Claro que fue muy importante que Nicolás Maduro llamara a la marcha contra la corrupción. Sí, que el propio Presidente de la República anunciara, como lo hizo, que marcharía junto al pueblo contra la corrupción.
Algunos camaradas interpretan, como me lo manifestó una, que era inoportuno, que a Chávez en 14 años nunca se le ocurrió marchar contra la corrupción, que la corrupción debe acabarse en el gobierno primero para que se extinga en el campo privado después, etc.
Sostengo que más allá de razones estratégicas de movilizar al pueblo chavista, la lucha contra la corrupción que Nicolás ha izado como una de sus banderas dará sus frutos. La lucha contra la corrupción necesariamente se inscribe en la construcción de la ética bolivariana y socialista que Nicolás se ha propuesto erigir, como una de las tareas pendientes que nos dejara el Comandante.
No es un asunto de meras declaraciones y de despotricar de los corruptos de la derecha, donde estos abundan. Es un asunto más complejo y exige imponer cambios profundos en el gobierno y acabar con prácticas que se ha hecho cotidianas. Creemos que Nicolás sinceramente anda en eso.
Hay que atacar poderes y a los poderosos. Los corruptos (tanto del campo público como del privado), terminan estableciendo alianzas poderosísimas para imponer sus prácticas y sus lógicas a la sociedad toda.
Lo peor que tiene la corrupción es que cuando se generaliza termina siendo aceptada como algo “normal”, algunos deberían recordar la tristemente célebre frase de un alto dirigente adeco quien dijo: “en este país no hay razones para no robar” (Gonzalo Barrios). Sin dejar por fuera otra popularizada frase “no me dé, póngame donde haiga”. Este modelo de sociedad lo padecimos en los años 80 y 90 en Venezuela, que los medios de estos tiempos, por razones muy de ellos, lo oculten es otra cosa, pero pregúntele a los de más edad como era la hegemonía adeca-copeyana de esa época y ¿cuáles eran los niveles de corrupción generalizada que se vivió entonces?
La lucha contra la corrupción que Nicolás viene anunciando debe ser apoyada y acompañada por el chavismo de la base, ese chavismo mayoritario que sufre y padece a quienes disfrazados de “camaradas” se acercan y en muchos casos llegan al poder para su exclusivo beneficio personal y/o grupal. Los casos abundan y esa mayoría chavista los conoce y debe denunciarlos con firmeza y contundencia, con la confianza que podrá derrotarlos. Nicolás sin el apoyo de las bases no podrá lograrlo.
P.D: para los más jóvenes, Gonzalo Barrios: dirigente de Acción Democrática quien llegó a ocupar cargos tales como, Gobernador del Distrito Federal, Secretario de la Presidencia de Rómulo Gallegos, Ministro de Relaciones interiores y Senador del Congreso, sin olvidar que fue secretario general de su partido e incluso candidato presidencial.