En este escrito se presenta la segunda parte del magistral discurso de nuestro Presidente, Hugo Chávez, ante la presencia de altos personajes políticos del mundo entero.
“Luego, el señor presidente vino a hablarles, así lo dijo: Hoy quiero hablarles directamente a las poblaciones del Oriente Medio. Mi país desea la paz. Esto es cierto, si nosotros nos vamos por las calles del Bronx, si nosotros nos vamos por las calles de Nueva York, de Washington, de San Diego, de California, de cualquier ciudad, de San Antonio, de San Francisco y le preguntamos a la gente en las calles, a los ciudadanos estadounidenses, ¿este país quiere la paz? La diferencia está en que el gobierno de este país, de Estados Unidos, no quiere la paz, quiere imponernos su modelo de explotación y de saqueo y su hegemonía a punta de guerras, esa es la pequeña diferencia. Quiere la paz y ¿qué está pasando en Irak? ¿Y qué ha pasado en el Líbano y en Palestina? ¿Y qué ha pasado en cien años pues en América Latina y en el mundo y ahora las amenazas contra Venezuela, nuevas amenazas contra Irán? Le habló al pueblo del Líbano: Muchos de ustedes –dijo- han visto como sus hogares y sus comunidades quedaron atrapadas en el fuego cruzado. ¡Vaya qué cinismo! ¡Vaya qué capacidad para mentir descaradamente ante el mundo! Las bombas en Beirut y lanzadas con precisión milimétrica ¿son fuego cruzado? Creo que el Presidente está pensando en las películas del oeste cuando se disparaba desde la cintura y alguien quedaba atravesado en el fuego cruzado.
¡Fuego imperialista! ¡Fuego fascista! ¡Fuego asesino! Y fuego genocida el del Imperio y el de Israel contra el pueblo inocente de Palestina y el pueblo del Líbano. Esa es la verdad. Ahora dicen que sufren, que estamos sufriendo porque vemos sus hogares destruidos. En fin, el presidente de los Estados Unidos vino a hablarles a los pueblos. Yo traje señora Presidenta unos documentos, porque estuve esta madrugada viendo algunos discursos y actualizando mis palabras. Le habló al pueblo de Afganistán, al pueblo del Líbano, al pueblo de Irán, le digo al pueblo del Líbano, le digo al pueblo de Afganistán, le digo: Uno se pregunta, así como el Presidente de los Estados Unidos le dice, le digo a esos pueblos, ¿qué le dirían esos pueblos a él? Si esos pueblos pudieran hablar ¿qué le dirían? Yo se los voy a recoger porque conozco la mayor parte del alma de esos pueblos, los pueblos del sur, los pueblos atropellados dirían: ¡Imperio Yankee go home! Ese sería el grito que brotaría por todas partes, si los pueblos del mundo pudieran hablarle a una sola voz al Imperio de los Estados Unidos. Por eso, señora Presidenta, colegas, amigas y amigos, nosotros el año pasado vinimos aquí a este mismo salón como todos los años y los últimos ocho, y decíamos algo que hoy está confirmado plenamente y yo creo que aquí casi nadie en esta sala pudiera pararse a defenderlo, a defender el sistema de Naciones Unidas.
Aceptémoslo con honestidad, el sistema de Naciones Unidas nacido después de la Segunda Guerra Mundial colapsó, se desplomó, no sirve. ¡Ah bueno!, para venir acá a dar discursos, a vernos una vez al año, sí, para eso sí sirve, y para hacer documentos muy largos y hacer buenas reflexiones y oír buenos discursos como el de Evo ayer, como el de Lula. Sí, para eso sirve y muchos discursos, el que estábamos oyendo ahora mismo del Presidente de Srilanka y de la Presidenta de Chile. Pero nos han convertido a esta Asamblea en un órgano meramente deliberativo, meramente deliberativo sin ningún tipo de poder para impactar de la más mínima manera la realidad terrible que vive el mundo. Por eso nosotros volvemos a proponer, Venezuela vuelve a proponer aquí hoy, este día 20 de septiembre, que refundemos las Naciones Unidas. Nosotros hicimos el año pasado señora Presidente, cuatro modestas propuestas que consideramos de necesidad impostergable para que las asumamos, bueno, los Jefes de Estado, los Jefes de Gobierno, nuestros embajadores, nuestros representantes y las discutamos. Primero, la expansión -ayer lo decía Lula aquí mismo- del Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las no permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países subdesarrollados, el Tercer Mundo, como nuevos miembros permanentes. Eso en primer lugar”
Observe amigo lector la profundidad de los criterios emanados de nuestro Presidente. Ellos hicieron y hacen todavía despertar conciencias en el mundo.