El legado de Chávez y Maduro

La revolución en nuestro país no tiene un libreto calcado en los paradigmas sociales, este proceso lleva años y se debe ir a una vanguardia organizada donde soplen los vientos de nuestra historia, porque todo es una estrategia y una táctica, por lo tanto, es el momentos de los cambios y los fracasados remonten su camino, desistiendo de sus motivaciones, al elector debe dársele todo un camino de conexiones para que asuma conciencia sobre su realidad. Hay quienes por impulsividad sospechan que la revolución venezolana se traza en una plaza pública o pegando gritos en cuatro días.

Hay que acoplar los desajustes sociales y buscar soluciones. No se debe ser dócil hacia aquellos que desean gobernar a su manera y no respetar el corolario político, por eso, estamos viendo algunos caminos divergentes, cuyos protagonistas se encuentran alejados de sus partidos originarios. El Socialismo exige seriedad porque es salud y queremos hacer coincidir el Legado de nuestro Libertador Simón Bolívar con el del Comandante Chávez Frías. Los partidos políticos están ausentes de esta dinamización interna de la nueva sociedad.

En el fondo, hay que hacer que el Socialismo y la Democracia anden de prisa y traigan consigo cambios sociales y por supuesto, las aspiraciones personales de cada grupo familiar. Es un marco político, donde debe escucharse la voz de la calle y donde la sociedad sea capaz de resolver sus problemas políticos. Términos, como la corrupción no hacen más que echar leña al fuego de las injusticias sociales. Lo que en Turquía es desagrado con la forma arrogante y prepotente de tomar decisiones sin consultar con la ciudadanía, en Brasil es desacuerdo con la forma de asignar los recursos públicos, que destinan millones de dólares a campeonatos de fútbol al mismo tiempo que se encarece el transporte urbano y hay fuertes carencias en los sistemas educativo y sanitario. En el fondo lo que ocurre es que ambos países han crecido muy deprisa.

No se debe confundir estas protestas con las de la Primavera Árabe en Túnez, Libia, Egipto y otros lugares porque estas últimas propugnaban acabar con las dictaduras y cambiar el régimen político mientras que en Turquía y en Brasil hay democracias socialistas que funcionan. Los manifestantes no pretenden sustituir el parlamento por el populismo callejero, no quieren echar a Erdogan o a Roussef, solo pretenden que gobiernen de otra manera y que hagan más caso a la voz de la calle.

Maduro avanza con el Legado de Chávez en sus manos, es hacer patria y evidenciar un nuevo concepto político de gobernar, es asumir un liderazgo con capacidad de poder.


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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