Seguir sus pasos de siete leguas y a mil nudos sólo Fidel puede superarlo, es lo que aprecio; mas, nadie más, a simple vista parece estar a tono de figurar en la historia reciente de colosos que, con la fuerza de sus pulmones, reman y remaron impulsando la verdad, como principio ético.
En concreto, yo estimo que Fidel y Chávez constituyen, ciertamente, el más formidable binomio histórico contemporáneo capaz de difundir éticamente, verdades irrefutables y entre las cuales, que el socialismo es una alternativa inequívoca para transitar hacia la felicidad social, en contrario al deplorable capitalismo explotador parasitario y chupasangre asesino.
¿Cuánto potencial político y de toda otra índole, de ese líder colosal que es, sigue y seguirá siendo Hugo Chávez Frías, pudo quedar intacto sin desplegar y en ebullición, tras su vuelo hacia lo eterno, aunque dejando cepa entre los niños?
Por su ejemplar desempeño y por su patriotismo insigne e inigualable, ya él es para la Venezuela de los próximos mil años y más, posiblemente, lo que las cabillas son a las paredes, o acaso habrá de ser para Venezuela lo que ya Fidel es y habrá de ser para la humanidad entera.
Chávez se constituyó en el corazón de oro sagrado de la patria querida.