Algunas entidades bancarias, católogadas como universales no vienen cumpliendole a sus clientes en europa, dando lugar a lios extrajudiciales que buscan una setencia favorable en los juzgados mercántiles. Este desajuste viene dado por la masiva contratación por consumo entre empleados de instituciones oficiales y la banca privada mediante convenios o cuenta nomina. Esto, permitio una serie de abusos por parte de los banqueros, quebrantando algunas veces el derecho informátivo del ciudadano, originandose un problema estrictamente ético, ya que, muchos clientes ignoran los servicios prestados por el sistema bancario, aceptando acuerdos por la linea sindical. Lo que implica incidencias sobre latinoámerica y una fase de la ya tan renombrada guerra económica.
La leche, por ejemplo, en España cuesta un litro 70 ctms de peseta, litro y medio un valor de 88 ctms de peseta. Mientras, que en Venezuela cuesta un aproximado entre 6 a ocho bolivares fuertes..
Voy al mercado diariamente y, al no conseguir lo que deseo adquirir, esto, constituye una incidental en una crisis finánciera. Es la meta buscada de quienes aman el desbastecimiento para buscar culpables. Pero, el gobierno no ejerce su autoridad, permitiendo la apertura de puertos de playa para conspirar.
Nadie en este gobierno bolivariano, por parte de la derecha endógena infiltrada junto a una liberal desea tener la idea de responsabilidad política, la cual esta ligada al comportamiento de quienes ejercen el poder. Todos, vemos a diario el incumplimiento del deber, pero, la repuesta del gobierno ha sido y es casí siempre la misma. Por eso, le exigimos como pueblo que el presidente Nicolás Maduro asuma el control y separe del cargo a las autoridades gubernamentales o direccionales involucradas y, que no ejercen su función laboral. Nadie se mueve, pase lo que pase, los bachacos minan los supermercados y el gobierno cofunde ejemplo de comportamiento con débilidad, favoreciendo la inflación como especulación.
No olvidemos que la Constitución Bolivariana da reglas formales e informales que origina una dinámica de poder y cambio en los mercados y, en algunos casos puede generar la guerra económica. Las mismas a conveniencia pueden ser estáticas, como recreadas cotidianamente por diferentes actores económicos, siendo el principal, lo referido al desbastecimiento. Ahora, existe una derecha endógena junto a un factor militar que se disputan el control y definición de su contexto.
Los mercados bursátiles y alimenticios no recrean, ni se afirman por leyes, las sociedades buscan desarrollarlas. Algunos comenzaron con nuestros tatarabuelos. Los mercados son construcciones sociales, políticos y antropológicos muy particulares. Por ejemplo, he visto como grupos familiares adquieren rublos básicos como harina y leche en los supermercados San Diego y Madeirense. Sin pena alguna llenan un camión 350 para revender esos productos en las alturas de Belén o Negro Primero,(Carabobo). El bachaqueo se convierte en una cultura y un fuerte componente, lo hace un hecho cotidiano, la mayoría son gente joven que deben estar laborando en las fábricas productivas del Estado Bolivariano y no lo hacen.
Detrás de la destabilización económica, existe un acto de guerra, lo hizo en una oportunidad Hitler minando el mundo europeo de dinero inorgánico entre los países aledaños a Alemania que utilizaban el dinero de ese territorio para invadirlos luego, lo vimos de una manera clara en Chile,
Sin duda, es un momento decisivo para Venezuela porque es puerta abierta al Caribe y europa. Por esto, el Papa Francisco – de origen argentino- viene indicando de una manera progresiva que el actual sistema económico tiene como elemento central el dinero, y aseguró que sin trabajo no hay dignidad para las personas. Muchos, no desean trabajar, solo desean vivir de la frecuencia del Estado. Jorge Mario Bergiolo oró a Dios y pidió el esfuerzo a las autoridades mundiales su colaboración para que todas las instituciones aseguren el derecho al trabajo, buscando un replanteo de nuestros modelos económicos y sociales.