A ver si entiendo, Diego. Tú me llamas a altas horas de la noche, sin previo aviso, para aburrirme con tu monserga chovinista, y además exiges que te pare bolas sin importar que yo esté ocupado (lo estoy bastante, demasiado) y además, que te dé la razón a juro, cuando creo que no la tienes.
A ver si entiendo Diego, yo tengo, como cualquier trabajador, una agenda. Sin embargo tú mismo dices que te di unas opiniones ¿no te bastó con eso? ¿Tenía que montar una larga reunión telefónica imprevista porque tú eres el Rey de la Comarca? ¡Qué bolas tienes tú!
A ver si entiendes Diego, y aquí repito los argumentos que asomé en esa conversación que tú dices que no tuvimos:
1.- Para un bolivariano, la Patria es América ¿Qué tienes tú contra el guagancó? ¿Te me vas a poner anticubano? Ese aldeanismo sectario, que trata de dividirnos a los latinoamericanos, es precisamente lo que promueven el imperialismo y la burguesía. Haz lo que tú quieras, pero creo que estás meando fuera del perol
2.- Tú, que te vendes pedantemente como una especie de gurú musical, no deberías ignorar que en Venezuela confluye un sincretismo musical conformado por diversas raíces ¿O podrías entender, desde tu cortedad de visión, que en la música venezolana se usan instrumentos y ritmos de origen europeo, africano, indígena? Somos un crisol, Silva, somos mestizos culturales
3.- En la obra a que haces referencia, la música es interpretada por una agrupación muy venezolana, como todo el mundo lo sabe, el Son Madera Son. Son gente del barrio San Agustín que interpreta música caribeña.
Por otro lado, yo no sabía que nuestra conversación era un secreto, déjate de esa mariconería. Yo no comparto secretos con usted. Yo sí comenté esa conversación con un amigo tuyo, que tú sabes quién es. Tampoco era un secreto, así que no voy a calificarlo de acuseta porque salió corriendo a contártelo, eso es problema de él.
Yo sé que tú, que eres un dechado de soberbia, vas a responderme. Yo no voy a seguir perdiendo el tiempo contigo, pana, ya no me ladilles más.
Lo último: a ti no tiene que gustarte mi programa. MI satisfacción es que mucha gente del pueblo me reconoce y me saluda en la calle y me identifica con las palabras “La Talanquera”. La verdad es que yo no quiero hacer ninguna “obra maestra”, sino contribuir en lo que pueda con esta lucha tan dura y tan difícil que estamos librando.
Y en cuanto al Movimiento Nacional de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes César Rengifo, estamos trabajando muy duro, sencillamente. Lo hacemos por la Patria. No lo metamos en este peo, que es claramente personal. Punto final.