Nada es mejor para espantar a un vampiro murciélago como Ledesma, que mostrarle una penca de sábila y, de paso tú le espolvoreas bien a esa bicha una bolita de naftalina bien machacadita y date por seguro que ese animal sale volando como alma que lleva el diablo y hasta echando humo que jode por el tubo de escape.
Valga recordar que a Ledesma le dicen vampiro porque a los vampiros les complace chupar sangre y, precisamente, durante el “caracazo”, Ledesma ordenó abrir las puertas del Retén de Catia y a medida que los presos salían eran ametrallados y sus cuerpos echados al Guaire.
Esa orgía de sangre lo marcó de vampiro pero ya él tenía en su haber una fama de matón guapo y apoyao.
La situación presente es distinta a aquella en la que Ledesma pudo acceder a la Alcaldía Metropolitana de Caracas, con la ayuda del bestial bombardeo mediático; desde entonces, nuestro pueblo ha tomado más consciencia, lo cual, por cierto, no basta para que Caracas opte por un hombre decente que pueda ocuparse de coordinar las alcaldías de la Gran Caracas, pero aspiremos a que Villegas pueda poner orden y gobernabilidad en ese cargo tan vital para la gobernabilidad general y el bienestar de todos, propios y extraños.
Al Vampiro Ledesma nunca le convino la gobernabilidad de Caracas sino todo lo contrario, y eso debe pensarlo muy sensatamente cada ciudadano que ahora tiene ante sí la posibilidad de actuar a favor de sus propios intereses y no en los de mafias políticas y económicas.
Ojalá prive la cordura y podamos darle a la Gran Caracas el gobierno que se merece por ser cuna del Libertador Simón Bolivar.
Con Villegas, toda Caracas tiene la oportunidad de darse un gobierno no confrontacional como el del Vampiro sino de búsqueda de equilibrio y eso tiene que favorecer a todos excepto a las mafias.
¿Por qué a Ledesma le convenía vaciar el Retén de Catia, no era acaso para embolsillarse el presupuesto de la comida de los presos, que el manejaba?
¿Por qué a Ledesma le conviene que Caracas sea un caos, no es acaso para echarle la culpa al gobierno revolucionario?
¡Bueno, la gran Caracas tiene la palabra, o se pone pilas o sirve de capotera!
Nosotros le ofrecemos una alternativa altamente beneficiosa para todos, con Villegas.
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