Qué lo sepan todos, por sí no lo sabían, que no se pueden contar los pollos antes de nacer; yo pienso que es muy temprano para calificar al Presidente de la República pero, hay que evaluarlo de continuo y en ese sentido estimo a mi modo de ver que él está dando acertados pasos en dirección correcta y muy particularmente en asuntos de política exterior.
A lo interno, Maduro está moviendo los trebejos y, que meta la pata aquí o acuyá es lo más normal pues lo malo es parte de lo bueno, que lo sepa bien fulano, peringano, zutano y meringano, esos que de manera irresponsable suelen decir necedades; es bueno poner de relieve que necios hay tanto en el bando patriota como, naturalmente, en la escualidad.
Mas, qué nadie se equivoque, Chávez tuvo gran acierto cada vez que le tocó tomar decisiones cruciales y no podía ser distinto a la hora de tomar la más de todas: entregarle el timón a alguien.
De pensamiento organizado era Chávez; hay que considerar que a nadie ha de bastar tener un dato sino saber qué hacer con dicho dato, sí tú no sabes lo que hacer con un dato, de muy poco o acaso de nada te sirve tenerlo.
Nadie en este país -que al menos sepa yo- ha llegado a tener tantos datos a la mano que el Comandante Chávez, y con la sobresaliente virtud de saber qué hacer con ellos.
Cuando a Chávez le tocó designar a Maduro para que se parara frente a la bitácora, como un hombre, no como un pelele, Chávez sabía lo que hacía y, definitivamente, no se equivocó.
Pero todavía es temprano para ponerle, por ejemplo, 100 puntos a Maduro, todavía está verde.
