Así como lo habrás oído Nicolás. Capriles te llamó ilegítimo e ilegítimo te quedarás de por vida con esa mancha indeleble de desconsideración hacia él al quitarle públicamente su presidencia. Aunque te suene raro Nicolás: el presidente pitiyanqui y apoyado por el imperio es él Capriles. No tú Nicolás. Y, ese es el credo tajante de su iglesia interna cuando frente a la cámara de Globovisión y, arrechamente te señala de incomprensible con su dedo índice derecho, acusándote con odio.
Y si no lo sabías Nicolás, acéptalo, que tú eres –según, el comando antichavista- un inaudito manipulador de las elecciones pasadas y el 14-A te marcó satisfactoriamente como un cómplice irregular que se metió el CNE en el bolsillo izquierdo de su fraude y, como un fraudulento más pasarás a la Historia cómplice que no te lo va a perdonar nunca. Eso, te lo asegura el mismísimo Capriles. Así como lo oyes, te lo dijo Nicolás, sin consideración ninguna cuando te irrespeta a como le venga en ganas y, eso es a diario y, los medios lo recogen con un afán de mentir de su lado.
Capriles ataca y contrataca. Capriles sueña. Capriles desmiente. Capriles se aferra a un CNE sin esperanza. Capriles no permitirá una auditoría chucuta: lo ha expresado Liliana Hernández como la nueva liberadora de la furia caprilista que le infla la montaña de su amargura.
Nadie duda que la elección del 14-A fue impecable, aunque hubo más votantes que votos en una muestra a favor de él (Capriles) y que unos chavistas disfrazados de selenitas con lluvia de meteoros fugaces sacaron a punta de arma lunaria a miles de sus representantes de las mesas electorales y, se los llevaron sin que nadie los viera. Escándalo tras escándalo. Es lo que se llama un asalto al vacío con cómplices siderales que Chávez posiblemente mandó. Eso preocupa Nicolás y, lo afinca como un inmaduro de fina memoria.
Y, otra cosa, por demás inédita en grado sofocante y altanero como se ha podido comprobar en donde predomine la razón de lo razonable es que, en todos los países del mundo donde haya habido elecciones y, el resultado o margen entre uno y otro candidato sea pírrico se registra y se cuenta todo lo que haya que contar que afirme por demás al ganador y, eso pasa constantemente, en los países democráticos y, el que se oponga se descalifica que es lo que debió pasar aquí y, sin embargo hay un ganador espurio que no. Que no, lo acepta la arrogancia caprílica ni lo reconoce el pueblo opositor tampoco. Así que Nicolás bájate de esa nube de elección sin reconteo no da ganador inmediato y, además si hay el reconteo: pondrá a ganar a Capriles por obra del papa Francisco y del cardenal Urosa Sabino con un tedeum fresco de parturientas primerizas.
Así que Nicolás: has política de tu buen juicio y apiádate como tiene que ser de ellos y sácate ese rencor mayúsculo que le aprisiona los riñones a tu pajarito que estaría feliz de ver a Capriles fuera del fraude que le mandaron a cantar con cacerola apátrida como mandolinas de miedo.
Y, Capriles te lo dijo, la noche que te llamó no para felicitarte, sino para que entendieras que sólo te quedaba pactar, porque mejor es pactar que confrontar y, ganarle a un mitómano nunca se ha visto Nicolás. Ni que fuera un mirón de palo y Caprilles es como Jalisco que cuando pierde arrebata y, no se raja así nomás. ¡Qué va! Nicolás.
¡Ay Nicolás, Nicolás!
Si Adelita se fuera con otro… –dirían los adecos- ellos la buscarían por tierra y por mar. Adelita es la Patria grande. La Patria que Capriles no quiere ni querrá nunca. Los maníacos no quieren a nadie y Capriles es lo que usted nunca se ha imaginado lo que es, ni lo sabrá jamás, porque a ese se lo tragó Chávez hace muchos años y, Chávez sigue siendo la esperanza de Venezuela con Maduro en el poder del Estado. Si lo duda no es chavista.
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