Esto es con la nueva Ministra de Comunicación e Información, de la que me han hablado maravillas y ojalá sea así; supe además que ella es hermana de Jorge Rodríguez, lo que no necesariamente es aval (se han visto casos) pero hay que decir que Jorge Rodríguez es un taco, le pongo 100 puntos, es gran muchacho.
Pienso que la revolución pierde espacios que no debería perder de ninguna manera; en las guerras se pierden y se ganan batallas pero, hay espacios en los cuales bajo ninguna circunstancia debe acceder el enemigo, o se está de muerte, liquidado, espaturrado, escachapado, jodido.
En la guerra -y la prensa sedicente ya nos declaró la guerra, abiertamente- tú no debes permitir que el enemigo sea quien le lleve noticias a tu gente. He ahí entonces que, espacios vitales como las envolturas de los paquetes de arroz que vende PEDEVAL, son un desierto del mensaje revolucionario, ya que en vez de decir en letras grandes “Este arroz llegó a tus manos…” no dice nada excepto lo obvio, pero estamos en una guerra crucial y hay que ir a fondo, en consecuencia, con un mensaje eficaz, pertinente.
Se desaprovecha dar un mensaje revolucionario eficaz y de calidad, porque a decir verdad, hay que apelar a la comunicación de calidad y no se está haciendo en ese espacio vital como lo es la envoltura del paquete de arroz, de caraotas, de lentejas; y, más, prohibir y sancionar ejemplarmente a las manos peludas que ilícitamente lleven a las aceras, dichos productos, para especular al pueblo.
No hay que exprimir mucho la imaginación para elaborar un mensaje de calidad que imprimir sobre la cubierta del paquete de arroz, basta decir la verdad y hacerlo breve y en letras grandes, además de ponerle el precio bien visible, grandote.
Todos sabemos preparar un canarín de arroz, así que en vez de desperdiciar ese espacio indicando la receta al respecto es preferible expresar la sanción a que se exponen los especuladores procaces (no los precoces y ahí se salva Carola Chávez), de estar acaparando la comida en tiempos de guerra.
Aprovecho la ocasión para señalar que igualmente se desperdicia el tiempo de espera en los módulos de bario adentro ya que en lugar de exhibir video que enseñe como prevenir enfermedades, o cómo funcionan los convenios de cooperación de salud que benefician al pueblo, muchas veces lo que ves ahí es la televisión enemiga que envenena el sentimiento de la gente que espera, precisamente, los beneficios de la revolución.
Se trata de espacios para enseñar y aprender, que son desperdiciados y, de tal manera que, de seguir así, de la revolución seguir mordiéndose la cola, dejaremos no sólo de avanzar sino que nos estancaremos o peor, iremos en retroceso hasta morir para que el gringo arrase con todo el petróleo de la Faja Petrolera del Orinoco y entonces aquí, hasta la clase media alta va a tener que comer mierda.
La oposición banaliza el sentimiento de patria, ellos acaparan y esconden la comida para después decir de modo insolente que “No tenemos pollo pero tenemos patria”, y eso hay que combatirlo, salirle masivamente al paso ya que es producto de la guerra sucia; “come avispa que cigarrón atora”.
La información de calidad es, en mucho, aire puro para la revolución; ojo con esa cuestión, hay que ayudar a esa muchacha que sustituye a Villegas, para que haga bien su tarea, que en verdad es de todos nosotros, por lo que no debemos echarnos las bolas al hombro sino remar y remar y remar pero, en la dirección correcta y con argumentos debidamente organizados por la dirección técnica competente -el Ministerio de Información-, no a la babel, no a la machimberra (no a la machimberga), no a lo loco.
Y, a la derecha fascista de Julio Borges y Capriles hay que emplazarla de una vez por todas para que muestre con que piensa: ¡Culo o nalga!
¡Canastos, recórcholis, gulp, mm…!
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