Los adecos no han dejado la costumbre de meter la pata y, el diputado Edgar Zambrano, no pudo ser la excepción, sino la confirmación y, para mayor desgracia de desconsuelo rabioso con fines ultra peligrosos están consustanciados de lleno con suma atención a leer el pensamiento ajeno a considerables distancias, sin comerse una coma siquiera y, con los puntos suspensivos se distraen y, se comportan como pazguatos y segundones dentro de la MUD, mirándole a los ojos a los lechuguinos, ahora jugando a la política como adivinos tercos y, si se equivocan o se pelan en sus sortilegios, lo mismo da.
Es que la odisea de ese diputado adeco no tiene perdón de dios al que ni respetan y, en una marea de antagonismo político se fue a Roma al Vaticano detrás del presidente Maduro y, no llegó a la par con éste a la cita con el Santo papa por el ensarte de maletas con documentos de “presos políticos” encarcelados desde la revolución del 45 que sumándolas dan como número total de ellas, exactamente: veinticuatro, que son veintidós de original y copias con sustentos legales de los miles de “presos políticos” que hasta el día de hoy no han visto el sol venezolano por estar encerrados de caprichos flotantes de mala interpretación, especialmente de este régimen malévolo y, las otras dos llenas de afiches en todas las poses dentro y fuera de la campaña política de su presidente Capriles, las que de inmediato comenzó a repartir en la plaza de San Pedro en el Vaticano con la siguiente observación en privado, conozcan al verdadero presidente de nuestro país y el otro el que vino y estuvo aquí es falso como usurpador sin timón y, en pocas horas con torpeza grata las repartió todas.
La desesperación del diputado Zambrano se hizo sentir al no ser atendido por el papa Francisco como él deseaba que fuera recibido como diputado y representante de la MUD y, además defensor desinteresado de los mal recordados de un mal pasado como traspié de líderes y otros como jefes policiales de disparar a quema ropa contra los derechos humanos de ciudadanos sin compasión ninguna y que hoy día los tienen con razón legal pagando cárcel por la barbarie de su causa y, sólo él y su conciencia que se ha dignado politiqueramente en rescatarlos fuera del país si es posible con el visto bueno de la gracia de su Santidad como tabla de salvación a su humano desvelo.
Y como hay posibilidad que el Papa lo reciba este miércoles dentro del montón acostumbrado en la audiencia que atenderá ese día. El diputado Zambrano aprovechó de buenas maneras su estadía en Roma y se fue a La Fuente Trevi (Fontana di Trevi) a lanzar su moneda de alcance espiritual a ver si logra tocar y recibir la bendición de su Santidad que fue lo que solicitó en el lanzamiento de espalda y, a la vez alcanzar el cielo de su anhelo que con eso mata dos pájaros a la vez una vez que sea recibido en El Vaticano por el vicario de Cristo que, es su carta fundamental de alborotar el avispero de la inconformidad oposicionista venezolana que le encomendaron conformara sin dilación y sin pelos en la lengua, asesorado por la cúpula de la CEV en orden prioritario, agarrado a nuestro Señor.
Como el presidente Maduro de Roma se fue a Portugal y de Portugal a Francia, posiblemente el diputado Zambrano se vaya a Francia y después a Portugal en ruta equivocada que desenrede su trabajo que lo mantiene enredado a ver si acaso pega una con tanta recomendación de por medio y, en caso del que el papa Francisco no lo reciba, no sabe qué va a hacer con las veintidós maletas restantes que lo mantienen impaciente fuera de servicio al no poder clamar por sus presos políticos que se están poniendo viejos en Venezuela y, a él nadie le hace caso lo mismo que a Ramos Allup dentro de la oposición y, en Globovisión lo dejaron sin Buenas Noches.
Mientras, el diputado Zambrano, sigue tras de la ruta del presidente Maduro con sus veintidós maletas de arrastre que hasta un escuálido venezolano, asombrado: lo confundió con un vendedor ambulante de maletas chinas.
Y, lo que más reconforta y molesta a la vez que como el presidente Maduro, le regaló al papa Francisco el retrato de Simón Bolívar junto con la Constitución, un cuadro de la Virgen de Coromoto y, una estatuilla del doctor José Gregorio Hernández, él (Zambrano) no le pueda regalar personalmente a su Santidad, un cuadro de Rómulo Betancourt fumando pipa junto con el himno de AD, un cuadro de la jueza Afiuni con Eligio Cedeño en libertad y fugándose en moto y, por último una cacerola arrechamente maltratada por Capriles cuando estuvo histérico excitado el 15-D y, no sabe qué va a hacer con tan importantes recuerdos en Roma.