Trincheras de Ideas

Debate, corrupción, homosexualismo y lucha de clases

Se produjo en la Asamblea Nacional uno de los más importantes debates de los últimos tiempos, el referido a la corrupción de factores de la derecha y más concretamente de un personaje estrechamente vinculado al oligarca fascista Capriletti, quién lo esconde y lo protege para que no lo alcáncela justicia con las abrumadoras y contundentes pruebas de pagos a una empresa de festejos que organiza al parecer bacanales gays de los sectores burgueses.

La banda amarilla de los oligarcas –presunta generación de relevo de la clase burguesa– cada vez se hunde más en el descrédito y el desprestigio ante un país horrorizado de la masiva corrupción no de uno, dos sino de decenas de sus dirigentes; imposible ocultar cómo sus principales líderes están vinculados a la más estruendosa descomposición ética, moral y se hunden en el fango de la ignominia.

Pero ya no es solo las acusaciones a Caldera o Mardo y otros diputados en cola para ser encausados también, es que ahora se descubren otras vertientes de esa corrupción mucho más peligrosas porque están asociadas, imbricadas, tejidas al narco tráfico y al tráfico humano de homosexuales quienes forman parte de bacanales y alegres fiestas gays donde buena parte de esa dirigencia amarilla participa en fiestas como lo evidencian las fotografías y videos que se van conociendo.

Pero, además, no es sólo eso sino que buena parte de esos dirigentes son homosexuales pero no se asumen como tales porque son burgueses, oligarcas, y juegan ahora a presentarse como víctimas de una presunta persecución homofóbica y manipulan el tema para volcar hacia el gobierno por lo menos el disgusto de las minorías transexuales que por primera vez en Venezuela le han sido reconocidos derechos que jamás en esa Venezuela hipócrita de la Cuarta República ninguno de los gobiernos ni siquiera se atrevió a abordar, ese tabú era caca, no se tocaba.

¿Quién controla, regentea y se enriquece con los prostíbulos que pululan en el Este de Caracas si no miembros de la oligarquía? Mandinga Nolia denunció varias veces en su fenecido programa Los papeles de Mandinga al honorable padre de Capriletti –el mismo que tiene la responsabilidad intelectual en el asesinato de 11 venezolanos el 15 y el 16 de abril, de 80 heridos y destrozos múltiples en instituciones de salud, etc. – como un personaje vinculados al lucrativo negocio de la prostitución, de hombres y mujeres, eso no importa. Pero eso no es un hecho nuevo de la prostitución o neo prostitución, ese siempre ha sido un negocio redondo, allí tuvimos a RCTV –que tenía una línea roja permanente y ese fue un factor que pesó enormemente para que no se le ratificara la permisología de funcionamiento, además del carácter golpista consuetudinario–, periódicos como 2001 o Últimas Noticias difunden todos los días propaganda de prostitución, algunos encubiertos en masajes orientales, damas –o damos– de compañía. El que esas personas, hombres o mujeres, son explotados y no se le reconocen derechos sociales no resiste la menor investigación.

Al capitalismo no se le escapa nada que pueda proporcionarle beneficios y la prostitución de hombres o mujeres es un negocio redondo, lo repetimos, negocio de vieja data que en los últimos años se ha incrementado y que ahora se asocia al tráfico y consumo de estupefacientes. Es una noria, un vertiginoso remolino que envuelve a cientos de personas que se ven empujados por necesidad al ejercicio de esa actividad.

Eso es distinto a la inclinación sexual, al homosexualismo o el lesbianismo como una condición o una decisión de personas adultas que debe ser respetado. Aquí viene, entonces, el componente político del asunto, el componente clasista.

De inmediato, cuando la bancada bolivariana y revolucionaria les da en la Asamblea Nacional aquella terrible paliza y saca a relucir a un personajillo que funge de alto funcionario de la Gobernación del estado Miranda, del que es segundo al mando, que ganando 8 mil bolívares gastó en los días de la insurrección de abril para derrocar a la Revolución y no permitir que Maduro comenzara a gobernar, sacó del fondo de un sombrero de mago la bicoca de 2 millones de bolívares para festejos en une empresa también de ellos, por supuesto.

Pero el diputado igualmente sacó a relucir los sórdidos elementos de la prostitución y del narco tráfico mostrando pruebas que seguramente consignará a la Fiscalía General de la República, incluyendo prostitución y pornografía infantil. No fue el único, en la cadena de intervenciones bolivarianas se fue profundizando en el tema a la vez que se le daba respuesta a las erráticas y reaccionarias intervenciones de los diputados fascistas, incluso a sus manejos de distraer lo medular del debate cuando el gafo y rábula de Borges sacaba un cartel rojo donde decía pudreval o hacía gestos de que los diputados revolucionarios estaban locos. No podían hacer más nada ante aquel tsunami de gravísimas denuncias contra las diversas formas de corrupción de la derecha: con la explotación sexual, con el narco tráfico, con el tráfico de dinero, la pornografía infantil.

Hubo señalamientos sumamente graves y directos del homosexualismo de Capriletti, hecho conocido hace mucho, incluso el haber sido descubierto por un agente policial años atrás haciendo actos indecorosos en un automóvil en plena vía pública. ¿Era esa denuncia del diputado Carreño un ataque contra el homosexualismo y una posición anti homofóbica del gobierno?

Evidentemente no son iguales los homosexuales burgueses, oligarcas que aquellos de otros sectores y clases sociales. El homosexualismo burgués explota a las mujeres prostitutas y prostitutos; la sola existencia de los lupanares, de los prostíbulos, del comercio de la carne es una vergüenza y una rémora vil del capitalismo que nada tiene que ver con los derechos sociales de las minorías transexuales.

No es la discreta relación íntima de dos hombres o dos mujeres de cualquier sector social, es que la burguesía como clase dominante pervierte hasta lo indecible esa circunstancia, esa condición y eso se traduce en lo que señalamos, el vil comercio de la carne, las bacanales, las fiestas gays que nada tienen que ver con una relación de pareja o la lucha por derechos sociales que, de paso, consagra la Constitución Bolivariana de Venezuela. Ya el mismo presidente Chávez se había referido a ese tema con la fuerza y la fortaleza que caracterizaban todos sus planteamientos dirigidos al beneficio del pueblo como lo hizo en el Plan de la Patria.

“Poner especial acento en las relaciones de género. En este sentido, impulsar la creación de grupos de trabajo conformados por mujeres, al fin de reflexionar sobre su vida familiar y laboral y producir estrategias de resistencia y liberación, ya que sufren el embate de las culturas dominantes, donde la mujer es relegada a un papel secundario, sufriendo a menudo formas explícitas de violencia. Lo mismo aplicaría a los grupos sexodiversos, (homosexuales, lesbianas y personas transgéneros), obligados a vivir una condición de represión y humillación, donde la única vía de salida es la frivolidad ofrecida por el mundo capitalista”. (Plan de la Patria 5.3.3.2).

La derecha fascista, sus medios de (in) comunicación manipulan el debate y quieren desviar lo medular de las contundentes denuncias de corrupciones hacia una presunta homofobia gubernamental, poniendo el acento en el lenguaje escatológico y las groserías dichas por Carreño en su intervención en la AN y embarcar en esa posición a los sectores sexodiversos que, algunos confundidos, con menor claridad política, hacen suyo el discurso de la derecha haciéndole de alguna manera el juego a la misma.

No ver que también a ese nivel se expresa la lucha de clases, es ignorar la realidad evidente de la acelerada descomposición de la burguesía y la pequeña burguesía venezolana, descomposición que se expresa en el agudo fascismo que la atenaza y la lleva a concebir genocidios, terrorismo y crímenes como los del 15 y 16 de abril de este año. El golpe de Estado de 2002 y el paro terrorista petrolero serían juegos de muchachos ante lo que tienen preparado contra el pueblo si tienen oportunidad sino que lo diga Capriletti con todo lo que se trajo del fascismo chileno, peruano y boliviano.




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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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