Hago caso a Britto García, es calosfriante su alerta relación Venezuela-Colombia e, impresentable cizaña Santos-Uribe
Examiné con fruición un paquete de reflexiones del admirable compatriota Britto García y sentí el renovado calosfrío que me molesta cada vez que me percato de nuestra erosiva por desigual y enredada relación con la hermana y vecina Colombia, lamentablemente.
Se trata de “Colombia y los Aviones de la oposición”, escrito en el cual Don Britto refleja con brillantez el problema de nuestra errónea política exterior específica con Colombia y hace, a mi modo de ver, una implícita alerta para que eso se corrija lo más pronto posible porque, de no hacerlo, el malestar va a hacer metástasis frontera adentro de nosotros.
Don Britto no dice ahí expresamente perro pero muestra el tramojo -a buen entendedor pocas palabras bastan- así que entiendo muy bien, de lo que se desprende, que la cizaña del Presidente Santos-Uribe (valgan como una sola personalidad) le está ganando la pelea a Venezuela, siendo que Colombia ni lava ni presta la batea.
¿Hasta cuándo vamos a seguir de bolsas ante la oligarquía colombiana?
Otra cosa es el pueblo pobre de Colombia al que debemos fraternidad por ser hijos de Bolivar, no en cambio a la oligarquía santanderista.
Santos y Uribe juegan a la zanahoria y al garrote contra Venezuela pero en esencia no representan más ni menos que dos gotas de agua sucia, iguales igualitas, así que hay que amarrarse los pantalones y revisar esa relación binacional al detalle y de no ser posible llegar a un acuerdo no leonino para ninguna de las dos partes, solucionar poniendo un torniquete.