Desde que tuve un grave accidenta hace ya casi 11 meses, y mientras me recupero, poco a poco, he tenido bastante tiempo para estudiar sobre diferentes temas a través del internet cuando me siento con un nivel de energía lo suficiente alto, y estudiar películas en Youtube cuando me siento demasiado cansado.
Aparte del hecho evidente de que Hollywood es una maquina gigantesca y muy eficiente de propaganda del gobierno de Estados Unidos, me he dado cuenta que las invasiones y las conquistas de los Pueblos del Sur se ha dado siempre de la misma manera, por lo menos, desde las primeras colonizaciones, empezando con Cristóbal Colon.
Hoy, esta colonización se está haciendo de la misma manera, aun si no nos demos cuenta.
Siempre se trata de la conquista del más débil, o el que parezca más débil, por parte del más fuerte, o el que parezca más fuerte, es decir, la conquista del más débil a través de la intimidación y las amenazas. Esto se hace hoy, como siempre, no solamente con armas, pero también con ideas, conceptos e ideologías. El que dé la impresión de ser el más fuerte, en cualquier nivel, siempre le gana al que parezca ser más débil. La victoria se basa en el engaño. (Creo que Sun Tzu lo dijo, o algo así.)
Hablamos mucho de la guerra psicológica, la guerra sucia, la propaganda de guerra, etc., como si fuera algo nuevo, pero no lo es. Estamos tan “bien” acondicionados que no nos damos cuenta a veces que detrás de lo que percibimos como una guerra psicológica, siempre ha existido una guerra psicológica, la cual ya no percibimos como guerra sucia porque nos rodea a todos, todos los días, desde que nacimos, hasta nuestra muerte.
Para conquistar hay que intimidar, hay que hacerles creer a las víctimas que nosotros somos más poderosos que ellos, más fuertes, más inteligentes, más sabios, y que somos nosotros quienes conocemos la verdad, y no ellos. Esto los debilita a ellos, y nos hace más poderosos, más capaces de aplastarlos en cualquier momento, de cualquier manera. Es exactamente esto lo que Hollywood hace, todos los días, película tras película, para hacernos sentir inferiores, y es de esta manera que nos están conquistando, poco a poco, sin armas, solamente con ideas.
Por ejemplo, sabiendo muy bien que la comida chatarra de McDonald’s es veneno y nefasto para nuestra salud, seguimos comprándola para nuestros niños. En casi todas las películas de los años 1930 hasta los años 1980, y aun hoy, se ve a los personajes fumando y tomando alcohol, como si eso fuera completamente normal, pero todos sabemos que estos dos vicios son muy nefastos para nuestra salud. No es algo normal, solamente nos parece ser normal porque estamos subyugados a estas nociones.
Lo que ocurre, subconscientemente, es que se nos ha inculcado que los gringos son los “mejores” del mundo, viviendo en el “mejor” país del mundo, que son los más inteligentes, los más hábiles, el mayor ejemplo del ser humano y una sociedad “exitosa,” entonces, automáticamente nos tragamos todo lo que nos dicen sin darnos cuenta de los que estamos haciendo.
¿Cómo hicieron para que lleguemos a ser tan sumisos, tan bobos?
Aquí está la respuesta, creo yo. Si se presenta a su puerta una tropa de 50 personas armadas hasta los dientes con granadas, cohetes, ametralladoras, dinamita, C4, tanques, pistolas, flechas, machetes, cuchillos, bates de beisbol, y tubos de hierro, y el líder les dice, “Buenas tardes, aquí estamos para quitarle su casa, su cuenta de banco, y todos sus bienes, por favor, déjenos pasar, si no, mataremos a sus hijas y a sus hijos,” ¿Cómo reaccionaría usted? La respuesta es muy simple. Si usted no tuviera como defenderse de esta horda de psicópatas, usted no tendría ninguna opción, tendría que someterse a ellos, es decir, tendría que transformarse en una persona completamente sumisa a esa realidad. Además, si usted quisiera seguir viviendo, y si usted quisiera asegurar el futuro de su familia, usted tendría que enseñar a sus hijos de hacer igual, de siempre someterse a esa banda de delincuentes. Esto sería verdad aun si las armas que la banda porta fueran hechas de plástico. Uno nunca sabe.
Ahora, si estudiamos un poco lo que es la religión, y en particular la religión Cristiana, veríamos que esta religión es la más grande del mundo, la que cuenta con aproximadamente un tercio de la población del mundo que practica alguna religión. ¿Cómo hicieron para convencer a tanta gente, es decir, a una persona de cada tres, de añadirse “voluntariamente” a esta religión? La respuesta es muy sencilla – a través de la intimidación y las amenazas. Si tú no te unes a nosotros, al morir te irás al infierno, donde te encontraras torturado por la eternidad, en dolor eterno, quemado en vivo, sin tener nunca más ningún momento de tranquilidad, felicidad, paz, amor, o descanso. ¿Quiénes son los que salieron a predicar esta “buena nueva” a través del mundo? Otra vez, la respuesta es muy sencilla, los misioneros europeos. Solamente aquellos “salvajes” que se subyugaran a esta idea, estarían a salvo, los otros morirían a manos del diablo, es decir, a causa del europeo. Hoy, estamos viviendo exactamente la misma cosa, el que se atreva a no subyugarse al imperio de EEUU y sus aliados, es condenado a vivir el resto de su vida en el infierno, y sus hijos también, y los hijos de sus hijos, etc., por siempre, hasta que decidan de subyugarse.
Lo que quiero decir aquí, es que de la misma manera en que todavía muchos pensamos que existe la posibilidad que al morir iremos al infierno, siendo subyugados a esta idea, todavía también hay muchos de nosotros que actuamos sumisos, subyugados a la idea de que los gringos son los más fuertes, los más inteligentes del mundo, los más poderosos del universo. Esta idea es falsa. Así como se nos ha inculcado el temor del infierno, se nos ha inculcado también esta más reciente idea del poderoso EEUU por los “misioneros del capitalismo,” es decir, por Hollywood, Walt Disney, las Grandes Ligas, McDonald’s, Nike, Adidas, Nestle, etc.,
Si todos los Pueblos del Sur del mundo, de una vez, y con una voz, diríamos, “EEUU no es el país más poderoso del mundo,” EEUU perdería su poder inmediatamente. El arma más grande que ellos tienen es el arma de las ideas, así como los europeos tuvieron durante casi cinco siglos de conquistas el arma de la ideología de la religión Cristiana, de cómo concebir fabulas que intimiden a los Pueblos, para así debilitarnos, subyugarnos, y conquistarnos.
Si tomamos esto en cuenta, es decir, si nos liberamos de la subyugación psicológica en la cual nos encontramos hoy, la realidad seria otra, y nuestra capacidad como Pueblo, libre de la esclavitud mental, nos daría el poder (el “poder hacer,” como Chávez siempre lo decía) que siempre tuvimos, pero que hemos perdido, para poder crear estrategias eficaces para combatir al enemigo en cualquier nivel.
El hecho de que en Venezuela todavía viven libremente nuestros enemigos, es decir, la corrupción, el acaparamiento y la especulación, y que no hemos podido vencerlos, es un síntoma de que todavía somos un Pueblo subyugado al imperio.