Las maromas escuálidas dentro de las universidades venezolanas, es el reflejo de la decadencia intelectual de factores de oposición engolosinados con décadas en el poder de nuestras máximas casas de estudio. Apenas ayer estaban promovimiento un paro indefinido de actividades, y hoy reculan feamente al recibir las órdenes de Capriles que ve en esta acción un peligro para sus planes golpistas.
La derecha necesita a los “manitos blancas” en las calles, y eso sólo lo pueden lograr si las universidades permanencen abiertas. De otro modo (y eso es de importancia capital en Mérida) la insurrección que pretende encender la oposición, no podrá cuajar en sectores de la juventud que de otro modo serían desmovilizados y regresarían a sus hogares si las actividades se suspenden.
Luis Loaiza, jefe de los neoadecos en Mérida (UNT, ergo) y presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes estaba ayer desdiciendo del propio referendo que él mismo organizó, por el cual forzosamente debían pararse indefinidamente los profesores. Verdaderamente se precisa de un nuevo gremio universitario, que no sea la vitrina de estos fósiles vivientes, de esta permanente negación de la inteligencia humana.
!Alerta camaradas! Si bien es cierto que nuestras reivindicaciones salariales son de urgente necesidad, no vamos a dejarlas en manos de los genuflexos del imperialismo, la sinrazón y la más oscura de las corrientes de la derecha reaccionaria.
!Nojoda, seamos como Chávez!