presentir su partida. Un dramático llamado a la Unidad. Quizás, porque estaba conciente de la diversidad de factores que se aglutinaron alrededor de su liderazgo y del pensamiento político que nos legó. Este, si bien se nutrió de referentes históricos e ideológicos nuestroamericano y universales, fue el resultado de una permanente reflexión sobre la “praxis“, haciendo el camino al andar”, no de la aplicación de recetas o dogma alguno. Esa diversidad es una gran fortaleza, expresión de una nueva hegemonía política en construcción centrada en los intereses de las mayorías populares empero, también es un permanente desafío para quienes tienen la responsabilidad de maniobrar el timón en aguas turbulentas, bajo el acoso sin pausa de la derecha fascista interna y del imperio estadounidense, la cual ha orquestado un plan de desestabilización y violencia pretendiendo deslegitimar la elección de Presidente Maduro.

Cinco días después del triunfo electoral del 7O, el Presidente Chávez emplazó a sus Ministros a trabajar duro y en equipo para profundizar la revolución. Resaltó la importancia de la crítica y la autocrítica como herramientas esenciales para corregir el rumbo. Exhortó a luchar sin descanso contra el secuestro de las instituciones por roscas burocráticas y contra la corrupción que se anida en ellas. Llamó a trabajar por la construcción del socialismo comunal y a irrumpir contra del tutelaje burocrático del Poder Popular.

Exigió comuna o nada, eficiencia o nada. Señaló la urgencia de “territorializar” la gestión del gobierno, con la participación efectiva de los actores que se mueven en el territorio. Al reconocer que la “nave” estaba desviándose del rumbo, el Comandante ordenó un “golpe de timón”. He ahí el gran reto del nuevo Presidente.


gamarquez2@yahoo.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3321 veces.



Gustavo Márquez Marín

Carabobeño, nacido en Valencia, ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo donde también ejerció la docencia, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez se desempeñó como Ministro de Industria y Comercio (1999), Ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007), Embajador en Austria y Representante Permanente ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena (2001-2004), Comisario General del Pabellón de Venezuela en la Expo 2000 Hannover (1999-2001) y Miembro de la Comisión de Negociación con Colombia de las Áreas Marinas y Submarinas (1999-2001).

 gamarquez2@yahoo.com

Visite el perfil de Gustavo Márquez Marín para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: