En momento en que se acerca el 1°de mayo, día del trabajador y la trabajadora, se impone la reflexión respecto a los retrocesos o avances que han marcado nuestro devenir en esto años. Debemos reconocer que muchos compatriotas están frustrados y molestos, por la forma en que el Estado ha adelantado las políticas públicas. Cuantas son las quejas respecto a los jefes que con discursos seudo- socialistas y su color de ropa pretenden tapar con un dedo su incapacidad, incompetencia, corrupción y deslealtad con el proyecto de la patria. Y esto, cuando son abiertos contrarrevolucionarios en puestos de poder encargados de la construcción del socialismo. Muchos son los que ocultan sus posiciones de derecha con críticas y auto críticas que ningún trabajador les cree; pues ellos, que dirigen las instituciones no cambian, manteniendo las mismas, a la deriva. Muchos son los compañeros que han votado no contra el proceso sino contra los vicios e inconsistencias, respecto al proceso socialista, de sus jefes inmediatos.
Por otra parte, existen compañeros que pasan largas horas laborales del día, de la semana o del año hablando con los compañeros asuntos personales, hablando por teléfono con amigos, mandando mensajitos o simplemente chateando por Facebook, cuando no jugando cartas en la computadora. Estos “trabajadores ejemplares” que todos conocemos en nuestras instituciones o empresas son quienes se la pasan todo el día hablando mal del proceso. Esos son los mismos “trabajadores” que a través de triquiñuelas y engaños se benefician de los programas y misiones del gobierno: mientras la mayoría honrada y trabajadora aún no han recibido estos beneficios. Son los mismos que después que tienen empleo, casa y carro por la acción del gobierno le dicen a los usuarios cuando se quejan, por la falla en algún servicio, que sigan votando por el socialismo, cuando otros contrarrevolucionarios realizan actos de sabotaje.
Muchos de estos trabajadores sin ocupación definida están así porque sus jefes no les asignan tareas (no les ponen trabajo), porque ellos mismos no tienen un plan de acción para el personal y menos para la institución. Muchos compañeros están indignados con esos jefes y hay quienes creen que porque los escuchan utilizando la palabra socialismo como si fueran equilibristas son tales: por eso, votan contra sus jefes olvidando al País. La verdad es que la mayoría de ellos nunca han leído las líneas generales del plan Simón Bolívar 2007- 2013 y menos aún el plan de la patria 2013- 2019. En no pocos casos su conducta frente a los trabajadores se corresponde más a un capitalista desalmado, arbitrario y autoritario que a un revolucionario constructor del socialismo. De allí que la gran tarea sea profundizar el Estado socialista cuya base sea, aumentar el trabajo productivo de Funcionarios y trabajadores frente a los vicios del Estado capitalista corrupto, ineficiente y contrarrevolucionario.
Ante este contexto, la gran mayoría, sino todos, los compañeros reconocen los beneficios del proceso bolivariano para los trabajadores y trabajadoras en materia de educación, empleo, vivienda y condiciones de vida. Todo resultado, de una más justa distribución del ingresos del Estado. Aunque, todavía siguen los donativos a la burguesía venezolana, cada vez más enriquecida; que pagamos con especulación, inflación y desabastecimiento. El pueblo pide más compromiso de todos los Funcionarios y trabajadores, en particular los de alto nivel, con el plan de la patria: con la creación de mejor calidad de vida para todos. Sin embargo, existen trabajadores que son presa fácil de las operaciones de guerra psicológicas que transmiten televisoras como Globovisión, el canal 4 o Televen. Operaciones donde se mezclan verdades con mentiras; cuando no, es su hipnosis, convertida en rumores, las que utilizan para manejar emociones que convierten a nuestros familiares, compañeros de trabajo o vecinos en bombas de tiempo humanas susceptibles de explotar en furia y realizar actos inhumanos contra los otros.
Es cierto, el trabajo es arduo. En este 1° de mayo no sólo se lucha por mejores condiciones de trabajo; se lucha contra los traidores que desde muchos puestos de jefatura pretende destruir por dentro este hermoso proceso socialista y bolivariano. Contra ellos alertamos a la masa de trabajadores y trabajadoras para que exijamos, socialismo: eficiencia o nada. Lo contrario es continuar con el Estado capitalista que beneficia a los ricachones y transnacionales contra los intereses de nosotros los trabajadores.
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