Alí mosca, Alí abeja...

“Hacer más humana la humanidad”, ese fue el mandato, ese es el mandato de aquel carajo que desafió a la muerte y a la represión. Aquel que parecía estar hecho de clavellinas. Aquel que volaba alto y nunca le temió al culillo, ese que tumba cualquier papagayo. Alí Primera, ese es el nombre, perdón… ¡ese es el hombre!.

Realmente, no se llamaba Alí. Ely Rafael, ese fue el nombre que Carmen Adela, la madre buena, le puso al carajito. Pero que puede importar el nombre, los nombres nunca han sido los problemas y mucho menos en ALÍ que desde ese día 31 de octubre del año 1941 hizo todo lo imposible para ser un necio. Un necio, pero como el de Silvio. No cualquier necio: yo quiero seguir jugando a lo perdido, yo quiero ser a la zurda más que diestro, yo quiero hacer un congreso del unido, yo quiero rezar a fondo un "hijo nuestro", y ALI entonces se hizo PUEBLO, se hizo savia, raíz esencial…y cantó y cantó y cantó y nunca se cansó de cantar porque parecía hecho de pájaros, de mil pájaros bravos por su vuelo y por su trino. Pájaros de mucha fidelidad al nido.

Por su necedad es que estamos como estamos, con los miles de peos que podamos tener, pero ESTAMOS y ya eso es una pequeña victoria. ESTAMOS, a despecho que Motilón no está, ni Tito González, ni Sorfanny, (y no nos dejan de faltar) nosotros ESTAMOS. No es ESTAR por ESTAR, se trata de entender como ALÍ y su necedad la fe  en el pueblo, la fe militante, la fe buena, porque la fe mala es preferible dejarla que se concentré en el yeso del santo que imbeciliza, sino nos condenaremos nosotros mismos a comer los santos, pero con el riesgo de defecar los demonios por no entender que la formación, que la conciencia no debemos dejarlas en manos de quienes le dan el oficio de un modess.

El legado de ALÍ, está allí para retomarlo. Igual pasa con el mismo padre –cantor al cual  ya basta de teorizarlo. Se trata de ejercerlo, asumir su legado y el mandato aquel de lograr esa propiedad de ser a la vez MOSCA y ABEJA, la primera, porque definitivamente hay que meterse en la mierda… y abeja porque no está lejos el día de las victorias perfectas de verdad – verdad, en la que podamos cantar a la flor de los triunfos.

Dejemos que sean otros los que se “escondan en la flor”, gritemos, gritemos con groserías o sin ellas para advertir del secuestro de ALÍ, por la derecha venezolana  que con el mejor de los desparpajos también grita: ¡Alí es de todos!. Concretemos el palpito de ALÍ, hay que concretarlo de verdad, verdad “aquí el pueblo alguna vez será gobierno”. ¡Ah!, pero que no se nos letrinice el alma, luchemos por producir en cantidades industriales la necedad, porque vamos a necesitarla, para gritar también por la libertad del cantor – guerrillero, el Julían grancolombiano y nuestroamericano al que se le tiene prohibido el sol. De seguro ALÍ, estuviese viviendo por esta afrenta a la poesía y a la vida una de sus mejores arrecheras tiernas, por eso la necesidad de la abeja, por eso la de la mosca, porque incluso hay que rechazar convites  e invitaciones: Me vienen a convidar a arrepentirme,/ me vienen a convidar a que no pierda,/ mi vienen a convidar a indefinirme, / me vienen a convidar a tanta mierda.

 



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Nelson España

Miembro del Frente Antiimperialista de la Zona Sur - Anzoátegui

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