El Comandante Supremo Hugo Chávez, en el Consejo de Ministros realizado el 8 de diciembre del 2012 y transmitido en cadena nacional, dando ejemplo de fortaleza, responsabilidad, convicción y amor por su pueblo, en clara lectura de la coyuntura política y de las adversidades por venir, nos dijo: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades −del tamaño que fueren- la respuesta de todas y de todos los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras, como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria”.
También ese inolvidable sábado 8 de diciembre del año pasado nos dijo el Comandante Chávez: El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), los partidos aliados, el Gran Polo Patriótico, las corrientes populares revolucionarias, las corrientes nacionalistas. ¡Unidad, unidad, unidad! ¡Unidad! Decía Bolívar: “Unámonos o la anarquía nos devorará, sólo la unidad nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”.
A tan solo 9 meses y medio de aquella orden dada por el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana y de quien decimos somos defensores y guardianes de su legado. Ha sobrevenido la dispersión de algunos sectores dentro de las fuerzas políticas de la revolución, la indisciplina, la inmadurez, el infantilismo, y muchas veces el capricho y la vanidad personal han sido los elementos influyentes para que aparezca un abanico de candidaturas “por las fuerzas políticas de la revolución” aspirando tanto a Alcaldías como a concejalías. Acción esta, que abre un visible espacio para que la derecha pro-imperialista (que a pesar de la diversidad de intereses que en ella confluyen, se presenta con candidaturas unitarias) pueda ganar en algunos municipios (ya sabemos que ellos no piensan en ganar para gobernar, sino para desde esos espacios institucionales seguir con su plan de desestabilización y fascismo).
En muchos casos, el motivo argumentado para no respetar las candidaturas anunciadas por la Alianza Revolucionaria que conformó el PSUV y el GPP en los 335 municipios y las 2 alcaldías metropolitanas, es la forma de escogencia de los candidatos y candidatas, donde privó el método de la Cooptación (también conocido como El Dedo) por encima de las “internas”.
Ante este preocupante escenario, que amenaza seriamente el futuro de la Revolución Bolivariana y por consiguiente la posibilidad de consolidar el Socialismo en Venezuela. Urge hacer el mayor de los esfuerzos y sacrificios en aras de lograr ¡La Unidad! que los interés personales y particulares cedan paso al interés colectivo nacional por la defensa de la revolución y el socialismo. Si entendemos que el enemigo de clase, que la derecha arrecia sus embestidas y está al acecho con sus intenciones fascistas contra el pueblo venezolano, con más razón para buscar los puntos coincidentes que permitan lograr esa Unidad, Lucha, Batalla y Victoria que nos exigió el Comandante Supremo Hugo Chávez el 8 de diciembre del 2012.
Para los militantes del PSUV que no rectifiquen, que no cedan, que no depongan su actitud divisionista, que no reconozcan las decisiones, es bueno recordarle a la dirigencia del partido, desempolvar los ESTATUTOS y si funciona el tribunal disciplinario, entonces, darle vida al artículo 36, relacionado a las SANCIONES, que expresa: “…La sanción de expulsión se aplicará cuando él o la militante incurra en las siguientes faltas graves: se presente como candidato o candidata de una organización distinta al partido, contravenga públicamente las políticas del gobierno revolucionario o los lineamientos de la Dirección política nacional, cuando su actuación contravenga o ponga en peligro un espacio ganado por la Revolución, o se le haya suspendido en dos oportunidades”.
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