Trincheras de Ideas

Se desató el fascismo, sus líderes y su locura

Once años después del terrible 11 de abril de 2002 con aquel golpe de las traiciones y la anti patria vuelve a repetirse una historia, un formato, una violencia parecida por prácticamente los mismos actores. Claro las condiciones políticas no son hoy las mismas que las que existían en aquella época: no hay militares ni generales felones, no existe la CTV, Fedecámaras está reducida a su mínima expresión y el liderazgo ha cambiado de caras, hoy vemos a los jóvenes oligarcas del fascismo amarillo, el relevo generacional desatado, con un relativo poder político, mucho poder económico pero que llevan en sí las perversiones y la decadencia de la clase burguesa: conceptualmente fascistas y potencialmente asesinos, drogadictos, sexualmente promiscuos, tremendamente incultos, sicópatas.

Aquel entonces –como ahora– el golpe fue concebido, organizado, financiado y dirigido por el gobierno fascista norteamericano de George Busch, su ejecutor fue el entonces embajador golpista Shapiro con el apoyo de la estaciones y agentes de la CIA, la embajada norteamericana, el Comando Sur; lo conceptuó y dirigió el embajador yanqui Shapiro, ideólogo y ejecutor/interventor del golpe fascista y aceptado sumisamente por el lacayismo de la burguesía y la pequeña burguesía venezolana. Otros gobiernos como el del narcoterrorista y genocida colombiano Álvaro Uribe, el de Aznar, de España y el mismo gobierno israelí y su policía el Mossad.

Hoy la revolución tiene fortalezas que no tenía ese aciago año de 2002. Aquel golpe, como se sabe, fue la soberbia respuesta de clase de la oligarburguesía y el imperialismo al paquete de leyes habilitantes que presentó el Presidente Hugo Chávez y en los que veían la pérdida progresiva de su poder económico. La ley de hidrocarburos en primer término, que ponía íntegramente en manos del Estado la riqueza energética; la ley de tierras, golpe mortal contra el latifundismo; la ley de pesca, fin de la pesca de arrastre y la destrucción ecológica de nuestros mares.

La alianza hoy de esa oligarquía con la clase media alta y media, media y algunos sectores desclasados del pueblo, con partidos políticos en pleno proceso de decadencia y desaparición, con la participación activa de un liderazgo de relevo generacional descompuesto, degenerado como es el de Radonski, López, Ocaríz, Borges, María Machado; conceptual y políticamente fascistas, que creyeron llegado el momento de dar el zarpazo que estaba preparado desde mucho antes de las elecciones. La campaña electoral de Capriles, como dijo el presidente Maduro, no fue tal sino una guerra mediática de alta intensidad, el objetivo siempre fue descalificar el árbitro y poner en tela de juicio la pulcritud del proceso dejando colar la venenosa matriz de que iba a haber fraude.

Esa campaña donde en la propaganda se descalificó de mil maneras al líder Maduro, se puso permanentemente al proceso como corrupto, amiguista (la propaganda de PJ sobre los “enchufados” que VTV tuvo la torpeza política de transmitir cientos de veces en aras de la “objetividad” y el “equilibrio”). Pero no sólo allí. Hacia el grupo de los adultos mayores hubo una campaña de virtual compra de conciencia al ofrecerles desde aumento de 3 mil bolívares de la pensión del IVSS y el bono alimentario y de medicinas al llegar al poder. Buena parte de ese grupo etario no está políticamente consolidado, viene de la mentalidad cuartorepublicana, adeca, copeyana, muchos veían a Chávez más que un líder y guía político, un caudillo, desaparecido éste su frágil conciencia política se derrumba y es fácil presa de la vieja conseja politiquera en un sector políticamente vacilante. Claro a eso se suma la carestía de productos fundamentales en la dieta diaria del venezolano, los aumentos desorbitados en los precios de todos los productos desde noviembre pasado, la especulación con el dólar y la errada devaluación.

Esos fueron factores que incidieron en la mentalidad vacilante de grupos ideológicamente vacilantes, políticamente frágiles, manipulables, que fueron tocados tanto por la campaña que hacia ellos dirigió el fascismo como antiguos compañeros de militancia. Pienso que fueron un porcentaje de esos sectores que se desplazaron para la derecha en esos 700 mil votos que perdimos.

Por supuesto hubo un voto juvenil igualmente manipulado, sobre todo de la clase media, pese al altísimo esmero y cuidado que hacia la juventud ha tenido la revolución bolivariana en áreas claves como el deporte, la cultura, la educación. Allí está buena parte del crecimiento del caudal electoral de la derecha. Una campaña exaltando la violencia de pequeños grupos de estudiantes o pseudo estudiantes que agredían ancianos, se encadenaban frente a la Embajada de Cuba o la sede de la OEA para repetir el discurso chovinista, senófobo que, impuesto por el gobierno norteamericano y la cloaca cubano/mayamera, de agredir constantemente a Cuba, quemarle sus símbolos patrios como la bandera, decir la estupidez que Cuba es una nación colonialista, que somete a Venezuela. Es el viejo odio de la oligarquía norteamericana contra la Revolución Cubana trasladado a Venezuela y su alianza política con Cuba. Desde el triunfo de la Revolución Bolivariana el tema cubano fue traído, impuesto por la burguesía y la mediática oligarca para debilitar la ALBA y las políticas unitarias e integracionistas de sus componentes.

El llamado a la guerra contra el pueblo, contra el chavismo hecho por Capriles y ejecutado por el cancerbero Leopoldo López, jefe paramilitar de los fascistas amarillos y de la MUD, tenía objetivos más que bien definidos: los CDI porque allí están, junto a nuestro pueblo, los camaradas médicos cubanos que prestan un servicio inestimable al que se negó hacer la medicina y los médicos burgueses. El odio, el racismo, la intolerancia lo han expresado esos grupos dirigidos por López y Radonski. La vanguardia fascista, pequeños grupos donde se confunden los mercenarios paramilitares salvadoreños y colombianos con los ex policías venezolanos, que son la minoría ejecutora de esos planes siniestros.

Por supuesto, está el otro objetivo: Mercal, Pdval, es decir, los centros de alimentación del pueblo donde éste encuentra lo que no hay en los mercados municipales, en los abastos y super mercados. Es clara la siniestra intención, buscan desesperar al pueblo y que se produzca un Caracazo como el del 1989. A eso se une el ataque a la cabeza política de la Revolución, el Psuv. Deslegitimar, desmoralizar, debilitar por la fuerza, por la violencia, por la destrucción incendiaria a la vanguardia política del proceso revolucionario, el Partido Socialista. Se completa así la estrategia subversiva, golpista del fascismo. El intento de asalto al poder bolivariano ya estaba preparado, como se dijo, ese “drenar la arrechera” con cacerolazos y movilizaciones expresado por Radonski era, a su vez, la orden para que se movilizaran los grupos paramilitares que estaban –y están– preparados para el asalto, la destrucción y los 8 asesinatos que hasta ahora se han producido. ¿La respuesta del Estado revolucionario va a ser la misma que la después del golpe, un perdón para que sigan conspirando y causando daños irreparables? ¿Dónde están los presos del golpe del 2002, de paro terrorista petrolero, de las guarimbas y los paramilitares colombianos, los autores intelectuales del asesinato de Danilo Anderson? ¿Volverá la impunidad en un momento en que se debilitó la revolución por el giro hacia la derecha de un sector importante de la población?

Se plantea lanzar una ofensiva popular y revolucionaria, eso pasa por enjuiciar a los presos violentos y asesinos, por enjuiciar a Capriles y a su carnal López. Por fracturar el golpismo del capitalismo monopolista y los empresarios que han elevado los precios a niveles insólitos y la inflación haciendo casi insoportable el alto costo de la vida. Nacionalizar los monopolios hambreadores y golpistas como la Polar, Alfonzo Rivas y otros. Empresa que se cierra empresa que pase a manos de los trabajadores. Cierre definitivo de Globovisión y del Nuevo País por conspirar permanentemente contra la paz y la tranquilidad pública.

Se habla de un golpe militar, incluso hay algunos de ellos presos. Creemos que eso forma parte de la manipulación mediática, del riegue de bolas y rumores, de pretender desmovilizarnos, atemorizarnos. Creo en las instituciones, que está funcionando la inteligencia y la FANB. La captura de 250 terroristas es un buen indicador de que la represión revolucionaria está funcionando, a eso se agrega el apresamiento de los paracos colombianos antes de las elecciones y otros subversivos. Nicolás dijo que el golpe de Radonski, López, Mará Corina, Borges y PJ/MUD fue neutralizado, pero las masas deben estar en la calle, en posición combativa. No fueron cientos o miles de muertos como quería el imperio para intervenir militarmente a Venezuela, pero fueron 9 camaradas y esos crímenes ¡los pagarán!

(humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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