Por supuesto dentro de las categorías políticas que remoza y actualiza está la del antimperialismo y, sin duda alguna, su novedosa y fresca tesis del socialismo del siglo XXI como respuesta estratégica de clase y de nación, cuando el imperialismo neoliberal había decretado el fin de las ideologías, el fin de la historia, precisamente a partir de la caída de lo que se llamó el socialismo real ejemplificado en la otrora poderosa URSS y el campo socialista europeo cuyo derrumbe arrastró por algunos años a las concepciones socialistas hasta que Chávez y la revolución bolivariana lo desenterraron donde el neoliberalismo lo había enterrado .
HUGO CHÁVEZ, DEL ANTI DOGMATISMO A NUEVAS CREACIONES POLÍTICAS
Hugo Chávez no es posible medirlo con un cartabón político dogmático porque él era esencialmente anti dogmático y no se casaba con una corriente específica del pensamiento sino que abrevando en todas las corrientes progresista filosóficamente hablando, y las no tan progresistas como el pensamiento de Federico Nietzsche al cual le dio la vuelta y encontró aspectos útiles, amén de abrir un debate que pocos intelectuales venezolanos asumieron o comprendieron.
Desde el rescate abierto del pensamiento socialista clásico de Marx, Engels, Lenin, Plejanov, hasta llegar a desempolvar el pensamiento de líderes marxistas enterrados por décadas como es el caso de León Trotsky. Igualmente volver al cristianismo primitivo y a la teología de la liberación. Planteó ir a las raíces ideológicas, políticas y teóricas latinoamericanas y acuñó la categoría de lo endógeno para ir al estudio del pensamiento americano en su esencia: Mariátegui, Aníbal Ponce, Mella, el Che, Fidel entre otros.
Pero su génesis pensamental fue, sin dudas el Libertador Simón Bolívar y lo que llamó El árbol de las tres raíces. Nadie en este país o en continente americano fue no sólo profundo en el estudio del pensamiento y la teoría política del Libertador, sino que demostró la actualidad y vigencia de mucho de ese pensamiento, pero no se quedó allí en la abstracción y el conocimiento académico sino que logró que no poco de ese pensamiento fuesen políticas de Estado, políticas nacionales. Baste dos ejemplos. El agregado del Poder Moral, propuesta constitucional de Bolívar en el Congreso de Angostura como una de los poderes de la República. El otro la política y nueva filosofía estratégica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la guerra de todo el pueblo, de allí el surgimiento, entre otras razones de carácter político y estratégico, de las Milicias Populares.
DEL 4 DE FEBRERO A LA CONSTITUYENTE
Desde su estadía en la prisión y con el valioso aporte de figuras políticas de la izquierda revolucionaria, Hugo Chávez fue madurando lo que puede considerarse su mayor aporte político, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, instrumento legal y punto de partida de los cambios estructurales que se propondría desarrollar desde el poder.
Por supuesto que el concepto de constituyente no era nuevo en Venezuela, incluso después del golpe de Estado de Rómulo Bentacourt/Acción Democrática/Ejército contra el presidente demócrata Isaías Medina Angarita en 1945. En 1946 se realizaron elecciones para una Asamblea Constituyente, piso legal para legitimar el régimen nacido de un golpe. Se realizaron elecciones pero el debate fue dentro del cenáculo, del areópago que era la constituyente, sin la participación popular pese a que los debates se transmitieron por radio. Se imponía el principio de la representatividad nunca el de la participación.
Una vez que Hugo Chávez y el MBR-200 resolvieron el dilema de la participación electoral, vencidas las resistencias y el abstencionismo militarista, el meollo del programa político, la propuesta de la Constituyente fluyó sola y se impuso en la campaña electoral del MVR y su candidato Hugo Chávez como la bandera electoral principal de aquella importante jornada.
No fue Hugo Chávez el único que levantó aquella bandera ese año, partidos como el PCV, el MPDIN y grupos de opinión como Los Notables que dirigía el fallecido intelectual Arturo Uslar Pietri también propusieron en sus programas políticos esas banderas,, pero la propuesta chavista capitalizó aquella formidable propuesta y las organizaciones de izquierda se adhirieron al programa del comandante Chávez/MBR.
Una vez alcanzado el poder el 6 de diciembre de 1998 el primer decreto del presidente Hugo Chávez fue convocar a un referéndum consultivo al pueblo para preguntarle si estaba de acuerdo o no con convocar a una asamblea constituyente. La respuesta popular fue contundente y fueron convocadas las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, que ganó el chavismo ampliamente.
La primera diferencia con el proceso constituyente de 1946 fue que se le preguntó al pueblo si estaba de acuerdo con convocar a una Asamblea Constituyente, la otra fue que, una vez instalada la ANC se abrió el compás de discusión abierta y popular a niveles del hecho constitucional de una participación desconocida en el país con anterioridad y con el aporte de infinidad de propuestas para ser incluidas en la nueva constitución. Se aplicaba así otra de las propuestas y aportes políticos del comandante Chávez, además de la consulta pública, la participación y el protagonismo, nuevas categorías que se incluirían en la Constitución como Democracia Participativa y Protagónica y abolirían el concepto de Democracia Representativa.
Dentro de la concepción política de Hugo Chávez la aprobación de una Constitución era clave para el proyecto político revolucionario que instauraría a partir de las elecciones multipartidarias de junio del 2000 donde fue reelecto de nuevo como Presidente de la ahora, República Bolivariana de Venezuela,
Los aportes del propio Chávez al proyecto constitucional fueron sensibles y de enorme trascendencia, destacándose lo de agregar la palabra bolivariana al nombre del país, llamándose a partir de entonces República Bolivariana de Venezuela. Otro aporte de enorme significación fue incluir en la bandera o tricolor nacional de Miranda, la octava estrella que correspondía a Angostura, ciudad donde se realizó el importantísimo Congreso de Angostura en 1819. Otro aporte fue el carácter democrático y participativo del venezolano.
El texto constitucional, sometido a referéndum aprobatorio el 15 de diciembre de 1999 y aprobado por más del 60% del electorado pasó a llamarse Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
CHÁVEZ RETOMA Y REMOZA EL CONCEPTO BOLIVARIANO DE LA UNIDAD DE PUEBLOS/NACIONES LATINOAMERICAS Y CARIBEÑAS Y CREA NUEVAS INSTITUCIONES
Ningún otro político del siglo XX venezolano asumió con tanta fuerza la lucha por la unidad de los pueblos y naciones latinoamericanas y más allá de la retórica, fundamentándose en el pensamiento mirandino (Colombeia) y bolivariano (La Gran Colombia, Congreso de Panamá). Lejos estaba del discurso vacuo o la demagogia politiquera y sí del accionar concreto aprovechando las coyunturas y nuevas circunstancias políticas y la correlación de fuerzas favorables a los movimientos populares y sociales en Suramérica con el ascenso de la izquierda en Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Brasil.
EL EXTRAÑO Y SUI GÉNERIS SURGIMIENTO DEL CHAVISMO EN 1992 CUANDO SE ESTÁ DERRUMBANDO LA URSS Y EL CAMPO SOCIALISTA EUROPEO Y SE IMPONE LA GLOBALIZACIÓN Y EL NEO LIBERALISMO
A Hugo Chávez hay que ubicarlo en el espacio temporal en el que irrumpe en la realidad socio política nacional e internacional. En lo nacional el virtual desmoronamiento del modelo político/económico dependiente, neo colonial puntofijista a partir de la insurrección popular anti neoliberal del 27/28 de febrero de 1989 y sus poderosas secuelas hasta la insurrección de la oficialidad rebelde de las FAN el 4 de febrero de 1992 liderizada precisamente por el propio Hugo Chávez. En lo internacional la caída de la URSS y el desmoronamiento del campo socialista europeo y con ese hecho el estremecimiento de todo el pensamiento socialista y el inicio de la una recesión ideológica del pensamiento progresista y el aparente triunfo del proclamado fin de la historia y el surgimiento del nihilismo post moderno.
HUGO CHÁVEZ EL HACEDOR DE NUEVAS PROPUESTAS POLÍTICAS
Y EL IMPULSOR DE UNA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA PACÍFICA
Evidentemente el Hugo Chávez que parte a la inmortalidad el 5 de marzo de 2013, desde el punto de vista del desarrollo intelectual y de la generación de teoría política y filosófica es muy superior al que nace con la insurrección del 4 de Febrero de 1992. Es decir el desarrollo meteórico de nuevas y novedosas propuestas políticas que se tradujeron en el inicio de lo que conocemos como la Revolución Bolivariana, un proceso revolucionario –hasta ahora– pacífico que rompe con la tradición marxista-leninista del carácter violento de las revoluciones más conocidas en todo el siglo XX: Rusia (1917), China (1949), Vietnam (1975), México (1910), Cuba (1959), Nicaragua (1979).
Sin ser un marxista consumado ni su trayectoria política ubicarse en una tradición o militancia socialista, más bien consustanciado con un nacionalismo popular, bolivariano, muy imbuido en la cuestión nacional popular como concebía la Antonio Gramsci, tuvo la visión de concebir un proceso político de grandes y profundas transformaciones estructurales en Venezuela de manera pacífica. Reivindicaba así al socialista chileno Salvador Allende, al marxista guyanés Cheddi Jagan y de pensadores socialista como Eduard Bernstein.
Esbozaba un nuevo y desconocido pensamiento político, se auto planteó un enorme reto al enfrentar los grandes poderes que en Venezuela tenían –y aún tienen– las clases dominantes (burguesía monopólica, financiera, comercial, agro industrial, latifundistas, pequeña burguesía o clase media alta), estrechamente asociadas y subordinadas al imperialismo norteamericano. La lucha por el socialismo y contra el capitalismo no se dio inmediatamente, al llegar al poder. Sería la acción contrarrevolucionaria de la oligarquía y el imperialismo al enfrentarlo violentamente a finales de 2001, a raíz de la promulgación de un conjunto de leyes nacionalistas como la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Pesca y Acuicultura, la Ley de Tierras, entre otras, que comienza una aguda e implacable –por demás evidente– lucha de clases.
¿Se comenzaba a dar aquello que Lenin señala en su texto La bancarrota de la II Internacional, donde escribe que la revolución tiene su oportunidad cuando “los de abajo no quieren vivir como antes… y los de arriba no puedan vivir como hasta entonces”?
MOMENTOS ESTELARES DE LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HUGO CHÁVEZ
Puede afirmarse que Hugo Chávez fue el político que más disposición tenía para el aprendizaje de las teorías políticas de los nuevos tiempos porque había ido construyendo desde la fundación del MBR-200 un proyecto de revolución para Venezuela. En la épica campaña electoral de 1998 levantó un conjunto de banderas programáticas que pueden resumirse en la principal: la convocatoria a una asamblea nacional constituyente. Esa sola propuesta constituía una revolución política en un país con unas clases dominantes conservadoras y unos partidos políticos dominados por el pragmatismo y la corrupción, donde la participación popular era menguada e incluso impedida por las clases dominantes. Rescataba así la misma propuesta que sectores de la izquierda revolucionaria (MPDIN, PCV) habíamos hecho desde años atrás y que en debates con él mismo habíamos conversado entre 1997 y 1998.
Para ir entendiendo la evolución de su pensamiento político y el aprendizaje de nuevas teorías debemos aproximar algunas secuencias de esos procesos.
- La prisión en la cárcel de Yare. Importante escuela, centro para la reflexión, la lectura, el debate entre sus camaradas de prisión, el ejercicio de la docencia.
- La organización de un vasto movimiento político desde la cárcel y el apoyo de sectores populares y revolucionarios para ese cometido.
- Dos momentos después de la excarcelación. 1. El radicalismo del mensaje político aún imbuido en la gesta armada del 4 de Febrero y abstencionista. 2. Giro estratégico político e ir a la utilización de las armas del régimen burgués con la participación en el proceso electoral que se daría en 1998, es decir, cuatro años después de su salida de la cárcel.
ALCANCES DEL ENCUENTRO CON FIDEL CASTRO EN DICIEMBRE DE 1994
A menos de un año de haber salido de la prisión junto a sus camaradas de lucha, el comandante Hugo Chávez dio un audaz y riesgoso paso político como fue aceptar una invitación del Comandante/Presidente Fidel Castro de visitar Cuba. Ese anuncio causó revuelo en los medios políticos tanto de izquierda como de derecha donde ésta última explotó mediáticamente y salieron a flote viejas acusaciones de el filocomunismo del comandante rebelde. Pero más allá de las especulaciones periodísticas Hugo Chávez comenzaba a mostrar su talante de izquierda y su valoración sobre ese hecho trascendental en Latinoamérica y el mundo que era la Revolución Cubana.
Aquel fue un hecho político políticamente muy importante. La circunstancia del encuentro del Comandante Hugo Chávez Frías, líder del Movimiento Bolivariano Revolucionario Doscientos (MBR-200) y Jefe del alzamiento militar del 4 de febrero de 1992, con el Comandante Fidel Castro, Presidente de Cuba y una de las figuras cimeras de la política contemporánea mundial abría un nuevo cuadro político revolucionario en Venezuela y Latinoamérica.
El viaje de Chávez a Cuba se dio en el marco de la recién terminada “Cumbre de las Américas”, donde el presidente estadounidense, Bill Clinton, dijera, en el discurso de inauguración de la Cumbre, que con ella “el sueño de Bolívar se está haciendo realidad”.
Esa insolente posición del gobernante norteamericano hería la sensibilidad de los venezolanos y los latinoamericanos, quienes sentíamos que nuestros pueblos no estaban realmente representados en las políticas neo liberales que animaban la Cumbre, ni el panamericanismo yanqui tenía nada que ver con la anfictionía desplegada por El Libertador con su famoso Congreso de Pueblos Libres, donde quedó claro que “los Estados Unidos parecen enviados por la Providencia para plagar a la América de miseria en nombre de la libertad”, como expresara el mismo Bolívar.
En ese marco se puede interpretar que Chávez acepta la invitación de dar una conferencia sobre el Libertador en la Casa de Simón Bolívar, en La Habana. Era, a nuestro juicio, una forma de responder la insolencia del gobernante yanqui que, días atrás, había expresado paladinamente que con esa Cumbre neo liberal se hacía realidad el sueño de Bolívar. Pero no sería la única intervención. La legendaria Universidad de La Habana le rindió un emotivo homenaje donde pronunció un discurso verdaderamente histórico porque en él expresaría parte del programa político que desarrollaría años después ya siendo presidente.
Evidentemente, la visita connotaba otro conjunto de aspectos, por ejemplo, romper la cortina de miedo que se había tejido por años en torno a Cuba y sus principales líderes, apelando a un desgastado anticomunismo, a un anti izquierdismo que llevó en el plano interno al propio Chávez hasta ese año a darle discrecionalidad a las relaciones con la izquierda venezolana hecho que cambiaría años después. No era lo mismo que un líder heterodoxo y carismático, polémico, nacido a la política 4 años atrás, como lo era Hugo Chávez visitara Cuba, que otro político de izquierda.
El Comandante Chávez, según él mismo lo expresara en declaraciones a ‘Ultimas Noticias’ estando aún preso, no tenía una posición de condena ni de la revolución Cubana ni de su líder Fidel Castro; por el contrario, reconocía el papel que ésta había jugado en el destino de ese país y América incluso. Por supuesto que del Chávez del 4-F-92 al de diciembre de 1994 hay un trecho importante en el avance y la depuración del pensamiento político que lo hace asumir la modernidad política, en el marco de la caída del campo socialista europeo y la desintegración de la URSS, el fin de los bloques y de la bi polaridad, y con audacia y coraje corre el riesgo de aceptar una invitación para ir a Cuba, con todo lo que ello implica, pues está consciente de que hay una nueva realidad mundial donde Cuba juega un papel importante y se encuentra bastante aislada, con una profunda y aguda crisis económica y social producto precisamente de la caída de la URSS y del campo socialista europeo, su principal mercado y abastecedor. Chávez va a Cuba, a La Habana en los momentos más agudos del llamado ‘período especial’.
Pero, interpretamos nosotros, esa lucha que hay contra Cuba y su proceso por parte no ya del anexionismo fascista de origen cubano radicado en Miami, sino los gobiernos de la mayoría de Latinoamérica que en esa época le hacían el juego a esa ultra derecha terrorista y subversiva, interpretamos pudo haber motivado el recibimiento que le diera el gobierno cubano al Comandante Chávez, propio de Jefes de Estado y de grandes personalidades. Chávez no era presidente en aquel momento, pero era una gran personalidad política que, en el plano de las simpatías populares, estaba jugando los primeros lugares en las encuestas de aquella época, hecho altamente significativo. ¿Por qué Fidel Castro le da a Chávez aquel tratamiento donde va a recibirlo en el Aeropuerto ‘José Martí’ incluso en la escalerilla del avión que trae el líder rebelde de Caracas?
Sin dudas que Fidel, como siempre, tuvo una visión estratégica del valor inestimable de aquel líder. No fue cien por cien un cálculo político, más bien la valoración avanzada de un líder de los muy pocos que nacen cada centuria. Y no se equivocó.
El Presidente Caldera dijo en Miami, primera base de operaciones de la contrarrevolución terrorista cubana, en actitud indudablemente injerencista, que “recordó su conversación con Fidel Castro durante la reunión iberoamericana de Jefes de Estado, donde le pidió al Comandante, en pocas palabras, que llevara a su país a la apertura democrática pacíficamente. Al respecto dijo: queremos que la apertura sea pacífica; no me quiero imaginar el costo de un cambio con violencia”. (El Nacional, A-6, 10/12/94). Antes de la Cumbre, el líder anexionista y contrarrevolucionario cubano Jorge Mas Canosa fue recibido en Miraflores por el Jefe de Estado. Es decir, el gobierno le daba rango político al enemigo Nº 1 de Cuba, con la que Venezuela tenía relaciones diplomáticas, y podía, además, hacer sugerencias o dar consejos al jefe Cubano sobre los tipos de cambio que deberían hacer ellos, sin que ello pudiera presumirse de injerencia o ir contra el derecho de libre auto determinación del pueblo cubano.
Pero más allá de la hojarasca, de una crisis que no pasó de allí, pues los intereses de las dos naciones eran bastante estrechos en aquel período como para jugarse en un albur su fractura; más allá de lo anecdótico y de las especulaciones periodísticas, hay un cambio en el pensamiento político contemporáneo y el nacionalismo progresista, popular, revolucionario, distinto al chovinismo, al fascismo de la resaca cubano mayamera o al delirante nacionalismo de fronteras de la derecha venezolana, del militarismo decimonónico.
El propio Chávez, en su discurso en el Paraninfo de la Universidad de La Habana, tuvo ocasión de expresar abiertamente sus ideas y dar su visión sobre aquel histórico viaje.
ALCANCES POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS DEL PENSAMIENTO DE HUGO CHÁVEZ EXPRESADOS EN SU DISCURSO EN LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA EL 14/12/1994
Sin dudas aquel discurso, muy emotivo pero de una elaboración política precisa y exacta donde por primera vez en el exterior Hugo Chávez deja entrever su visión estratégica para desarrollarla desde el poder al cual llegaría 4 años después. Si pudiéramos hacer una comparación tal vez lo acercaríamos a lo que expresara el Libertador Simón Bolívar en la Carta de Jamaica. En ambos textos los líderes expresan sus visiones sobre Venezuela y sobre América.
En la parte inicial de su discurso, después de los saludos de rigor, expresará su amor patrio y el compromiso con el país.
“Reciban en primer lugar un caluroso y sentido abrazo bolivariano,
que viene de esta tierra venezolana desde la cual nos sentimos tan llenos, y de la cual y con la cual hoy tenemos comprometida nuestra vida entera”.
Un poco poeta, con el romanticismo revolucionario a flor de piel, expresará esos sentimientos y aflorará la humildad que lo caracterizó siempre, pero igualmente ratificará su visión bolivariana sobre América como una sola nación.
“Quiero repetir en este momento tan emotivo, tan emocionante. Primera vez que vengo, sí, físicamente, pero en sueños a Cuba vinimos muchas veces los jóvenes latinoamericanos. En sueños a Cuba vinimos infinidad de veces los soldados bolivarianos del Ejército venezolano.
Desde hace años, decidimos entregarle la vida a un Proyecto Revolucionario, a un Proyecto Transformador. Así que, de verdad, agradezco este nuevo honor, que me hace el Presidente Fidel Castro, que me hacen todos Ustedes, y como le decía anoche, cuando recibí la inmensa y agradable sorpresa, de ser esperado en el Aeropuerto Internacional José Martí, por él mismo en persona, le dije: ‘Yo no merezco este honor. Aspiro merecerlo algún día, en los meses y en los años por venir’.
Lo mismo, le digo a todos Ustedes, queridos compatriotas cubanos, latinoamericanos. Algún día esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un Proyecto Revolucionario Latinoamericano, imbuidos, como estamos, desde siglos hace, en la idea de un Continente hispanoamericano, latinoamericano y caribeño, integrado como una sola Nación que somos”.
Hilvana su discurso no sólo con recuerdos sino le habla a Fidel, –el que de alguna manera será su padre político– de cómo lo fue conociendo a través de la lectura de obras cumbres como La historia me absolverá, la más extraordinaria defensa de los ideales, sueños y proyectos de la llamada ‘Generación del Centenario’, inmolada en el asalto al Cuartel Moncada; texto que marcó el rumbo programático de la lucha contra la tiranía batistiana. Comenta sus lecturas en la cárcel de Yare y se refiere a ese importante discurso de Fidel ante el tribunal que lo juzgaba por el asalto al Cuartel Moncada, pero no sólo eso sino que eleva la dimensión que le da a aquel documento que lee y relee. Llama la atención de esa parte del discurso la distancia que pone de los gobernantes imperialistas norteamericanos que le impiden entrar a esa nación y expresa su orgullo de no querer entrar a norteamérica.
“Recordaba haber leído en la cárcel, Comandante Castro Presidente de Cuba, haberle leído, en primer lugar, en la cárcel de Yare, aquella encendida defensa, aquella encendida palabra suya, en La Historia me absolverá. Y haber leído, también, en la cárcel, Un Grano de Maíz, entrevista hecha en ese tiempo por el Comandante Tomas Borge, y haber comparado, y dentro de tantas comparaciones, de tantas ideas, con 40 años casi de diferencia, una de la otra, sacar varias conclusiones, como soldados prisioneros.
Una de ellas, ¡que vale la pena!, ¡que hay que hacerlo!, ¡mantener la bandera de la dignidad, del pensamiento de los principios en alto!
Aun a riesgo de quedarse solo en cualquier momento!
¡Mantener contra vientos desfavorables, las velas en alto! ¡Mantener posiciones de dignidad!
Eso lo releíamos, lo leíamos en la cárcel, y fue para nosotros alimento de prisioneros rebeldes, y fue para nosotros, y sigue siendo, alimento de rebeldes.
Y hablando de rebeldes, subrayo lo dicho por el Presidente de esta Federación de Estudiantes, y lo dicho por el Comandante en Jefe Fidel Castro, acerca de la Cumbre, de Miami, esa Cumbre no se hizo para rebeldes, por lo tanto no estuvieron allí los cubanos, nosotros tampoco podemos entrar a territorio norteamericano, nos tienen prohibida la entrada.
(…) Nos honra, como soldados rebeldes, que no nos dejen entrar a territorio norteamericano”.
Con extraordinaria visión de estratega habla en aquel histórico recinto que es la Universidad de La Habana, de los años por venir y esboza parte de su pensamiento programático que desarrollará en lo fundamental ya estando en el poder. Se refiere a la Era Bicentenaria, que celebraría Venezuela y Suramérica con gran fuerza política e integracionista continental.
“Sin duda que estamos en una Era de Despertares, de resurrecciones de pueblos y de esperanzas. (¿Se recuerda la II Declaración de La Habana? “Esta gran humanidad ha dicho basta y ha comenzado a andar y sus marcha de gigantes no se detendrá hasta alcanzar su definitiva independencia”. ¿Vendría un relanzamiento de aquella frustrada política? El tiempo de Chávez diría que sí y con mucho éxito. Nota de HGG)
Sin duda, Presidente, que esa hora que Usted anuncia, o que anunció y sigue anunciando, en esa entrevista a que me he referido, Un Grano de Maíz, se siente y se palpa por toda la América Latina. Sin duda que estamos en Era Bicentenaria”.
En la tierra de José Martí, el autor intelectual del ataque al Cuartel Moncada aquel épico 26 de Julio de 1953, relanza con inaudita fuerza el bolivarianismo como bandera de lucha latinoamericana y caribeña para los próximos años, es decir levanta las banderas antimperialistas a 90 millas de la sede del imperio yanqui, los Estados Unidos. Pone sobre el tapete banderas constitucionales con la propuesta bolivariana de los 5 poderes.
En primer lugar, estamos empeñados en levantar una bandera ideológica pertinente y propicia, a nuestra tierra venezolana, a nuestra tierra latinoamericana, y esto es la bandera bolivariana.
Pero, en ese trabajo ideológico, de revisión de la Historia y de las ideas, que nacieron en Venezuela, y en este Continente, hace 200 años, cuando se fue levantando el primer proyecto de nación, no solamente venezolana, sino latinoamericana, aquel proyecto que Francisco de Miranda llamó Colombeia, y que Bolivar tomó después para llamar Colombia, lo que hoy conocemos como la Gran Colombia, el sueño bolivariano.
En ese sumergirnos en la Historia, buscando nuestras raíces, hemos diseñado, y hemos lanzado a la opinión pública, nacional e internacional, la idea de la inspiración que en El Árbol de las tres Raíces, llamamos nosotros.
La raíz, no solamente del pensamiento bolivariano, de aquel Simón Bolívar que llamaba, por ejemplo, a esa Unidad Latinoamericana para poder oponer una Nación desarrollada como contrapeso a la del Norte que ya se perfilaba contra nuestra tierra latinoamericana.
Aquel Bolívar que planteaba en Angostura, la necesidad de incorporar, además de los tres poderes clásicos de Montesquieux, un Cuarto Poder, el Poder Moral.
Aquel Bolívar y aquellas ideas de Bolívar, que planteaba, en la Constitución de Bolivia, la necesidad de un Quinto Poder, el Poder electoral”.
Vuelve sobre el tema de la gran nación americana y se adelanta cuando menos 10 años en impulsar la construcción de lo que después será la UNASUR y la Celag y la ALBA, instancias sin la presencia de Los Estados Unidos del Norte ni de Canadá. Unidad de los latinoamericanos y caribeños.
“¡Sandino! ¡Mariátegui! ¡Ahí están las raíces de un Proyecto de Nación!
Una sola Nación, que somos todos los latinoamericanos y caribeños! Ahora, esa es una primera vertiente de trabajo. Bien adecuado, mi Comandante, el próximo año, aniversario de la muerte de José Martí para estrechar ese trabajo ideológico.
Ese binomio de Bolívar y Martí, como forma de levantar la emoción, y el orgullo de los latinoamericanos”.
Ese discurso del comandante Chávez en aquella instancia internacional, como lo dije, es altamente revelador del proceso de madurez política que ya manejaba, la visión abarcadora, compleja, de profundas raíces nacionales y latinoamericanas, bolivariano, martiano, sanmartiniana, sandinista. El desarrollo de la identidad nacional y latinoamericana como fortaleza política e ideológica para enfrentar al enemigo principal de nuestros pueblos y naciones, el imperialismo norteamericano.
Ya en el poder, en el contacto con su pueblo, con los pueblos y líderes latinoamericanos y caribeños, con líderes mundiales del Sur del globo.
El estudio del pensamiento político del comandante Hugo Chávez, sus aportes y creaciones propias son una vital necesidad de este época de grandes transformaciones y cambios estructurales donde la huella, la impronta del accionar chavista quedó plasmada en una nueva teoría que podría resumirse en el concepto de Socialismo del Siglo XXI. La lectura y el estudio de su colosal obra política, plasmada en miles de discursos, trabajos de prensa, entrevistas, el primero y segundo programa socialista de la nación y en el propio accionar como presidente y como líder político en sus 14 años de mandato.
Sistematizar ese pensamiento socialista y la nueva teoría política chavista aportada al pensamiento venezolano y latinoamericano, el enriquecimiento del pensamiento socialista es tarea de muchos que siguen con fuerza ese pensamiento.