El internacionalista Adolfo Salgueiro perdió el sentido del olfato que todo experto en cuestiones tan delicadas como las relaciones internacionales debe tener muy agudizado para evitar caer en graves equivocaciones.
Pues bien, en el programa Aló Ciudadano del pasado 16/09 que transmite Globovisión, en donde, como no es un secreto para nadie, se hace una oposición canallesca a base de mentir y de manipular los hechos y acontecimientos cotidianos en su objetivo de coadyuvar a la desestabilización del gobierno de Chávez y más allá de ello a su derrocamiento, sin importarles a sus conductores que para ello haya que recurrir a mecanismos antidemocráticos, este experto, al parecer “insigne maestro” en materia de relaciones internacionales, pues tiene bajo su responsabilidad la cátedra de Derecho Internacional Público de la Universidad Católica Andrés Bello, se desempeña como profesor de post-grado de Derecho y Política Internacional de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela y, entendemos, que fue miembro destacado por muchas años del Consejo de Asesoría Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores, sostuvo que el Presidente Chávez incurrió en grave error al calificar de irrito e ilegítimo el documento de la Declaración final del organismo mundial, por considerar que el mismo fue discutido a puertas cerradas por un número muy limitado de países (30) y porque, además, no fue distribuido a los países miembros en la víspera, tal y como lo prescribe el artículo 38 del instrumento que regula el funcionamiento de la Asamblea de la ONU. Rechazó además Chávez que se dijera que había sido un documento consensuado.
El profesor Salgueiro dijo allí, palabras más, palabras menos, que para el caso de todas las Asambleas, cualquiera sea su origen y el espacio donde se realizan, esos documentos se preparan con antelación por lo equipos técnicos respectivos de cada país, de manera que cuando se llega a tan alta instancia, los presidentes y jefes de gobierno lo único que tiene que hacer es suscribirlos. Agregó, para otorgarle mayor credibilidad a su afirmación de que ello es invariable y que no puede ser de otra manera, que en nuestro país las leyes las hacen comisiones especiales y que luego son aprobadas por la plenaria de la Asamblea.
Parcialmente tiene razón Salgueiro con relación al modo y manera como se elaboran y se aprueban las resoluciones y acuerdos que deben suscribir los jefes de Estado y de Gobierno en sus normales relaciones con sus pares de todo el mundo y, en este caso, como miembros de la ONU, pero es que aquí, como quedó evidenciado luego de que el Secretario Kofi Annan se reuniera con nuestro presidente y le pidiera excusas porque se cometió el “error” de no haber distribuido con antelación dicho documento, reunión esa que ocurrió luego de que Salgueiro cuestionara en Globovision la molestia del presidente Chávez, a nuestro primer mandatario le asistió toda la razón al calificar de ilegal la Declaración final, así como el hecho de que este experto de tan altas calificaciones haya pifiado de plano, pues se trató de un instrumento que, sin duda alguna, se elaboró a espaldas de la comunidad internacional para aprobarlo bajo la engañifa de que fue consensuado.
Pero hay más. El profesor Salgueiro mintió cuando dijo que nuestras leyes las hacen comisiones especiales que luego son sancionadas por el plenario de la Asamblea, pues ello no es cierto, tal y como los venezolanos lo podemos corroborar a través de las transmisiones del canal ANTV, en donde diariamente se nos ofrece la oportunidad de escuchar los debates (algunos muy largos, por cierto) que se producen previo a la discusión de cualquier ley, artículo por artículo.
Este tipo de oposición es torpe porque pareciera que se les olvida a quienes la practican, que las mentiras tienen partas cortas y por ello siempre terminan descubriéndose, unas veces bien tarde que hace que olvidemos quien las dijo, pero otras, tan rápido que nos les da tiempo a sus autores a retractarse, como ha ocurrido con esta salida al ruedo a matar de Salgueiro.
El experto Sagueiro, para que lo recordemos escribió sobre el tema de la Carta Social de las Américas, cuyo proyecto introdujo nuestro país en la OEA en fecha reciente, lo siguiente: “Ojalá el Sr. Chávez entienda que antes de llegarse a un texto final habrá que consensuar y diluir ya que no todos los negociadores son activistas políticos como los nuestros aunque muchos gobiernos puedan "flexibilizarse": ante la fuerza avasalladora de los churupos venezolanos.” (El Universal 03/09/05).
Mucho antes, en plena crisis originada por los esfuerzos golpistas de la oposición de abril/02 y en pleno paro terrorista de nuestra industria petrolera (diciembre/02), sostuvo: “La cosa va llegando al llegadero. No conocemos precedente de un gobierno que haya resistido más de dos semanas un paro cívico general. La razón tal vez pueda encontrarse en el hecho de que el comercio minorista no se distinguió por su acatamiento aunque las grandes empresas sí lo asumieron a cabalidad. Además, hay que reconocer la pertinaz disposición del presidente Chávez y su séquito para aferrarse al coroto aun cuando ello represente el descalabro nacional.” (El Universal, 21 de diciembre, 2002).
Para concluir, veamos esta perla que esbozó como una demostración de que comparte la tesis estadounidense de intentar restarle importancia alguna al concepto de soberanía, en la estrategia que maneja el imperio para el dominio y control de los pueblos del mundo: “atrás quedaron los días cuando el concepto cerrado de soberanía servía para escudar el incumplimiento de las responsabilidades de los gobiernos con sus pueblos” (El Universal, 31-01-04).
Suficiente estos fragmentos de su discurso para conocerle su condición de “condotiero” de nuevo cuño…
oliverr@cantv.net